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«Ni las medusas nos impiden disfrutar del 'Kontxapuzón'»
Solidaridad. El tradicional baño del día de Navidad, organizado por el C. D. Fortuna, ha reunido a 250 guipuzcoanos para ayudar a la asociación de salud mental Agifes
El ya tradicional 'Kontxapuzón' solidario de Navidad ha vuelto a ser un éxito a pesar de que, este año, ha habido una inesperada visita en ... la playa donostiarra. Esta vez, además de los más de 200 guipuzcoanos que no se han perdido la cita, las medusas han sido las grandes protagonistas para sorpresa de todos los presentes. Parecía que todo estaba a favor de los bañistas: la lluvia no ha hecho acto de presencia y la temperatura ha estado por encima de los diez grados todo el día. Una mañana de Navidad perfecta para todos aquellos que se han acercado al arenal donostiarra, vestidos con gorros de Papá Noel y con guirnaldas sobre el bañador, con la intención de hacer de este baño uno muy solidario. Y es que todo el dinero recaudado con esta edición del 'Kontxapuzón', organizado anualmente por el C. D. Fortuna, irá destinado a la asociación guipuzcoana de familias y personas con problemas de salud mental, Agifes.
La confusión ha empezado a apoderarse de los participantes cuando se han dado cuenta de que la línea de salida no estaba orientada hacia el agua como de costumbre, sino que continuaba de manera paralela a la orilla. Los murmullos se han hecho con la playa de La Concha y los rumores, finalmente, han resultado ser ciertos. Miles y miles de medusas han amanecido en las aguas guipuzcoanas y han invadido la playa donostiarra
«¿Ah, que hay medusas?», preguntaban los participantes, confundidos, al conocer que este año el tradicional baño navideño se iba a convertir en carrera. Antes de tomar posición bajo el arco de salida, muchos se han acercado a comprobar con sus propios ojos que, en efecto, la playa estaba llena de pequeñas medusas. Ante el imprevisto, la organización ha cambiado a última hora el recorrido.
¡Todos al agua!
Llegó el momento esperado por todos, a pesar del cambio de planes. Preparados bajo el punto de salida se han mezclado los más veteranos en esta cita con los novatos. Eso sí, la mayoría trataba de entrar en calor bien pegando pequeños saltitos en la arena o auto abrazándose. Algunos otros tenían claro cuál era su línea de meta: el agua. «Yo me baño sí o sí», confesaban unos incluso antes de echar a correr. Ane, Maite y Ana han dado buena cuenta de ello. «Estamos entre arrepentidas, porque hace mucho frío, y con muchas ganas. Pero sobre todo con pena, porque parece que se ha chafado el baño y es nuestra primera vez». Eso sí, «nosotras nos animamos igual. Ni las medusas nos van a impedir disfrutar de nuestro primer 'Kontxapuzón'», aseguraban. Otros, sin embargo, han sido más cautos. «Yo no sé si me atrevo, hay muchísimas medusas en la orilla», admitían.
Un silbato ha dado inicio a la carrera. Animados por aplausos y los gritos de apoyo de las decenas de personas que han observado la cita desde la barandilla del paseo de La Concha, los 250 participantes han echado a correr. Unos en línea recta, siguiendo el trayecto marcado por la organización; otros han ido directos a bañarse. «¡Todos al agua!», se ha escuchado. Así, poco a poco, cada vez han sido más los que se han animado a zambullirse. «¿Me la juego? Creo que me la voy a jugar», avisaba un amigo a otro cuando cambió su rumbo para dirigirse al agua y sumarse a la 'aventura'. Finalmente, la mayoría de los presentes ha terminado su travesía en el agua.
«Hay que tener cuidado»
Ha habido, también, quien solo se ha atrevido a mojarse los pies «por precaución», como Maialen, donostiarra que ahora reside en Irlanda pero que lleva los últimos cinco años viniendo a la playa de La Concha cada 25 de diciembre para sumarse al 'Kontxapuzón'. Bandera de Irlanda en mano, y con un gorro y unas gafas navideñas, Maialen señalaba que «ha sido una pena llegar y enterarme de que hay medusas».
A su lado, la cuadrilla de Carla, Iraia y Jimena ha debatido, durante unos segundos, si entrar al agua, o no. A la de tres, el grupo de amigas ha terminado dándose el esperado chapuzón de la misma forma que llevan haciéndolo varios años. Han salido tiritando del mar, aunque «el año pasado el agua estaba mucho más fría». Pero claro, no había medusas. «Aun así no podíamos a romper la tradición», señalaban. Ni las medusas han podido con ellas.
En todo momento, personal sanitario y voluntarios han vigilado a los bañistas, para actuar en caso de que alguno sufriera una picadura. «Las medusas están en todos los lados», explicaba uno de ellos, a la vez que señalaba con el dedo a los miles de ejemplares que llenaban el arenal donostiarra. «Empezaron a llegar el día de Nochebuena. Lo que ha hecho que acaben aquí son los cambios de marea. Hoy hay pleamar bastante alta y el agua está tranquilita, pero ayer estaba muy removida». Y aunque «es una pena que haya coincidido con el 'Kontxapuzón', hay que tener cuidado», alertaba mientras aseguraba que, «por suerte, no ha pasado nada».
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