Joxe Mari Aizega | Director general del Basque Culinary Center
«La cubierta verde y transitable del GOe será un nuevo parque público»El edificio que el BCC empezará a construir en noviembre en Gros «mantendrá la huella verde de la zona actual; con el 80% de los árboles y nuevos arbustos»
Joxe Mari Aizega, director general del Basque Culinary Center (BCC) y, como tal, responsable del nuevo edificio que la fundación va a construir en la ... zona de Manteo del barrio donostiarra de Gros, tranquiliza a los vecinos que temen que la instalación, cuyas obras comenzarán a mediados de noviembre, vaya a reemplazar espacio verde por cemento eliminando un área de esparcimiento por la que poder pasear y sacar a los perros. «Se van a trasplantar el 80% de los árboles actuales y se plantarán nuevos arbustos. Hay un proyecto paisajístico que garantiza que no se perderá huella verde, y como la cubierta del edificio será abierta al libre tránsito de la ciudadanía, lo que hace el GOe es aportar un nuevo parque público a San Sebastián», defiende.
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– ¿Le ha sorprendido el rechazo de una parte de los vecinos de Gros y Ulía a la ubicación en Manteo del Gastronomy Open Ecosystem (GOe)?
– Esta idea empezó hace tres años y en diciembre de 2020 se publicó el concurso de arquitectura. Es en ese momento cuando el proyecto entra en la dinámica pública. En todo este tiempo, he de decir que he recibido muchos más mensajes positivos que negativos. Tanto por la filosofía del proyecto, lo que se va a hacer y lo que va a representar para la ciudad, como por el diseño del edificio. Respecto a lo primero, incluso los críticos con la ubicación nos han trasladado que les parece una iniciativa positiva. Las reticencias se ciñen por tanto a la localización y a los vecinos más próximos, sobre todo los de la zona de Ulía. Aclarado esto, vivimos en una sociedad plural y abierta en la que es legítimo y normal que quienes más directamente se van a ver afectados por una actuación debatan, critiquen e intenten defender sus posiciones. De hecho, hemos escuchado sus preocupaciones y propuestas y se han integrado algunas de ellas cuando ha sido posible.
– ¿Cómo cuáles?
– Cuando ya estaban definidos los finalistas que optaban a la construcción del edificio se hizo, como es habitual, una visita técnica a la parcela con los arquitectos. Durante esa visita, una vecina que paseaba a su perro se acercó al grupo y mostró su preocupación por que le fueran a quitar el único espacio que tenía cerca de casa para sacar a su mascota. De esa reflexión deriva que el edificio se configure como un espacio abierto al tránsito de la ciudadanía, que podrá pasear por su cubierta verde, con árboles y arbustos, manteniendo la cualidad de parque público que ahora tiene la parcela.
– Llamó la atención que el jueves, durante la presentación del proyecto, fuera tan contundente al desmontar algunos de los argumentos utilizados por los contrarios al edificio. ¿Duelen más las críticas cuando se sustentan en falsedades?
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– Es cierto que ha habido algunos usos malintencionados. A veces la gente intenta utilizar todos los argumentos posibles para defender una postura, aunque algunos no obedezcan a la realidad. Lo que nos toca ahora es ofrecer a los vecinos la información real, desmontando las falsedades que se han ido diciendo. Desde la tranquilidad de saber lo que somos, una fundación sin ánimo de lucro arraigada en Donostia; y lo que vamos a hacer, que es crear un proyecto que traerá muchos resultados positivos a nivel económico, de captación de talento, innovación y de refuerzo de la posición de Donostia en el mundo como referente en el ámbito de la gastronomía.
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– ¿Por qué no han reaccionado antes y han dejado que algunas ideas calen en la población? Como que el Ayuntamiento les regala el terreno, que es un 'pelotazo' urbanístico para una empresa privada, que se va a acabar con las zonas verdes, o que va a haber un gran parking subterráneo que va a llevar centenares de coches al barrio.
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– Estamos interviniendo cuando creemos que nos toca. Hasta ahora hemos estado centrados en los aspectos jurídico-administrativos y técnicos para cumplir escrupulosamente toda la normativa, que ha sido muy exigente. Hemos tenido que lograr 23 informes técnicos. Del Ayuntamiento, la Diputación y los gobiernos central y vasco. Resuelto todo esto, entramos en una nueva fase, la de centrarnos ya al 100% en el contenido de GOe. Y si además tenemos que hacer un esfuerzo suplementario de explicación y resolución de dudas, lo vamos a hacer. Por ello celebramos la sesión abierta al público del jueves, haremos otras de aquí a noviembre –cuando se iniciarán las obras– y vamos a habilitar una oficina permanente de información y escucha mientras duren los trabajos. Nuestro propósito ha sido desde el principio que GOe sea un espacio abierto a los ciudadanos, que escuche, interactúe con ellos y les preste servicio.
«A veces para defender sus ideas hay quienes recurren a argumentos que no obedecen a la realidad»
– ¿Confía en que el tiempo haga cambiar de opinión a los críticos y que si GOe acaba cumpliendo sus objetivos lo vean como una inversión positiva, como ha sido el Kursaal, el Gugenheim en Bilbao, y tantos otros proyectos criticados al principio?
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– Por supuesto. Confío en que el tiempo hará entender al conjunto de la ciudadanía y de los partidos políticos que esto es un proyecto estratégico de ciudad. Y estoy convencido de que dentro de unos años nos felicitaremos de tener el GOe en Gros y de que Donostia siga siendo un referente en innovación gastronómica y talento.
– ¿Qué sensación le dejó el encuentro con los vecinos?
– Muy positiva. Tuvimos la oportunidad de ofrecer la información veraz y de escuchar las cuestiones que les preocupan. Y todo desde el respeto mutuo y un clima de cordialidad.
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– ¿Alguna conclusión?
– La gran preocupación en general es el miedo a que desaparezcan los árboles y la zona de paseo y esparcimiento. Sustituir un parque y zona verde por cemento. Y ahí pudimos aclarar que no va ser así. Al contrario, pienso que aportamos un nuevo parque público a la ciudad, que estará bien mantenido y cuidado, y que hará desaparecer algunos usos indebidos que se puedan estar realizando ahora en la zona. Hemos realizado un inventario de la vegetación actual (15 árboles y 73 arbustos) para asegurar que no se pierda huella verde. Todo lo que se pueda trasplantar, que calculamos es el 80% de los árboles, se va a trasplantar. Los arbustos no se van a poder trasplantar, pero se pondrán otros. El edificio incorpora un proyecto paisajista desarrollado por Iñigo Segurola que revegetará la zona para asegurar la huella verde en su totalidad.
«La principal preocupación es que el edificio haga desaparecer un parque de uso público y eso no va a ser así»
– ¿Quién será responsable de su mantenimiento? Otro temor es que esté muy bonito y cuidado y a los pocos meses parezca abandonado...
– Nosotros. Y por supuesto, con el compromiso de mantenerlo en condiciones óptimas.
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– ¿Cree que convenció a los más detractores?
– Seguro que a todos no. Pero al menos pudieron conocer de primera mano la verdad. También hay vecinos que simplemente prefieren que no se haga nada en esa parcela y se quede como está. Pero hay que recordar que el Plan General de Ordenación Urbana de Donostia aprobado en 2010 ya prevé destinar esa parcela a equipamientos desde hace 13 años. Y que todas las decisiones han sido aprobadas por mayoría en el pleno del Ayuntamiento de San Sebastián, lo que es relevante a efectos de legitimidad democrática.
– ¿Notó apoyos?
– Por supuesto. Una de las personas presentes recordó que hace años había ahí un hospital y dunas, y defendió que los barrios y ciudades deben evolucionar. Otra agradeció que se vaya a revitalizar la zona...
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«Siempre que me sea posible iré al GOe en autobús»
El director general del Basque Culinary Center explica los motivos por los que se ha decidido que el edificio no disponga de aparcamiento, más allá de cuatro plazas pensadas para situaciones indispensables.
- Es cierto que el camino que ha iniciado San Sebastián es el de restringir la presencia de vehículos privados en los barrios más céntricos y que uno de los temores de los vecinos de Gros y Ulía era que el GOe atrajese más tráfico a un barrio ya saturado. Pero habilitar solo cuatro plazas de aparcamiento en un edificio que acogerá a cientos de personas y visitantes ¿no es pasarse un poco de frenada?
- A veces hay que ser un poco radicales en determinadas apuestas y decisiones. Y en este caso la apuesta es por la movilidad sostenible. El GOe se ubica en una zona llana, a nivel del mar, sin cuestas, por lo que es fácil llegar a pie o en bicicleta. Y por supuesto, en transporte público.
- ¿Una de las plazas estará reservada al director general?
- No. La razón de ser de esas plazas es tener un mínimo necesario para situaciones indispensables. Invitados, autoridades, urgencias... El sistema de funcionamiento no está cerrado del todo, pero la idea es operar bajo reserva y en caso de necesidad real de la plaza.
- No me imagino a usted llegando en autobús...
- Pues voy a intentar ser coherente y siempre que me sea posible iré en transporte público. Hay conexión de bus entre nuestro actual edificio de Miramon y Gros. Si por escasez de tiempo o urgencia necesito ir en coche, me tocará reservar plaza, como al resto. También las salas de reunión y espacios de trabajo operarán bajo reserva.
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