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La Fiscalía de Medio Ambiente investigará los vertidos de restos de obra en el Urumea
Un operativo de diez personas ayudadas por un trípode grúa saca del río electrodomésticos, muebles, cinco bicicletas, diez retretes, un somier y hasta una barbacoa
La Fiscalía de Medio Ambiente de Gipuzkoa iniciará una investigación para tratar de esclarecer el misterio de los vertidos de restos de obra que de forma periódica aparecen en el Urumea. El Ayuntamiento ha cursado por primera vez denuncia por estos hechos, que se producen desde finales de 2021 y ya han obligado a realizar varias operaciones de limpieza del fondo del río.
Cuatro trabajadores de la contrata municipal se enfundaron ayer los trajes de neopreno, las botas y los guantes para enfangarse hasta la cintura y sacar del agua todo tipo de objetos y enseres domésticos. Les apoyaban desde la superficie otros cuatro compañeros y dos encargados, además de medios mecánicos como un polipasto y un camión grúa. Según informa el concejal de Mantenimiento Urbano, el socialista Miguel Ángel Díez, en esta nueva batida han aparecido cinco bicicletas –incluida una estática–, radiadores, diez retretes, marcos de ventana, un somier, un sillón, tres microondas, una lavadora y la torre de un ordenador de sobremesa. Como hace unos meses, con el material hallado podría equiparse una casa entera. En esta ocasión, se ve que alguno de los domicilios de procedencia tiene jardín, porque también han aparecido una barbacoa, una parrilla y el armazón de lo que parece un cortacésped o una máquina de pintar líneas.
Los datos
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Vertido Los restos de obra retirados se localizaban entre los puentes del Lehendakari Agirre y Mundaiz.
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Operativo Cuatro personas en el fondo del río y seis en el paseo de Bizkaia ayudados por un polipasto y un camión grúa.
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En marzo Se sacaron siete toneladas de basura en ocho días.
Las pistas apuntan, otra vez, a un obrero que hace reformas en pisos. A varios, mejor dicho, ya que el volumen y peso de muchos de estos residuos hacen necesaria la intervención de al menos dos personas para su traslado y lanzamiento por encima del pretil que rodea el Urumea a su paso por San Sebastián.
A la altura de Amara
El operativo centró sus esfuerzos en la zona ubicada entre los puentes del Lehendakari Agirre y Mundaiz, más cerca de este último, en el lado del paseo de Bizkaia. En concreto, el primer avistamiento que provocó la reacción del Ayuntamiento se produjo a la altura del Politécnico Easo. En marzo, cuando se extrajeron siete toneladas en ocho días, la zona cero se localizaba aguas abajo, hacia el puente de María Cristina.
Después de varias horas de trabajo, aprovechando la seguridad y visibilidad que ofrecía la marea baja, los limpiadores sacaron ayer 560 kilos de basura, que fue llevaba por camionetas a la planta de FCC para su clasificación y tratamiento: el hierro para chatarra, los sanitarios a la planta de inertes de Aizmendi y el sofá al vertedero de San Marcos.
«Esto no puede continuar así», advierte la delegada de Ecología, Marisol Garmendia, quien confía en que las investigaciones de la Fiscalía permitan identificar a los autores de estas «acciones vandálicas, incívicas y presuntamente constitutivas de delito». La edil del PSE lamenta que «alguien utilice el río como vertedero» y subraya que la decisión de su departamento de presentar denuncia «evidencia la gravedad de los hechos». «El Ayuntamiento quiere que se pongan los medios para descubrir a los responsables para que sobre ellos caiga todo el paseo de la ley», concluye Garmendia.