Elkartu denuncia la falta de accesibilidad de los pasos de peatones de la ciudad

Es el caso de Ana Rosa, donostiarra que está en silla de ruedas desde hace 40 años. Con ella visitamos varias calles de la ciudad y cuenta que «soy bastante autónoma. Salgo a la calle a dar paseos, voy al gimnasio, viajo... Sin embargo, las mayores dificultades que me encuentro en mi día a día son relacionadas con la accesibilidad en la calle».

Afirma que esto le sucede «sobre todo cuando salgo a la calle con la silla manual. Entonces me encuentro con muchas dificultades, por ejemplo para pasar los rebajes. Algunos de ellos no están bien hechos, no están pensados para personas en silla de ruedas y da miedo, hay que hacer maniobras de riesgo». Para personas con movilidad reducida, estos desniveles que denuncia Ana Rosa «suponen un gran problema», ya que les puede desestabilizar de manera que pierden el equilibrio. «De hecho, hace poco en un rebaje que tenía bastante pendiente, casi me vuelco hacia atrás. Ya estaba volcándome y un hombre me puso las manos en las rodillas para vencer el peso. Después de un incidente así, una sale a la calle con respeto», reconoce.

Mikel Malkorra, presidente de la Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad, señala que «el año pasado recibimos 791 consultas en Elkartu. La mayoría de ellas eran para presentar quejas y denuncias sobre este tema, para que desde la asociación pudiéramos trasladar esa incidencia al Ayuntamiento». Aunque reconoce que «hasta hoy en San Sebastián se han hecho varios cambios para facilitar la vida de las personas con movilidad reducida, estos aún no son suficientes».

En el escrito remitido recientemente al Ayuntamiento se señalan las normas que obligan a cumplir las condiciones de accesibilidad de los pasos peatonales. A modo de ejemplo, presenta Malkorra, la Orden TMA/851/2021, de 23 de julio, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y la utilización de los espacios públicos urbanizados que señala, en relación con los vados peatonales, que «el encuentro entre el plano principal del vado y la calzada deberá estar enrasado o con un resalte inferior a 4 mm».

Ana Rosa, por su parte, pone el ejemplo de «rebajes que son impracticables con una silla manual y sin motor. Con las obras realizadas recientemente en algunas carreteras del Centro, la accesibilidad no ha mejorado. Con el asfalto ha aumentado la altura de la carretera y el rebaje se ha puesto más difícil».

Por todo esto, Elkartu ha solicitado que el Ayuntamiento adopte las decisiones oportunas y lleve a cabo las actuaciones necesarias para que los pasos peatonales de la ciudad cumplan con las normas vigentes en materia de accesibilidad y garanticen, en consecuencia, el tránsito y desenvolvimiento peatonal de todas las personas, incluidas las personas con discapacidad, en las debidas condiciones de autonomía, seguridad e igualdad.