Los usuarios de la Hípica de Loiola deberán desalojar las instalaciones antes del 30 de junio
Defensa comunica al club su intención de no renovar la concesión más allá de esa fecha, independientemente de si se trasladan o no los cuarteles a esta ubicación
Los usuarios de la Hípica de Loiola miran con tristeza e incertidumbre el calendario. Ven pasar los días sabiendo que el fin de la ... actividad hípica en estas instalaciones, inauguradas hace casi 80 años, está más cerca que nunca. No saben la fecha exacta, pero sí que será antes del próximo 30 de junio. El propio Ministerio de Defensa, titular de los terrenos, les ha comunicado que no tiene intención de prolongar la concesión pública más allá de ese día.
«Ahora estamos en una situación transitoria. El pasado 28 de octubre finalizó la concesión, pero se ha prorrogado en precario mes a mes, con un máximo de ocho meses que finalizarán en junio. Para entonces, si no es antes, tendremos que haber desalojado y cesado toda la actividad que se realiza actualmente: el bar, el aula hípica y los caballos estabulados», explican a DV los usuarios del club.
La decisión, indican estas fuentes, es firme, independientemente de los planes que el Gobierno central tenga para los terrenos de la Hípica. Entre ellos, el convertirse en el nuevo emplazamiento para los cuarteles una vez se acuerde su traslado con el Ayuntamiento. «Esa es la versión oficial, y la que se mantiene, pero lo cierto es que no está nada claro», aseguran los usuarios.
«El contrato se renueva mes a mes, por lo que igual tenemos que marcharnos antes», señalan los afectados
La intención de la Administración del Estado es mantener la titularidad de los terrenos, por lo que en principio se descarta su enajenación o permuta. Sin embargo, según estas mismas voces, la parcela pierde enteros como posible destino del acuartelamiento militar dado que no reúne todas las condiciones necesarias para albergar unas instalaciones de este tipo.
Una información que casa con la postura mantenida por Defensa en los últimos años de rechazo a la Hípica como futuro emplazamiento de los cuarteles de Loiola. La principal razón no es otra que la superficie disponible, no en vano este espacio al otro lado del Urumea ocupa 7,5 hectáreas mientras que el suelo en el que se asientan los 500 soldados del Regimiento de Infantería Tercio Viejo de Sicilia nº 67 ronda la veintena. Con todo, el tamaño no sería el único motivo de la negativa ministerial a cruzar el río.
Los terrenos pierden enteros como destino para el Ejército al no reunir las condiciones necesarias para el traslado
Como la propia secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, aseguró en una respuesta parlamentaria, esta parcela, al igual que otras ofrecidas en el pasado por el Ayuntamiento de San Sebastián como Eskuzaitzeta, Antondegi o Belartza, no cumple con los «requisitos operativos, de seguridad y de bienestar del personal» destacado en los cuarteles. Ahora mismo no hay ninguna propuesta para buscar otro emplazamiento para el Ejército de Tierra en suelo donostiarra.
«Seguiremos insistiendo»
Los usuarios de la Hípica aseguran que seguirán insistiendo «para que se mantenga la actividad y se siga apoyando la equitación» en Donostia. En este sentido, indican que el «escenario ideal» sería que los terrenos pasasen a ser de titularidad municipal y que fuera el Ayuntamiento quien se encargara de otorgar una concesión para su explotación «animando a invertir y mejorar las instalaciones, algunas de las cuales están muy dejadas». Desde el consistorio recuerdan que la decisión corresponde a Defensa y que, en cualquier caso, la hípica no es una actividad a la que se le pueda encontrar acomodo con facilidad.
La parcela, perteneciente en su momento a los caseríos Kapuene y Kapuene Berri, ocupa 7,5 hectáreas de superficie frente al nuevo Txomin Enea y cuenta con cuadras con capacidad para 160 caballos, dos pistas exteriores –sintética y de hierba–, un picadero cubierto y un caminador para seis animales. Además del club social, vestuarios y bar-restaurante con terraza, hay dos pistas de tenis y una antigua piscina en desuso.
A la espera de un acuerdo sobre el acuartelamiento
El objetivo inicial era que a lo largo de 2021 se cerrase el acuerdo para enajenar los terrenos de los cuarteles de Loiola a favor del Ayuntamiento. Sin embargo, la negociación de compra-venta entre el Gobierno central y el consistorio se está alargando más de lo esperado, si bien fuentes de ambas partes aseguran que va «por buen camino», por lo que se han dado tres meses más de plazo, confiando en que el pacto pueda cerrarse antes de que finalice este próximo marzo.
Entre las cuestiones que se deben concretar para completar la adquisición de las 23 hectáreas de Loiola que ocupan los cuarteles del Ejército de Tierra está el precio del solar, que es el objetivo último para el que se creó una comisión técnica con representantes de ambas administraciones.
También se deben definir los límites de la propiedad, la superficie construible total y otras cuestiones sobre plano que ayudarán a concretar cuánto puede valer. También se han entablado conversaciones con URA, la Agencia Vasca del Agua, con el objetivo de saber qué obras hay que acometer en la curva del río dentro del plan de prevención de inundaciones y cómo afectará esa actuación a la delimitación del ámbito.
El consistorio planea impulsar en estos terrenos un desarrollo urbanístico que permita a la ciudad expandirse por la vega del Urumea y sirva de conexión entre los barrios de Riberas de Loiola y Txomin Enea.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión