Comienza la colocación de los nuevos tramos de barandilla de La Concha

Igual la noticia es que una obra municipal, que en realidad son cuatro, va a acabar en plazo. El 6 de julio está previsto que finalicen todos los trabajos que se realizan desde el paseo de La Concha hasta las calles San Martín y Zubieta, que cambiarán de sentido de circulación. Solo quedan dos meses para esa fecha y todo parece verde, pero lo más complicado -lo que se realiza bajo rasante- termina y lo que se aprecia a simple vista va a empezar a cambiar semana a semana. En primer lugar, los nuevos tramos de barandilla de La Concha que han empezado a colocar este miércoles.

Es un momento crítico para estas obras porque todas las zonas de actuación están patas arriba. Incluidas las calles San Martín y Zubieta, que a las obras del Metro suman ahora los trabajos para cambiar de sentido de circulación ambas calzadas. En el primer vial hay zanjas en varios puntos y en pocas semanas se hará sitio para transformar el actual carril derecho, hasta ahora reservado al transporte público, en un bidegorri que conectará el paseo de La Concha con el paseo de los Fueros. Los otros dos carriles restantes serán en sentido hacia el Antiguo desde Urbieta, uno para los autobuses y el hoy central para el resto de vehículos.

En la calle Zubieta, hoy se trabaja en varios tramos de acera. Este vial será el que utilicen los coches y los autobuses para entrar al Centro desde el Antiguo. El cambio de sentido obligará a implantar un cruce semaforizado frente a villa Manolita, hoy aún con zanjas abiertas para finalizar los trabajos de puesta al día de la red de saneamiento.

Donde es más visible la transformación es en el paseo de La Concha, aunque lo más adelantado solo sea apreciable desde la playa. Para renovar los 152 metros de barandilla (38 módulos de cinco flores) se ha tenido que actuar antes en el muro de costa (y en el botaolas) cuyo mal estado contribuía al desplazamiento de las pilastras de piedra y al vencimiento del pasamanos respecto a la vertical, lo que confería a la zona una aspecto inquietante e inseguro. La base en la que se apoyaba la barandilla estaba deteriorada, lo que ha exigido efectuar una intervención integral en toda la sección del paseo, muro y acera incluidos.

Las nuevas barandillas han comenzado a colocarse este miércoles. «Todos los tramos estarán en su posición este mismo mes de mayo», aseguró ayer la concejala de Proyectos y Obras, Duñike Agirrezabalaga (PSE).

Este proyecto de renovación de la barandilla convergió con la adecuación del bidegorri y la reducción de un carril en la calzada del paseo lo que ha permitido materializar una intervención más ambiciosa que la mera renovación estética de la barandilla. Eliminar un carril de circulación posibilita dar una anchura suficiente al bidegorri más utilizado de la ciudad y dotarlo de un separador seguro respecto de la calzada. Además se ensancha la acera del paseo en toda su longitud y se prolonga la línea de tamarindos hasta las inmediaciones del túnel, una imagen que San Sebastián tuvo desde comienzos del siglo XX. La continuidad de la hilera de árboles se truncó con la reforma de la Perla a principios de los 90.

La actual renovación y ampliación en anchura del paseo permite recuperar esta estampa de la fila de tamarindos hasta las inmediaciones de los jardines del palacio Miramar, una banda verde que separará el bidegorri de la nueva acera ensanchada. Los 80 ejemplares previstos se colocarán a finales de junio, en la parte final de la urbanización de las obras.

Con los 152 metros de barandilla que van a ser sustituidos ahora quedarán otros 140 metros por renovar hasta la Perla. Una tramo de 120 metros está ya en licitación para su fabricación este verano y su colocación el próximo otoño. El otro tendrá que esperar a 2023.

Por ello, el gobierno municipal ha decidido juntar los 152 metros de la barandilla ya retirados con los 120 metros que se quitarán en próximo otoño para hacer un sorteo conjunto entre los donostiarras interesados. Se pospone así el reparto anunciado hasta dentro de un año, pero al sumar más metros de barandilla dará más opciones a los ciudadanos que quieran hacerse con un trozo de historia.

Una vez reabiertas al tráfico las nuevas calles Zubieta y San Martín y renovado por completo el paseo de la Concha, algo previsto para el 6 de julio, se acometerá el 'postre' de las obras. El Ayuntamiento logró introducir en el proyecto de renovación de la barandilla un objetivo secundario pero que estaba en el 'debe' municipal desde hace 8 años: La reposición de la farola histórica de Ondarreta ubicada en el acceso de la rampa frente al Club de Tenis y desaparecida en un temporal en 2014. En enero fue desmontada su luminaria 'gemela' para transportarla hasta Foz do Sousa (Oporto, Portugal) y allí hacer el molde en la fundición que se encarga de fabricar las barandillas de La Concha. A finales del mes de julio está previsto que las dos farolas lleguen a San Sebastián y sean colocadas en la bajada a la playa.

Temas

• Playa de La Concha