Los ataques a la Ertzaintza se intensifican en vísperas de otro fin de semana crítico de 'no fiestas'

Algunos grupos de jóvenes parecen haber cogido la costumbre de acabar las noches festivas con un enfrentamiento con la Ertzaintza, y todos los días a eso de las 3.00 de la madrugada convierten la confluencia de la calle San Jerónimo con Juan de Bilbao en una batalla campal en la que lanzan una lluvia de botellas y de otros objetos a las patrullas que se adentran en la Parte Vieja para tratar de disolver las aglomeraciones que se generan tras el cierre de los bares. El choque de la madrugada de este viernes fue el más multitudinario, lo que se tradujo también en un mayor número de detenciones: diez, dos de ellos menores de edad. Todos han sido acusados de desórdenes públicos. Han sido puestos en libertad tras prestar declaración ante el juez. Los menores han quedado en libertad a disposición de sus padres y a la espera de ser citados ante la autoridad judicial.

En los mandos de la Ertzaintza y la Guardia Municipal existe gran preocupación porque estos incidentes graves se han producido en vísperas del fin de semana, cuando además se espera mejor tiempo en Donostia, por lo que el riesgo de que se formen aglomeraciones en la Parte Vieja -zona festiva por excelencia- es aún mayor. Echando la vista atrás, el primer fin de semana de la 'no Semana Grande' fue tranquilo si se compara con la evolución de los episodios violentos que se han producido en los últimos días, por lo que desde este viernes se incrementa la presencia policial en la zona para tratar de evitar «comportamientos absolutamente despreciables por parte de una minoría», como los definió ayer el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia.

Los diez detenidos en la madrugada del viernes volvieron a caracterizarse por su juventud, aunque en esta ocasión la horquilla de edad se fue desde los 17 hasta los 32 años, por lo que no se limitó a jóvenes cercanos a la adolescencia. De los diez arrestados, dos eran menores de edad. Pero es que de los cinco detenidos de la víspera, tres no alcanzaban los 18 años.

Los últimos disturbios del viernes siguieron al dedillo el patrón de las dos jornadas anteriores en las que hubo ataques contra la Ertzaintza y detenidos en Donostia, lo que da a entender que al menos un grupo de jóvenes está a la espera de la posible entrada de una patrulla de la Ertzaintza en la Parte Vieja para disolver las aglomeraciones y, en ese momento, les reciben con el lanzamiento de botellas y diversos objetos.

Los tres dispositivos policiales del martes, jueves y viernes accedieron desde el Boulevard a la calle San Jerónimo alrededor de las 3.00 horas, según informaciones del Departamento de Seguridad, y en los tres casos empezaron a recibir impactos en las confluencias con las calles Juan de Bilbao y 31 de Agosto. La primera de estas calles es la más concurrida estos días cuando se acerca la hora decretada para el cierre de los bares -la una de la noche-, pero por las horas en las que se están registrando los incidentes, parece que dos horas después del cierre de la hostelería continúa llena de personas en ambiente festivo.

Según el relato del Departamento de Seguridad de los hechos ocurridos en la madrugada del viernes, los incidentes se iniciaron a las tres de la madrugada, cuando los agentes recorrían las calles de la Parte Vieja en su labor de vigilancia durante las 'no fiestas'. A la altura de la calle Juan de Bilbao, unos jóvenes comenzaron a lanzar objetos contundentes contra los agentes y, a continuación, se dispersaron por las calles aledañas, llegando a quemar mobiliario urbano, como dos papeleras en el Boulevard. Después, siguieron lanzando objetos contra los agentes, quienes «tuvieron que hacer uso de material antidisturbios». Seguridad hizo público que cuatro agentes resultaron contusionados durante el operativo, a diferencia de los días precedentes, cuando no se dio parte de ningún ertzaina herido.

Como consecuencia de estos altercados, diez jóvenes fueron detenidos por un presunto delito de desórdenes públicos. Entre los detenidos hay dos menores, ambos de 17 años de edad, que quedaron en libertad a disposición de sus padres y a la espera de ser citados ante la autoridad judicial. Los otros ocho arrestados, de edades comprendidas entre los 18 y los 32 años, pasaron la noche en la comisaría y fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia de Donostia por la mañana.