El sueño del hombre que camina por las playas de Donostia con un detector de metales: «Con la moneda que vale un millón de euros ya lo dejo»

Las playas de La Concha, Ondarreta y Zurriola en San Sebastián cuentan con un usuario muy especial: Alberto. Y todo porque este hombre de mediana edad acostumbra a recorrer estos arenales con un detector de metales. «Lo hago para sacarme unas pocas monedas para divertirme», afirma antes de descubrir cuáles son los objetos más habituales que suele encontrarse: «Monedas, anillas de Coca Cola, tapones… y hasta balas de la antigua cárcel de Ondarreta», desvela. Alberto, eso sí, no olvida el día que se hizo en la playa con un auténtico botín en monedas, hasta 240 euros, aunque lo tiene muy claro: «Con la moneda que vale un millón de euros ya lo dejo».

Si hay una imagen que suele llamar la atención en verano es la de un misterioso hombre que acostumbra a revolver la arena de las playas de Donostia con una pala a su paso. Se llama Alberto y no es precisamente muy dado a tumbarse en una toalla para tomar el sol o a lanzarse al agua para darse un buen chapuzón con el que combatir el calor. En absoluto. A Alberto le llama mucho más coger su detector de metales, un 'juguete' con el que pasa horas examinando todo tipo de objetos escondidos bajo la arena.

«Este aparato en sus tiempos valía unos 1.500 euros. Empecé hace 25 años de afición, por un amigo que me convenció para comprarnos un aparato a medias», explica al tiempo que reconoce que se dedica a esta particular actividad por mera afición y para sacarse unas pocas monedas. «Toda afición merece la pena si te vale para pasar el tiempo y divertirte», asegura mientras continúa con su labor.

Hasta la fecha son muchos los objetos que ha sondeado Alberto con su peculiar detector de metales en las playas de La Concha, Ondarreta y Zurriola en San Sebastián, sobre todo «monedas, anillas de Coca Cola y tapones». Eso sí, también se ha encontrado con balas de la antigua cárcel que estaba ubicada en Ondarreta. «Siguen apareciendo a veces en la marea baja», explica.

Con todo, hay una pregunta obligada que asalta a cualquier turista que se acerca a disfrutar de estos arenales. ¿Cuántas monedas puede encontrar al día? Y, sobre todo, ¿Cuál ha sido el día que más dinero ha ganado? Alberto hace memoria y afirma satisfecho: «El día que más monedas cogí en toda mi vida fueron 240 euros», reconoce. Eso sí, más allá de que suponga una afición, tiene claro cuál será el día en el que optará por la retirada: «Con la moneda que vale un millón de euros lo dejo ya», sentencia.