Dbus descarta habilitar servicios nocturnos de taxibús entre semana por la baja demanda

La concejala de Movilidad y Transporte Sostenible, Olatz Yarza, explicó en las comisiones de Pleno que el taxibús –como el que funciona en Ulia– registra una media de 300 pasajeros al día de domingo a jueves, cifra que cae un 80% durante los fines de semana y vísperas de festivos. «Menos de 100 usuarios diarios no justifican la creación de un servicio nocturno», subrayó la delegada del PNV, quien advirtió de que poner en marcha una línea de estas características para las jornadas laborables «sería casi como matar moscas a cañonazos».

La responsable de la antigua Compañía del Tranvía respondía así a una interpelación directa de Elkarrekin Podemos, que puso sobre la mesa el caso de una vecina de Bidebieta que vuelve a su domicilio de madrugada y, ante la imposibilidad encontrar aparcamiento en el barrio a esas horas, tiene que dejar el coche en una zona alejada y poco iluminada y recorrer sola el camino hasta el portal.

«Muchas veces tiene que llamar a su padre para que baje a buscarle y acompañarle», relató la edil de la formación morada Arantza González, quien apuntó que esta situación «seguramente será similar para otras muchas personas de la ciudad».

González argumentó que algunos puestos de trabajo tienen horarios que «dificultan» la movilidad en transporte público, por lo que propuso que se analicen «alternativas» al uso del vehículo privado. «Por ejemplo, la posibilidad de utilizar un servicio de taxibús a demanda integrado en la Mugi, tal y como ocurre con la línea de Ulia. De esta forma, se evitaría que muchas personas trabajadoras se vean obligadas a disponer de un vehículo privado, con todo lo que ello conlleva tanto de ocupación de espacio público como de gasto añadido», ahondó en su exposición.

Yarza dijo ser consciente y comprender las circunstancias que vive el personal de hostelería que trabaja hasta tarde, pero admitió que «es muy complicado encontrar una solución por parte de Dbus» para esta realidad.

La ampliación de horarios que entró en vigor el domingo con motivo de las hogueras de San Juan y que se mantendrá hasta el próximo 31 de agosto tampoco contribuye a aliviar el problema. Los últimos servicios de Dbus salen en verano entre las 21.10 y las 00.00 horas, según la línea de que se trate. Lo mismo sucede los viernes, sábados y vísperas de festivo con los servicios prebúho habituales, que se ofrecen desde que finalizan las líneas diurnas hasta que empiezan a circular los búhos, sobre las 00.15 horas aproximadamente.

Tanto durante el año como ahora en temporada estival, los búhos cubren estos días las necesidades de gran parte de los empleados del sector hostelero, al menos los que no se dedican al ocio nocturno. De ahí que la interpelación de Elkarrekin Podemos haga hincapié en lo que ocurre de domingo a jueves, que son los días que los autobuses no circulan de noche pero sí hay bares y restaurantes que cierran después de que partan los últimos servicios desde el Boulevard y la plaza Gipuzkoa, por citar los dos puntos más céntricos y con mayor concentración de establecimientos de restauración.

Hay que recordar que fuera de los meses de verano, las últimas salidas de Dbus entre semana están programadas –por lo general y salvo excepciones–, entre las 22 y las 00 horas, dejando sin servicio a todos esos empleados cuyos centros de trabajo cierran después de esa hora.