Defensa reacciona en dos días y decide trasladar los cuarteles de Loiola a la Hípica
El ministerio argumentó hace dos semanas en el Senado que este emplazamiento no cumplía con todos los requisitos para acoger las instalaciones militares
Dos días. Lo que no pudo ser en casi tres décadas ha visto la luz en apenas dos días. El PNV arrancó el pasado martes al Gobierno de Pedro Sánchez el compromiso de vender al Ayuntamiento de Donostia los terrenos que en la actualidad ocupan los cuarteles de Loiola para así poder expandir urbanísticamente la ciudad. Y el Ministerio de Defensa tan solo ha necesitado 48 horas para decantarse finalmente por una parcela que permitirá la reubicación de las instalaciones militares en San Sebastián: la Hípica.
A lo largo de los últimos años, era precisamente el nuevo espacio que ocuparía el Regimiento de Infantería Tercio Viejo de Sicilia Nº 67 -instalado en Loiola desde 1926- uno de los principales escollos al que se agarraba el Gobierno central para mantener su cerrazón a trasladar al Ejército. Hasta tres alternativas diferentes han puesto sobre la mesa los diferentes gobiernos municipales en la última década para que los militares se asentasen en otro lugar de la ciudad: Antondegi, Eskuzaitzeta y Belartza II. Pero ningún emplazamiento cuajó.
De hecho, el propio ministerio argumentó apenas hace dos semanas que la opción de la Hípica no cumplía con los requisitos mínimos necesarios para efectuar el traslado. Lo verbalizó en el Senado la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, como respuesta a una interpelación del senador jeltzale Luke Uribe-Etxebarria. «Desde hace varios años hemos hablado de los terrenos de Zubieta, el alto de Antondegi, los terrenos militares de la Sociedad Hípica de San Sebastián y no ha sido posible establecer el proyecto que sería necesario para hacer ese traslado manteniendo los requisitos operativos de seguridad y del bienestar del personal allí destinado», dijo textualmente Casteleiro, que aseguró igualmente que Defensa seguía abierta a «estudiar» estas opciones siempre que vengan acompañadas de «un terreno adecuado y una financiación».
Parece que el Gobierno ha limado en estos quince días los criterios a tener en cuenta para encontrar acomodo a los efectivos de Loiola porque, según confirmaron este jueves fuentes del Ministerio de Defensa a este periódico, los cuarteles serán finalmente trasladados a los terrenos de la Hípica. Una ubicación que, en todo caso -y según fuentes del Ayuntamiento de San Sebastián-, nunca se planteó formalmente como alternativa por parte de la corporación municipal, ni se barajó como opción en las últimas reuniones bilaterales que ambas administraciones han mantenido. Básicamente, porque los terrenos de la antigua Hípica son propiedad del ministerio de Defensa y el Ayuntamiento no tiene competencia para decidir el destino de su uso.
En cualquier caso, con este nuevo paso al frente por parte del Gobierno, el gabinete Sánchez ha tratado de aplacar las críticas vertidas por los partidos de la derecha -especialmente PP y Vox-, que veían en esta ecuación una cesión a los nacionalistas vascos para desterrar a los militares de suelo donostiarra, ya que hasta ayer no se especificó el lugar elegido para la reubicación. Finalmente, las Fuerzas Armadas no perderán presencia en la capital guipuzcoana tras el acuerdo vía enmienda que sellaron el PNV y el Ejecutivo central para vender a la ciudad el solar y así poder construir un barrio nuevo que sirva como nexo de unión entre Riberas de Loiola y Txomin Enea.
Ya lo advirtió el Ministerio de Defensa el mismo martes que cerró el acuerdo con la formación jeltzale a cambio de sus seis votos afirmativos para poder salvar los Presupuestos Generales del Estado: las Fuerzas Armadas no se irían de San Sebastián y su presencia en la ciudad era «innegociable». Dicho y hecho.
«Sin objeciones»
Finalmente, la ubicación elegida han sido los terrenos de la Hípica, muy próximos al cuartel de Loiola, lo que permitirá al Ayuntamiento de San Sebastián -que este jueves aún no había recibido confirmación oficial por parte del ministerio- poder desarrollar un plan urbanístico necesario ante la falta de suelo para construir nuevas viviendas. Y el Ayuntamiento ya contempla la construcción de 1.700 viviendas, con un mayor número de VPO que la exigida por ley.
La nueva ubicación para el cuartel de Loiola, que se encuentra a 500 metros de distancia del actual, es más pequeña, pero el ministerio de Defensa capitaneado por Margarita Robles considera que cuenta con capacidad suficiente para albergar las necesidades del Ejército. Y es que a lo largo de los últimos años el número de efectivos ha ido perdiendo peso. Las obras para la construcción en la Hípica del nuevo cuartel militar serán sufragadas en su mayor parte con el dinero que el Ayuntamiento de San Sebastián pague por los terrenos de Loiola, que será fijado por una comisión creada a tal efecto.
El acuerdo alcanzado por el PNV contempla, igualmente, que este proceso esté finalizado durante el año 2021, por lo que Defensa ha iniciado inmediatamente la parte técnica del proyecto y tiene intención de iniciar las obras necesarias en cuanto cuente con la financiación.
Desde el Ayuntamiento de Donostia acogieron ayer esta decisión «sin ninguna objeción». De hecho, consideran que esta operación facilita el camino para materializar en 2021 el compromiso de que este proceso se finalice el próximo año.
El PP vasco no se opone al traspaso, pero lo ve con recelos
El acuerdo sobre los cuarteles de Loiola ha supuesto un encontronazo interno en el PP vasco. Mientras Carlos Iturgaiz criticaba que «el PNV y Sánchez borran la presencia de España en el País Vasco», el portavoz en Donostia, Borja Corominas, defendía el beneficio urbanístico para la ciudad. Este jueves, fuentes de la dirección del PP vasco matizaron que «nunca nos hemos opuesto a la expansión de la ciudad, siempre que el acuerdo incluya un realojo y no un desalojo» de los militares. «Hasta 48 horas después no se ha conocido ubicación alternativa y tampoco se sabe hoy el supuesto acuerdo, que es fruto improvisado del debate público» que la decisión ha suscitado. Por eso, el PP vasco observará «la veracidad y cumplimiento» del acuerdo.