Costas concede el permiso para retomar la excavación del Topo bajo La Concha

Según fuentes consultadas, los responsables de la obra esperaban desde hace unas semanas la llegada de este aval por parte de Costas al último informe presentado por Euskal Trenbide Sarea tras la extinción del anterior contrato, un paso preceptivo para excavar los 80 metros que quedan por abrir bajo la playa, zona marítimo-terrestre que gestiona el Estado. Así, tras consolidar durante meses el terreno –hasta nuevas inyecciones en las últimas semanas– para evitar que el agua del subsuelo vuelva a provocar incidencias en el túnel y tras adjudicar el nuevo contrato, hay luz verde para que las máquinas vuelvan a abrir la galería desde la Perla, donde quedó estancada. Lo harán en próximas semanas, pero es posible que debido al parón navideño en los trabajos, la excavación en este punto no se retome hasta que arranque enero. Las mismas fuentes aseguran que la Dirección de Costas no ha indicado la necesidad de modificar el proyecto, que sigue siendo «el mismo».

En concreto, en dominio marítimo-terrestre, bajo la playa, quedan por excavar 80 metros a los que se suman otros 70 hasta llegar al cale de la futura estación de Centro-La Concha. Es el tramo más sensible y más costoso, ya que además del parón temporal acumulado, va a requerir otra técnica constructiva que obligará a avanzar de forma mucho más lenta, y que ha elevado el coste de todo el tramo. Los dos socavones aparecidos derivados del primer hundimiento en los cimientos de un bloque de viviendas y la excavación con 'jet grouting' que ya se utilizaba desde Easo han elevado el coste unos 30 millones. Este tramo se adjudicó en origen por 53,2 millones y tras resolver el contrato original, el nuevo se adjudicó a otra UTE por 57,8 millones.

Mientras se reanuda la excavación bajo La Concha, continúa la apertura del túnel por el otro lado, en la calle Urbieta. Allí, desde agosto la rozadora trabaja para llegar hasta la altura de San Martín, hasta el otro extremo de la caverna de la estación que tendrá 100 metros de longitud.

Mientras, en superficie, en la calle Loiola, donde se abrirá uno de los accesos a esta estación, los operarios están realizando trabajos previos para «en breve» empezar a inyectar también aquí y en la boca junto al Hotel Londres hormigón para «consolidar el terreno en las capas superiores». Estos trabajos de refuerzo extra no fueron necesarios en el otro tramo ya totalmente excavado entre Lugaritz y Miraconcha.

Entre Urbieta y La Concha quedan menos de 450 metros por abrir, un 10% de toda la variante, pero el tiempo que requerirá hacerlo va a ser superior al necesitado hasta ahora. La previsión es que durante 2022 se pueda abrir por completo la caverna y que a comienzos de 2023 se complete la excavación de todo el túnel y comience a instalarse la superestructura.

La reanudación de los trabajos bajo la Concha van a estar vigilados atentamente no solo por los técnicos, sino por los vecinos y los grupos más críticos o contrarios a la obra, ante la posible aparición de nuevas incidencias. EH Bildu pidió hace unos días una nueva comisión municipal de seguimiento para conocer la situación actual.