Bicis donostiarras en Paiporta y Catarroja
DANA ·
Agentes de la Guardia Municipal reparan en su tiempo libre y transportan a Valencia casi medio centenar de bicicletas abandonadas en las calles de San SebastiánLa solidaridad guipuzcoana con los afectados por la DANA parece no tener fin. Dos agentes de la Guardia Municipal de San Sebastián viajaron el miércoles ... por carretera hasta Valencia con un cargamento de bicicletas que ellos mismos han reparado y que repartieron entre las personas que necesitan un vehículo, principalmente para trabajar.
Hace unas semanas contactaron con la asociación local Soterranya, que se dedica a esta labor de manera altruista, y les comunicaron que había una gran demanda en la zona. Así que, en sus ratos libres, pusieron a punto casi medio centenar de bicis abandonadas en las calles de Donostia que, transcurrido el plazo legal, nadie había reclamado en el depósito municipal de Morlans.
«Cuando sucedió la tragedia de la DANA, nosotros y otros muchos compañeros del cuerpo quisimos ir a ayudar, pero por cuestiones burocráticas no fue posible realizar la misión y esa espinita se nos quedó clavada», cuenta Francis Indias, agente adscrito a la Central de Coordinación de la Guardia Municipal. Entonces se les ocurrió la idea de colaborar con el envío de bicicletas y, aprovechando los conocimientos de mecánica del agente Javi Cortés, aficionado al ciclismo y perteneciente a la Unidad de Atestados, lograron reunir un total de 45 que, desde el miércoles por la tarde, ya están en manos de sus nuevos propietarios.
Regalo de Reyes
Para la puesta a punto de los vehículos han dedicado «entre 40 y 50 horas» de su tiempo de ocio. La única condición que les ponían desde la asociación era que las bicicletas estuvieran listas para usar, ya que Soterranya también suele montarlas a partir de las piezas que recibe pero les advirtieron de que en estos momentos de «necesidad apremiante» no podrían arreglarlas. Un gesto solidario que a buen seguro agradecen en Valencia, donde toda ayuda es poca para intentar recuperar la normalidad dos meses y medio después de la catástrofe.
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