«Ni pelotazo, ni más tráfico ni adiós al verde»: la réplica del BCC a los críticos con el edificio de Gros

En un encuentro con los medios para presentar los detalles del nuevo edificio y su actividad prevista, Aizega ha recordado que, como ya avanzó DV, las obras se licitarán a mediados de octubre y la construcción dará comienzo a mediados de noviembre. El calendario prevé que finalicen a finales de abril de 2025, a partir de cuando el proyecto GOe arrancará su actividad.

Aizega ha estado acompañado por el director de desarrollo global del BCC, Asier Alea; la directora de BCC Innovation (el centro tecnológico del BCC), Begoña Rodríguez; y del televisivo paisajista Iñigo Segurola, responsable del proyecto vegetal que incorpora el nuevo edificio.

Entre todos han aprovechado para responder «a las principales inquietudes que nos han llegado desde que se dio a conocer la ubicación del edificio». Las respuestas desmienten las principales críticas que alegan los contrarios al proyecto. A la presentación ante los medios por la mañana seguirá esta tarde a las 19.00 horas en el Auditorio del BCC en el Parque de Miramon, una sesión abierta a la ciudadanía para que quien quiera asistir pueda expresar sus dudas y opiniones. Además, antes del comienzo de las obras se celebrará en el barrio una reunión informativa con los vecinos sobre el proceso de construcción, y mientras duren los trabajos se habilitará una oficina permanente de información para que estos puedan trasladar sus consultas.

Aizega ha negado la mayor en esta cuestión. Ha recordado que el Basque Culinary Center no es una entidad privada, sino una fundación sin ánimo de lucro y que está declarada de utilidad pública. De hecho, en el patronato de la fundación (su órgano de gobierno) participan el Ayuntamiento de Donostia, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco. El resto son empresas privadas, cocineros, Mondragon Unibertsitatea y el centro tecnológico Azti. En este sentido, ha remarcado que la fundación está integrada en el sector público vasco, sujeta a la ley de contratos del sector público y al régimen de control del Gobierno Vasco. «Por lo tanto -ha sentenciado- se puede afirmar incluso que tiene características más cercanas a lo público que a lo privado».

Vinculado a lo anterior, hay quienes han denunciado que tras esta operación se escondería un «pelotazo» por el que el Ayuntamiento ha cedido un terreno municipal y la Diputación y el Gobierno Vasco financian una construcción en beneficio de una entidad privada. El director del BCC ha reiterado que se trata de una fundación sin ánimo de lucro, «por lo que nadie se lleva nada. Todo lo que se obtiene se reinvierte en las actividades y en el desarrollo del proyecto. Muy al contrario, -ha puntualizado- las personas, entidades y empresas patronas aportan recursos, tiempo e ideas».

Respecto a la cesión del suelo municipal para la ubicación del edificio, ha recordado igualmente que «se trata de una cesión temporal (por 75 años) estrictamente para el desarrollo de la actividad prevista, sin que el BCC pueda realizar ninguna operación jurídica relacionada con ella. Al cabo de ese tiempo, la parcela volverá a ser del Ayuntamiento».

Respecto a las críticas por la ocupación repentina de un espacio verde con un edificio, los responsables del BCC han explicado que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Sebastián aprobado en 2010 ya preveía que la parcela en la que se construirá GOe estaba destinada a este tipo de uso. «Es decir, el uso urbanístico de esa zona está previsto desde hace 13 años», ha recalcado el director del centro. En cualquier caso, ha puntualizado también que el edificio del BCC ocupará 3.800 metros cuadrados de los 24.250 que tiene todo el ámbito urbanístico. Esto es, «la parcela de GOe supone el 15,6% del total de la zona que hay que desarrollar y urbanizar».

En este punto ha añadido que «las terrazas del edificio estarán abiertas al público, por lo que se mantendrán todos los usos sociales y de esparcimiento actuales, garantizando que la huella verde sea prácticamente la misma a la actual. Los vecinos podrán disfrutar de la zona, pasear a sus perros... Aportamos un nuevo parque público a la ciudad», ha remachado.

La parte relativa a la vegetación que acompañará al edificio ha corrido a cargo de Iñigo Segurola, paisajista de Lur Paisajistak, responsable del proyecto paisajístico del GOe y conocido por su pasado televisivo en programas como Bricomanía y Decogarden. Tras apuntar Aizega que «la conservación de las especies arbóreas presentes en la zona ha sido una de nuestras preocupaciones fundamentales», Segurola ha explicado que en la zona que desaparece se han identificado 15 árboles y 73 arbustos, y que se prevé trasplantar como mínimo el 80% de los árboles. Esta actuación se completará con la revegetación del entorno con un proyecto paisajístico que asegure en su totalidad la huella verde ahora existente.

La última de las grandes preocupaciones a las que los responsables del BCC han querido dar respuesta es el temor a un aumento del tráfico en una zona ya saturada por la afluencia de profesores, alumnos, investigadores y visitantes al edificio. Aizega ha lamentado que «se ha dicho que habrá cuatro plantas de parking subterráneo, cuando la realidad es que no existirá ninguna planta subterránea, ya que todo se va construir sobre rasante. Lo que habrá son 4 plazas para vehículos y 180 plazas de parking para bicicletas. Muy al contrario, tratamos de fomentar la movilidad sostenible y que la gente se acerque a pie o en bicicleta», ha finalizado.