El viaje de la icónica barandilla de La Concha desde la fundición al Paseo

Poco más de 200 metros quedan para culminar la renovación total de la barandilla de La Concha, uno de los símbolos más reconocibles de la capital guipuzcoana. Este mes ha finalizado la obra de otros 38 tramos de barandilla, que suman un total de 152 metros, un característico elemento del litoral donostiarra, inaugurado en 1916 y diseñado por Juan Rafael Alday Lasarte. Solo quedarán por reemplazar 240 metros entre la actual zona de obras y La Perla, algo que se acometerá en dos fases: una el próximo otoño y la siguiente en 2023.

Los elementos que visten la barandilla son «puramente guipuzcoanos», lo que supone, según Joel De Frías, responsable de producción de Harri, «un valor añadido». Precisamente, con ese espíritu nació el vídeo que muestra el viaje de la barandilla desde la fundición hasta el paseo de la costa donostiarra. Nada más lejos de la realidad, la fundición de las barandillas y la elaboración de la piedra recuerda, en opinión de De Frías, a un «método artesanal en el que el cuidado y la sensibilidad cobran protagonismo en la rehabilitación de un símbolo de San Sebastián. Queríamos mostrar precisamente eso, que hay un trabajo muy duro y cuidadoso detrás de la barandilla».

La piedra, por ejemplo, llega desde la cantera de Lastur, una de las explotaciones ornamentales más importantes del País Vasco. «El vídeo trata de mostrar el oficio que hay detrás, la sensibilidad con la que estamos trabajando. Para un sector que a día de hoy está tan denostado, hemos creído y necesario hacer esta labor pedagógica», explica De Frías.

Lo cierto es que el Ayuntamiento ya metió mano a la barandilla en 2004. Ese año se procedió a renovar el tramo comprendido entre el Náutico y la primera rampa de La Concha. En 2016 se renovó el tramo entre Plaza de Cervantes y La Perla. El año pasado, en pleno confinamiento, se renovó el tramo entre el túnel del Antiguo y la segunda bajada a la playa y ahora se remata toda la actuación con el tramo que faltaba.

La rehabilitación de la mítica barandilla se ha realizado en el marco de un proyecto más amplio de ensanchamiento de la sección del paseo a costa de un sacrificar un carril de circulación. La ganancia de zona peatonal y ciclista a cambio de reducir calzada va a permitir, según fuentes municipales, un crecimiento de la acera del paseo de La Concha y una renovación y ampliación del bidegorri, el carril bici más utilizado de la ciudad.

El presupuesto de esta fase de la obra ha asecendido a los 800.000 euros. La fabricación de la nueva barandilla de La Concha ha corrido a cargo de la fundición portuguesa de Oporto, como ya lo hizo con los tramos renovados en la primera fase.

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