Solo tres dársenas de la estación de autobuses cumplirán la normativa de accesibilidad

La estación de autobuses tendrá solo tres dársenas de un total de 21 que cumplirán plenamente las normativas de accesibilidad. Este hecho ha sido denunciado por Elkartu, la Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Gipuzkoa, que no tuvo ninguna respuesta a sus reclamaciones por parte del anterior ejecutivo local y que solo ha logrado del actual un cambio en el diseño para, eliminando dos dársenas, poder lograr la accesibilidad plena de tres andenes.

El proyecto de la estación de autobuses lleva gestándose más de una década, pero, al parecer, ninguno de los diseñadores o supervisores de la operación había caído en la cuenta de que ninguna de sus dársenas cumplía al completo la normativa de accesibilidad. Elkartu lleva más de un año tratando, primero de tener información de la estación de autobuses y, segundo, de que alguien le haga caso para que se cumplan todas las normas de accesibilidad. En septiembre del año pasado, la entidad presentó alegaciones al proyecto de la estación de autobuses ante el Departamento de Infraestructuras del Ayuntamiento, pero, según explica su portavoz, Mikel Malcorra, «no tuvimos información de si las dársenas eran accesibles. Enviamos nuestros planteamientos, pero no tuvimos respuesta». En marzo de este año, Elkartu se reunió con miembros del Departamento de Movilidad del anterior gobierno municipal que «se mostraron sorprendidos» de que el diseño no cumpliera totalmente la normativa de accesibilidad. «Nos dijeron que modificar las dársenas sería problemático».

Cuando se produce el cambio político en el Ayuntamiento, en el mes de junio, Elkartu solicitó reuniones y envió de nuevo sus planteamientos logrando entrevistarse en julio tanto con el delegado de Urbanismo como con la delegada de Movilidad. A finales de agosto, en una nueva reunión, la concejala de Movilidad, Pilar Arana, junto a las empresas encargadas de la construcción y explotación de la estación, trasladaron a Elkartu una propuesta para modificar el proyecto con el objetivo de lograr, al menos, la accesibilidad plena de dos dársenas, operadas por Alsa y Pesa, las dos principales empresas de transporte, más la de una dársena auxiliar. Esta propuesta trata de conjugar los derechos de la concesionaria de la estación, que pierde dos dársenas, con los de las personas con movilidad reducida. Pero Elkartu demanda que todas las dársenas de la estación sean plenamente accesibles y no admite «que solo se cumpla parcialmente la normativa». «Esto no puede ser una subasta, es una cuestión de principios», indicó Malcorra.

Distribución circular

El problema es que las dársenas están distribuidas de forma circular alrededor de una rotonda central con lo que los andenes son más estrechos en la parte trasera del autobús (por donde acceden los viajeros en silla de ruedas) que en la delantera, donde sí se cumple la normativa. Según Elkartu, la parte final de las dársenas solo tiene una anchura de un metro cuando para ser plenamente accesibles para toda persona con movilidad reducida (alguien en silla de ruedas) «debería tener unos 3 metros de anchura». El planteamiento de sacrificar dos dársenas para poder construir tres andenes totalmente accesibles es juzgado como insuficiente por Elkartu. «Mostramos nuestra más absoluta disconformidad porque choca con la normativa vigente en materia de accesibilidad y perjudica de forma grave al colectivo de personas con discapacidad al vulnerar su derecho a hacer uso de un servicio público en condiciones de igualdad con el resto de al ciudadanía. La obligación de las administraciones públicas de garantizar el derecho a la accesibilidad universal no puede darse por cumplida con la existencia de dos o tres dársenas accesibles de un total de 21».

Ramos: «Bildu ignoró el asunto»

El concejal de Proyectos y Obras, Enrique Ramos, explicó que el gobierno PNV-PSE se ha encontrado con el problema a cinco meses de la inauguración de la estación. «Lo sorprendente es que nadie del gobierno de Bildu haya hecho caso a Elkartu en los últimos años. Acceder ahora a todos sus planteamientos hubiera supuesto cargarnos la mitad de las dársenas y hemos tenido que arbitrar una solución intermedia».

Hay otras peticiones del colectivo de discapacitados que en su mayor parte «van a ser atendidas», según explicaron tanto Enrique Ramos como Pilar Arana. Se trabaja, por ejemplo, en que haya condiciones de accesibilidad para las personas con discapacidad visual; se va a dar respuesta a la reclamación de que las plazas para discapacitados en el parking subterráneo estén lo más cerca posible de los ascensores, y que el itinerario desde la calle a las dársenas tenga los menos recodos posibles. No está previsto, sin embargo, que exista, como ha pedido también Elkartu, un servicio de asistentes para facilitar el acceso, el tránsito por la estación y la subida y bajada de los autobuses de personas con discapacidad.