El puente María Cristina tendrá un carril menos y se ensanchará una de las aceras

Más peatones y ciclistas, y más autobuses con los que los vehículos deberán aprender a convivir en este tramo de la ciudad. Se prevé que la nueva estación de autobuses esté terminada para finales de año y su correcto funcionamiento también dependerá de otras modificaciones urbanísticas que deberán realizarse en su entorno más cercano y que previsiblemente arrancarán en septiembre con un plazo de ejecución de dos meses.

Entre las modificaciones más significativas se encuentra la redistribución del puente que pasará de tener tres carriles (dos en sentido centro y uno hacia la estación) a dos, uno para cada dirección.

Ante la previsión de una mayor afluencia y frecuencia de viandantes, se ensanchará la acera en su margen más cercana a la desembocadura del río, que pasará a tener una dimensión de 5, 80 metros (ocupando hasta lo que hoy en día es el bidegorri), frente a los 2-3 metros con los que cuenta actualmente. La acera opuesta mantendrá su anchura, pero se pretende repavimentar, unificando tonalidades de pavimentos y bordillos, de cara a preservar una unidad estética en el puente.

El proyecto también contempla actuar sobre el bidegorri. Si hasta ahora discurrían las dos direcciones por la margen más cercana a la desembocadura, se rediseñará ubicando a ambos lados un carril para cada dirección. Estarán, al igual que ahora, a nivel del vial separados por bolardos que protegerán al ciclista de los vehículos.

Este nuevo trazado de viales y carril bici se prolongara desde el puente María Cristina, hasta la plaza Bilbao, por Valentín Olano, con el fin de mantener el mismo criterio visual y funcional para peatones, conductores y ciclistas. De esta forma, los carriles de circulación de la calle Valentín Olano seguirán el mismo patrón que el puente, pasando de tres a dos carriles de circulación.

Cambios en Árbol de Gernika

Estás actuaciones, que cuentan con un presupuesto cercano al millón de euros, también requerirán la modificación del ancho de los carriles del paseo Árbol de Gernika, que redistribuirán sus dimensiones. En los 70 metros anteriores al puente y en los 40 metros posteriores, el carril que discurre junto al río pasará a tener 3,45 metros y estará reservado al uso exclusivo de autobuses. Los dos carriles restantes, por los que transitarán el resto de vehículos, pasarán a medir 2,75 metros. Asimismo, para permitir el giro del autobús hacia la estación , sin colisionar con vehículos o ciclistas que transiten por el puente en dirección al centro, se retrasara la situación del semáforo que regula la circulación de estos últimos, desplazando igualmente el paso de cebra.