Se hace realidad la estación de autobuses
Las inundaciones de 2011 en Txomin y Martutene fueron el aldabonazo para activar las obras previstas en el Plan de Prevención del Urumea
AINGERU MUNGUÍA
Viernes, 22 de mayo 2015, 07:56
La legislatura municipal se acaba y en el haber de estos cuatro años figuran hitos como la construcción de la estación de autobuses, el consenso político en torno a la extensión del quinto contenedor (aunque sin acuerdo en Gipuzkoa sobre la solución de cierre a la gestión de los residuos) y el comienzo de las actuaciones en el Urumea para solucionar las cíclicas inundaciones. Avances que han sido como el parto de los montes pero que permiten despejar algunas incógnitas que reinaban al inicio de la legislatura.
Publicidad
-
millones de euros
-
es la cantidad que se ha gastado el Ayuntamiento en gestión de terrenos, derribos y expropiaciones en Txomin Enea (13 millones de euros) y Martutene (6,7 millones) para poder hacer realidad el nuevo barrio, en el primer caso, y para poner en manos del Gobierno Vasco los terrenos necesarios para actuar en el cauce del río Urumea, en el segundo.
Atotxa, Riberas, Atotxa. El nuevo gobierno municipal intentó, sin éxito, cambiar la ubicación de una estación de autobuses que se encontró adjudicada por Odón Elorza. Primero lo pretendió poniendo sus ojos en una parcela de Riberas de Loiola que no era municipal sino del Gobierno Vasco con el peregrino argumento que allí podría parar el TAV, algo que se demostró imposible de todo punto. Luego barajó llevarla unos metros más allá, bajo el Jardín de la Memoria. Ninguna de sus ideas cuajó en el Pleno del Ayuntamiento, que ratificó la ubicación de Atotxa. Entonces, Izagirre pidió un estudio de impacto ambiental a la Diputación y tramitó con Adif los permisos para ejecutar las obras, lo que llevó a una paralización del contrato de concesión de la UTE encargada de construirla. Los trabajos finalmente arrancaron y hoy son una feliz realidad. Si las previsiones no fallan, esta necesaria infraestructura estará finalizada para final de año. La última polémica se ha solventado con el proyecto de urbanización de los alrededores del paseo de Francia, tras poner los taxistas el grito en el cielo porque no se hubiera tenido en cuenta que sus necesidades de espacio se multiplicarán en los próximos años no solo con la nueva estación de autobuses, sino con la futura llegada del TAV y la puesta en marcha de Tabakalera.
Acuerdo con las basuras. La llegada de Bildu a la Alcaldía dejaba la incógnita de si intentaría en San Sebastián lo que sin tanto miramiento ha puesto en marcha en buena parte de Gipuzkoa. Su falta de apoyo político y social para apostar por la polémica solución del puerta a puerta le llevó a avenirse a un acuerdo para extender el quinto contenedor por toda la ciudad. PSE, PP y PNV asumieron que la ciudad se pusiera unas metas exigentes de reciclaje para los próximos años a cambio de que Bildu renunciara a un sistema que ha generado un importante rechazo en los municipios donde se ha implantado, entre ellos muchos fronterizos con San Sebastián.
Prevenir las inundaciones. El 6 de noviembre de 2011 y el 16 de abril de este año son dos fechas históricas. Martutene y Txomin sufrieron en el primer caso una de las inundaciones más graves de su historia. Casi cuatro años después, las máquinas entraban en el cauce del río a la altura de la colonia de El Pilar para empezar a materializar las actuaciones previstas en el plan interinstitucional para poner a salvo estos barrios de futuras crecidas. En medio de esas dos fechas ha habido mucho trabajo de definición de los proyectos, de gestión de los terrenos, de expropiaciones y de derribos para poder ensanchar el cauce del río, construir muros de encauzamiento o dar lugar a nuevas comunicaciones como el puente de Martutene. El acuerdo político alcanzado entre todas las formaciones sobre que este es un tema trascendental para el conjunto de la ciudad garantiza además que eventuales cambios en los gobiernos municipal, foral y autonómico no supondrán una interrupción de este plan. La renovación del puente de Martutene es emblemática, pero no menos importantes serán la construcción de los nuevos puentes de Astiñene (Egia), Espartxo (Txomin) y cuarteles (si el Ministerio de Defensa se aviene a negociar con el resto de instituciones implicadas).
Boulevarización. Hay actuaciones que es difícil saber si tienen que estar en el debe o en el haber de la legislatura, como los proyectos de las boulevarizaciones. En Loiola se ha decidido aplazarla ante la falta de demanda para el parking subterráneo previsto. En el caso de Añorga, el proyecto definitivo de la primera fase se acaba de aprobar por parte del gobierno municipal, un trámite que ha costado toda una legislatura. En breve, las obras saldrán a licitación y su materialización a lo largo de este año cambiará la faz del barrio. La antigua N-I se transformará en una calle urbana.
Publicidad
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión