Orio pierde a su mayor aguilucha

Se va, además, con la felicidad no solo de haber conseguido dos Ligas Euskotren de manera consecutiva, sino por el camino que ha tenido que recorrer. «Es muy bonito ganar, pero para mí es más agradecido todo el proceso, de saber qué es ser última, intentar mejorar un puesto cada año», afirma. No obstante, Olasagasti es junto a la patrona, Nadeth Agirre, la única presente en la década de crecimiento del bote amarillo desde su inicio en 2010. «Orio tenía que tener una trainera femenina, entonces nos juntamos diez juveniles, chicas de 16-17 años, luego estaba yo por la mitad y las otras ocho eran gente que había remado en la década de los 90. Había mucha diferencia de edad, las veteranas no habían remado en banco fijo, tenían otro tipo de experiencia y las juveniles venían con ganas. Y luego estaban los horarios, unas estudiaban, otras trabajaban, otras tenían hijos... era difícil», rememora.

La remera oriotarra, sin embargo, guarda especial cariño a un año en el que, bajo la dirección del entrenador Klaudio Etxeberria, la trainera comenzó a ser «competitiva» y el germen de un proyecto ganador como el actual. «Nos costó mucho arrancar y luego empezamos ya hacia arriba a partir de 2014, cuando entramos en La Concha cuando había solo cuatro participantes. Ese fue el primer impulso hacia arriba».

Este último año, el de despedida, sostiene que ha servido para poner «más en valor» y reivindicar lo logrado por Orio después de que se hayan sentido un «poquito menospreciadas» en temporadas anteriores. «Aunque no lo parezca, nadie se acuerda que en 2018 no ganamos nada, pero estuvimos a 3-4 segundos todas las regatas de San Juan. Todo el mundo se olvida de Orio porque San Juan ganó todo y hay que ensalzarlo. Nosotras queríamos demostrar, sobre todo este año, que Orio está ahí porque se lo merece, se lo ha ganado y porque hace muy buenos tiempos. No porque no estén las otras».

Itziar Olasagasti afirma haber llegado al momento idóneo para «desconectar un poquito» con la tranquilidad que da saber que la trainera queda «en buenas manos. En los últimos diez años hay muchas chicas en categorías inferiores, si está la trainera están las categorías inferiores y se trabaja en ello. El bloque continúa y sube de categoría gente de mucha calidad. Son jóvenes pero con experiencia porque han remado los últimos años con San Juan en la Liga ETE o han participado con nosotras en descensos, en algunos entrenamientos... Es gente que no viene de cero. Tendrán que dar el callo, pero están ahí. Auguro un futuro bueno», señala convencida.

La oriotarra, no obstante, seguirá «ligada» al club y al deporte —es monitora deportiva— después de haber entrado este año en la Junta Directiva de la Federación Guipuzcoana. Asimismo, tampoco descarta volver a bogar de nuevo. «De momento no me lo planteo, pero no lo descarto aunque ahora quiero disfrutarlo desde fuera».