La Real paga once millones por Yangel Herrera

Yangel recaló ayer por la noche en Donostia y hoy estampará su firma en su nuevo contrato, que podría ser de cinco temporadas. El venezolano se personó en el Hotel Costa Vasca a eso de las 22.45 horas de ayer tras un largo viaje en coche desde Girona acompañado de su mujer e hija. A las puertas del edificio le esperaba un Erik Bretos que está teniendo el agosto más ajetreado de su vida. El centrocampista, sonriente, saludó a los medios de comunicación presentes antes de subir a su habitación a descansar. Según ha podido saber este periódico, el futbolista ya ha realizado las pertinentes pruebas médicas por lo que no va a haber inconvenientes en que la operación se cierre del todo durante el día de hoy.

Pese a ello, habrá que esperar para ver vestido de corto a un Yangel que se lesionó la semana pasada ante el Villarreal. Habrá que ver cómo evoluciona su estado físico durante las próximas semanas, pero de pronto no viajará con Venezuela y tampoco estará listo tras el parón de selecciones. Los dos clubes conversaron durante días para incluir a Sadiq Umar en la operación para que el montante final se redujera, pero la insistencia del jugador y su deseo de aterrizar en Valencia ha hecho que no se llegara a un acuerdo.

Yangel, de 27 años y nacido en La Guaira, Venezuela, se suma así a un nutrido centro del campo al que también hay que añadir a Carlos Soler. Con contrato con el Girona hasta 2027, el sudamericano ya había comunicado al conjunto gironí que no tenía ninguna intención de prolongar su vinculación con el club. Ante esa tesitura, el Girona se abrió a vender al futbolista, aunque no a cualquier precio porque es fundamental en los planes de Míchel. Los catalanes son ahora mismo el peor equipo de la categoría y pierden así a una pieza básica en el sistema del entrenador vallecano. Fuentes cercanas al Girona desvelan que hace semanas, cuando arrancaron las conversaciones, el entrenador catalogó como «intocable» a Yangel, hasta tal punto de que si se marchaba podría incluso presentar su dimisión. Parecía demasiado.

Sea como fuese, el Girona aceptó la situación y se decantó por entrar a negociar la venta con la Real pese a que el precio de entrada era altísimo. Quique Cárcel y la dirección deportiva gironí se remitían a la cláusula de rescisión que ascendía hasta los 25 millones de euros. Los dos clubes, en todo caso, también se abrieron a incluir a Sadiq Umar en la negociación hasta tal punto de que tenían pactado un precio con el nigeriano y otro sin él. La insistencia de Sadiq de jugar en Valencia hizo que finalmente sea esa segunda cifra el montante final de la operación. La Real pagará once millones con la posibilidad que sea uno más si se cumplen diferentes variables. Así las cosas, el Girona se inclinó entonces por Vladyslav Vanat, delantero del Dinamo de Kiev por el que ha pagado 15 millones de euros con la intención de que se convierta en el próximo Artem Dovbyk. Sadiq era uno de los arietes que tenía en su radar Quique Cárcel, pero finalmente la operación del ucranio llegó a buen puerto.

Yangel conocerá en los próximos días a los que serán sus nuevos compañeros, aunque con uno de ellos tiene una magnífica relación. Su compatriota Jon Mikel Aramburu también ha empujado de cierta manera para que el vinotinto fiche por la Real toda vez que durante estos últimos días han mantenido conversaciones sobre cómo se trabaja en Zubieta. La Real ya tiene dos centrocampistas más para una medular poblada en la que habrá pelea para tener minutos. Septiembre empieza con intensidad.