Valladolid-Real Sociedad B: En el fútbol, y con el Sanse de visitante, todo es posible

Si el fútbol es el deporte más popular en el mundo, lo es gracias a partidos como el que jugó el Sanse ayer en el Zorrilla, que apeló a la famosa y conocida historia del pequeño David, en alusión al filial realista, contra el gran Goliat, por el Valladolid, para alimentar y mucho las esperanzas por mantenerse el año que viene en Segunda. Dos autogoles de El Yamiq, uno tras falta y otro con disparo de Sola, dieron alas a los de Alonso, que dio una 'masterclass' a Pacheta para seguir creyendo en el objetivo. La salvación, con las derrotas del Sporting y Málaga, a los que tiene ganado el golaveraje, queda a cuatro puntos a falta de cuatro partidos. El sábado los txuri-urdin podrían quedarse a un solo punto si ganan a un Fuenlabrada descendido.

Se preveía que el once fuera defensivo, pero no tanto. El tolosarra pudo contar con dos de lo tres jugadores que hace veinticuatro horas estaban en Vallecas con el primer equipo, Lobete y Martin. Optó por dar la titularidad a este último. También a Blasco, Aranbarri, Aldasoro y Magunazelaia, éste en sustitución de un Karrikaburu que dio mucho que hablar la semana pasada. Pacheta se vio obligado a improvisar para formar su defensa, con dos centrales zurdos, y una medular diferente ante las siete bajas, cinco de ellas por sanción.

El duelo no tuvo un primer cuadro dominador, pero si había que decantarse por uno, ese tenía que ser la Real B. El Valladolid se asentó con el paso de los minutos. En la primera ocasión avisó y en la segunda estuvo cerca de abrir brecha. Plata se la cedió a Villar, el más destacado del plantel pucelano, y atajó Zubiaurre, un portero de los pies a la cabeza que transmite seguridad. El dominio blanquivioleta no resultó inquietante para un Sanse compacto, serio y contundente con su 1-5-3-2. El único lunar fue la tempranera amarilla para Blasco tras agarrar levemente a Villa.

Por momentos se vio un Sanse blando, pero por lo general, fotografía de equipo formalmente correcto. Eso sí, apenas se aproximó a la meta de Masip. Salvo en una que intentó sorprender. Llevó Navarro tras ganar la espalda a los mediocentros vallisoletanos, filtró un pase a Martin y éste, con poco ángulo, disparó alto. El único y más claro acercamiento del Sanse antes de que Zubiaurre se volviera a exhibir con un paradón al ecuatoriano Plata, que quebró hacia dentro y su chut con la zurda lo atajó el meta realista. Un penalti inexistente de Urko sobre Anuar que el colegiado no vio y una ocasión clara perdida por el lado derecho, del mismo hombre del Pucela, fueron lo más destacado hasta el paso por vestuarios.

Cuando algo va bien, para qué cambiar, debió pensar Alonso en el descanso. Mantuvo el plan. Y este salió. No se rompió, como el motor de Fernando en la Fórmula 1. El Valladolid dio un paso adelante lógico, con más dinamismo. Lo más positivo es que las ocasiones locales no se tradujeron en remates a puerta. Los realistas achicaron, se vieron con remotas opciones y fueron a por ellas. Magunazelaia perdonó primero con un chut alto antes de que llegaran los goles. Si el Sanse acaba salvándose, deberá agradecer sin duda a El Yamiq, que se anotó el balón en su propia portería en dos ocasiones. Primero tras un cañonazo a balón parado de Ander Martin que prolongó Blasco y pudo despistar al central blanquivioleta. Después, tras una jugada en la que recoge Sola a pase de Magunazelaia en la derecha y le pega con todo para tocar nuevamente en el marroquí y hacer el segundo. Recortó distancias el Valladolid por medio de Sánchez pero el Sanse aguantó el asedio, hasta pudo hacer el tercero, y regresó con tres puntos de oro para no dejar de insistir.

Una semana después de la victoria en el Reale Arena ante el Amorebieta, el Sanse busca este lunes asaltar Zorrila y llevarse los tres puntos. Enfrente tendrá al Valladolid de Joro Martín 'Pacheta', conjunto que busca una de los dos plazas de ascenso directo a Primera junto a Eibar y Almería. Los de Sabi Alonso ya conquistaron El Molinón o el Tartiere y sacaron valiosos puntos de La Romareda, Butarque o el Insular de Canarias. Ahora toca Zorrila para seguir aferrándose al sueño de quedarse en Segunda.

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