Un trimestre a ritmo de Champions
La Real ha sabido sobreponerse a las bajas y el cargado calendario para alcanzar un promedio que le llevaría hasta los 70 puntos a final de temporada
El reto del primer trimestre no dejaba de ser un aprobado solvente, lo más cercano posible al notable. Ya habría tiempo para subir nota ... después, con más y mejores recursos. Pero la Real entrega a su afición un sobresaliente redondo –el 10 que citaron el miércoles Imanol y jugadores– como resultado de la primera evaluación. Sin el delantero al que se encomendaba la responsabilidad principal del gol (Umar Sadiq), sin el líder natural del grupo (Mikel Oyarzabal), sin los chispazos revulsivos de Cho y Barrenetxea, y sin poder contar durante fases más o menos largas con jugadores como Aihen, Sola, Le Normand, Carlos Fernández, Silva o Kubo, la Real ha tenido que afrontar una maratón final de 12 partidos en 39 días para llegar al parón, con una exigente fase de grupos europea por medio. Con todo, se va a permitir dormir en Champions los próximos 50 días, sabiendo que está clasificada como primera de grupo para octavos de final de la Europa League.
A pesar de ser el equipo más piropeado por los técnicos de LaLiga por su personalidad en el juego, no son las sensaciones las que elevan la nota. Los números contantes y sonantes derriban los mejores pronósticos y proyectan una temporada de Liga de Campeones. El balance es de 1,85 puntos por partido, muy cerca de la media inglesa. Con este ritmo de resultados, la Real acabaría el campeonato con 70 puntos, los mismos que llevaron la pasada campaña al Sevilla a jugar la Champions. Dando la vuelta a la ecuación, el último año en el que el conjunto txuri-urdin se clasificó a la máxima competición continental (2012/13), sumó un total de 66 puntos y a estas alturas de campaña llevaba 20.
EL DATO
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1,85 puntos por partido ha sumado la Real en las primeras catorce jornadas ligueras gracias a sus ocho victorias y dos empates, habiendo jugado ya contra rivales europeos como Barcelona, Atlético, Betis, Villarreal y Sevilla. La proyección lleva a sumar 70 a final de curso.
El promedio es sobresaliente por mucho que Imanol asegure que «nadie me va a quitar la mala leche por los puntos que hemos dejado por el camino» teniendo en cuenta que su equipo ya se ha medido a rivales de la talla del Barcelona, Betis (derrotas), Atlético (empate), Villarreal y Sevilla (victorias). Para completar la primera vuelta le quedan Osasuna, Almería, Athletic, Rayo Vallecano y Real Madrid.
La trayectoria apunta hacia una campaña histórica. La Real no alcanza los 70 puntos en liga desde el año del subcampeonato (2002/03), cuando logró 76. La vez que más se ha acercado a esa frontera fue en la clasificación para Champions de 2012/13 con los citados 66 puntos. Curiosamente entre el primer hito y el segundo pasó una década exacta y otros diez años clavados han transcurrido desde aquel cuarto puesto liguero con Montanier y la renovada aspiración actual.
Se da la circunstancia de que Imanol cambió la tendencia de los arranques ligueros. Desde la primera temporada en la que estuvo al frente del equipo en verano, los inicios de curso han prometido. En la 2019/20 la Real sumó 23 puntos en las primeras catorce jornadas, y esa misma fase de campeonato lo saldó con 26 y 29 puntos respectivamente en los dos siguientes ejercicios. Considera el técnico oriotarra que la progresión debía haber continuado en su cuarto curso en el banquillo, pero por falta de acierto o errores arbitrales, la cuenta se ha quedado en 26.
Buenos inicios con Imanol
El reto ahora es mantener el ritmo del inicio en la segunda parte del campeonato, algo que el míster no ha conseguido en sus tres anteriores campañas. Sin ir más lejos, el año pasado acumuló cuatro derrotas consecutivas justo después de la jornada 14 encadenando la peor racha de la temporada con seis encuentros seguidos sin conocer la victoria. Hace dos cursos el peor bache llegó en el mismo punto, entre las jornadas 14 y 17, con tres derrotas consecutivas para terminar con un ciclo de seis partidos sin ganar. En su primer año la pájara llegó más tarde, entre las jornadas 28 y 32, con cuatro derrotas consecutivas y cinco partidos seguidos sin conocer la victoria.
No solo los supersticiosos pueden respirar tranquilos hoy, viendo que tras la jornada 14 llega un parón. El análisis desde la lógica deportiva también arroja conclusiones halagüeñas. Se entiende que los momentos más delicados en cuanto a bajas y concatenación de partidos –factores que han influido en anteriores baches de resultados– ya han transcurrido. Ninguno de los titulares habituales está libre de caer lesionado, pero todo indica que la plantilla contará con más y mejores recursos desde que se reanude el campeonato.
Mikel Oyarzabal espera ir recuperando su mejor versión desde el mismo Día de Nochevieja y en 2023 confía explotar asimismo Mohamed-Ali Cho. El mes y medio de descanso que llega ahora también favorecerá la puesta a punto de Barrenetxea, la vuelta de Aihen y el despegue físico de Álex Sola. Si además vale para tratar y curar las molestias de Carlos Fernández, Zubimendi o Silva...
Vacaciones hasta diciembre y mini pretemporada en Zubieta
Los jugadores de la Real ya conocen el calendario propuesto por el club para el próximo mes y medio. De momento, el staff técnico quiere mantener la tensión hasta el domingo para afrontar con garantías el primer partido de Copa, contra el Cazalegas de la categoría Preferente de Castilla La Mancha. Los titulares el miércoles en el Pizjuán realizaron ayer la habitual sesión de recuperación y el resto apretó más el acelerador pensando en la cita copera. Este viernes (12.00 horas) todos han sido llamados a un nuevo entrenamiento a puerta cerrada en Zubieta y el sábado realizarán la última sesión, a partir de las 15.00 horas, antes de viajar.
El ansiado parón llegará después del partido que se disputará el domingo en Talavera de la Reina. Imanol ha concedido unas merecidas vacaciones a la plantilla hasta inicios de diciembre. Los lesionados o quienes siguen procesos individuales de mejora seguirán trabajando a diario en las instalaciones de Zubieta. Y la sede de la cantera realista será también el lugar de la mini pretemporada que se llevará a cabo después de esas tres semanas de descanso. Algunos clubes aprovecharán, como lo hacen en verano, para realizar concentraciones o giras fuera de su habitual entorno de trabajo, pero la Real apuesta por dar continuidad a la filosofía de los úlitmos años y se ejercitará en Zubieta.
Como ocurre en el periodo estival, el equipo tiene previsto disputar algún amistoso durante ese periodo de trabajo de diciembre y se reencontrará con la competición oficial el día 21, Santo Tomás, para la segunda ronda de la Copa, siempre y cuando no pierda pasado mañana.
Diez días más tarde, en Nochevieja y con horarios aún sin determinar, volverá la Liga al Reale Arena ni más ni menos que con el primer derbi de la temporada, el que enfrentará a la Real y a Osasuna. De ahí hasta mayo, la competición no dará tregua.
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