«Este parón ha demostrado que el equipo tiene gol»

No cree que al equipo le vayan a poder las urgencias por estar decimoquinto en la clasificación, ya que entiende que la exigencia en la Real es algo que se presupone. «Yo siempre he demandado ganar todos los partidos independientemente de dónde estemos. No me voy a poner nervioso ahora porque tengamos nueve puntos. Me habría gustado tener 22, claro, pero estoy centrado en mejorar el nivel del equipo para que nos ayude a estar más cerca de ganar. Hemos dado un paso adelante en el último parón pero queremos dar continuidad al juego para ganar y sumar puntos».

Para lograrlo el técnico cuenta con todos los internacionales disponibles, ya que han regresado bien de sus selecciones, aunque no podrá contar este sábado con Marín ni con Aihen. «Están todos bien, aunque Pablo tiene un pequeño tirón y Aihen, unas molestias en la rodilla. No es mucho. Los internacionales han jugado bastante, lo han hecho bien y han marcado goles. Este parón ha demostrado que el equipo tiene gol. Son buenas noticias para nosotros. Es cierto que cuando falta tanta gente la plantilla se resiente para entrenar y preparar el siguiente partido, pero no es la primera vez que nos pasa. Los que se han quedado han entrenado muy bien y jugaron un partido ante el Sanse la semana pasada. No hay excusa de ningún tipo».

Dos de los referentes de la Real, Zubimendi y Oyarzabal, vienen de disputar los 90 minutos con España ante Serbia en un día en el que De la Fuente decidió reservar a los jugadores del Real Madrid, Barcelona y Atlético. Cuando se le preguntó por su opinión, el oriotarra prefirió morderse la lengua. «No quiero entrar en polémicas que bastante tengo con lo mío. Los dos han venido bien y llegan reforzados por el partido que hicieron, ya que fueron de los mejores. Ahora nos tenemos que aprovechar de esa buena inercia para que sigan dando buen rendimiento con nosotros».

Oyarzabal hizo ante Serbia su mejor encuentro de la temporada jugando en banda cuando en la Real lo hace de delantero centro. Imanol no da tanta importancia a la posición donde le ubique porque cree que es fundamental para el equipo. «Mikel para mí es vital y da igual la posición en la que juegue. Es el jugador más importante del club. No lo digo yo, lo ha dicho él con su rendimiento en todos estos años. ¿Que no está en su mejor momento? Es Mikel Oyarzabal y si no, no estaría en la selección. No me sorprende que se adapte a cualquiera de las posiciones de arriba porque siempre lo ha hecho, incluso conmigo tanto en el filial como en el primer equipo. Es capaz de jugar en punta, en las dos bandas e incluso de interior».

Otro de los realistas que llegan reforzado del parón internacional es Jon Mikel Aramburu, que marcó un buen gol con Venezuela ante Paraguay. «Es un jugador que necesitaba este equipo por la forma en que compite. No es una novedad el rendimiento que está dando porque ya lo veíamos entrenar el año pasado. Se ha ganado estar donde está tanto en la Real como en la selección. Es joven, tiene mucha energía, ganas de aprender y nos da mucho».

Al técnico se le preguntó si está nervioso por su renovación, ya que acaba contrato en junio y aún no ha habido noticias al respecto, pero insistió en que está muy tranquilo. «¿Me veis preocupado? Parece que a alguno le molesta que pueda estar tranquilo. Es lo que siento. Tengo unas ganas locas de ganar partidos, de sacar rendimiento a esta mejoría que estamos teniendo. Lo que quiero es ganar. Si renuevo va a ser porque gano y consigo objetivos. Estoy muy tranquilo porque estoy haciendo todo lo posible para que el equipo gane».

Entiende que al Girona le está pasando factura las bajas que tuvo en verano y la acumulación de partidos, aunque subraya que es un rival muy peligroso. «Mantiene al mismo entrenador, Míchel, y la misma idea de juego. Ha cambiado varios jugadores y ahora tiene más carga por la Champions. Puede haber acusado jugar cada tres días y las bajas que tuvo a final de temporada, porque los fichajes que ha hecho aún no se han adaptado al estilo. Pero no tengo dudas de que el Girona de Míchel va a ir hacia arriba».

Por todo ello prevé un encuentro difícil y apuesta por arrebatarles el balón como punto de partida. «El Girona nunca rifa la pelota. Inicia desde atrás, no le importa acumular gente por dentro. Aunque esos jugadores estén mal orientados, arriesgan porque tienen calidad. En cuanto engancha varios pases genera superioridades dentro y fuera, y luego acumula gente en área rival. Es difícil quitarle el balón y si tienen un buen día hay que hacer una gran presión para arrebatárselo. Habrá momentos en los que genere peligro, porque siempre lo hace independientemente de si el rival le presiona alto o le espera en bloque bajo. Viven de tener el control del partido y de la posesión, pero si no tienen el balón también sufren».