El Sanse despide el año con una derrota en el derbi

Xabi Alonso tendrá que seguir esperando para relevar a Imanol Alguacil como último técnico que consiguió ganar al Bilbao Athletic en Liga. Fue en la temporada 2018/19 y en el banquillo de los vizcaínos se sentaba Gaizka Garitano. Este sábado, sin Ayesa, Robert Navarro ni González de Zárate, concentrados con el primer equipo en El Saler, y con Joseba Etxeberria dirigiendo a los visitantes, el Sanse encadenó su quinto partido sin ganar tras caer por 1-2 frente a un rival que no ha perdido aún fuera de Lezama.

Y eso que empezó mejor. Bien posicionado en el terreno de juego y dominador absoluto de la posesión, el filial de la Real tuvo la primera ocasión clara al cuarto de hora por medio de Aguirre. Al delantero le llegó un balón filtrado pero en el mano a mano no pudo superar a Agirrezabala, quien se estiró para detener el disparo cruzado. Esta ocasión despertó al león de un Bilbao Athletic que, poco más tarde, en el minuto 17, se adelantó con un golazo de Zarraga en una falta provocada por Williams en el vértice derecho del área que supuso la primera amarilla para Recio.

El capitán bilbaíno encontró el hueco libre que dejó la barrera realista y con un lanzamiento raso muy preciso logró batir -con ayuda del poste- a Ruiz-Zeberio. Y solo cuatro minutos más tarde llegó el segundo. Un centro por banda izquierda de Serrano lo remató de cabeza Urain dentro del área. El esférico rebotó en la espalda de Aranbarri y acabó dentro de las mallas. Demasiado castigo para un Sanse con un 68% de posesión en la primera media hora de partido.

Con el 0-2, los de Joseba Etxeberria dieron un paso atrás y se centraron en defender su parcela. Sin embargo, los blanquiazules se volcaron más en ataque, sobre todo por el flanco derecho con los centros de Alkain. Hasta que en el minuto 42 llegó la recompensa. Aldasoro recuperó en tres cuartos de campo un balón que él mismo había perdido previamente. Su pase llegó hasta Garrido quien, con un amago, encontró a Lobete dentro del área. El atacante pudo controlar, superó a Jaso en la marca y con la pierna izquierda superó a Agirrezabala para reducir distancias en el marcador.

Unos segundos después, el filial rojiblanco pudo sentenciar si no llega a ser por la ayuda del poste. Nico Williams, hermano menor de Iñaki y uno de los más destacados en Zubieta, se inventó una gran jugada personal que no obtuvo recompensa.

Tras el paso por los vestuarios el encuentro fue mucho menos vistoso, pero dejó evidencias claras de la tensión que tienen este tipo de derbis, aunque sea entre filiales. Xabi Alonso dio entrada a Ezkurdia por el apercibido Recio y a los dos minutos tuvo que hacer el segundo cambio por la lesión del goleador Lobete. La Real mejoró, tuvo protagonismo en campo contrario, pero no materializó las pocas ocasiones de las que dispuso.

En el minuto 63, Martínez Losa tuvo el empate en sus botas después de deshacerse de Prados, pero el balón terminó nuevamente en manos del guardameta rojiblanco. Fue un duelo en el que ambos equipos sufrieron sin balón y que se fue revolucionando con el paso de los minutos. Hubo más bronca que fútbol. La última ocasión clara de los de Xabi Alonso llegó a quince del final cuando Aranbarri remató como pudo una falta que obligó a estirarse de nuevo al arquero bilbaíno. Ya en el descuento, el árbitro expulsó con roja directa a Pacheco por encararse con un rival. Fue una mala tarde.

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