Siempre me gustó jugar en San Mamés. Allí debuté en 1975 y ese partido nunca se olvida. Llovía a cántaros y empezó a granizar. El ... árbitro nos mandó a los vestuarios y casi se suspende, pero a los cinco minutos pudimos volver. Tenía 17 años y era un recién llegado del famoso torneo aquel de Mónaco. Nada más volver de allí fui convocado y eso que no era ni de la Real, porque sí pertenecía al club pero estaba jugando en el Real Unión. No fui titular y salí en sustitución de Javier Elkoro. Perdimos 2-0 pero lo importante de ese día es el recuerdo del debut.
Este Athletic ha crecido mucho de la mano de Valverde, hasta el punto de estar cuarto en la Liga con un fútbol muy reconocible, con una presión continua en ataque, robos de balón y unos Williams como máximos exponentes del juego por bandas, aunque Iñaki no puede jugar hoy. Si el mayor es bueno, el menor es mejor, con más juventud y regate y menos desgaste. Debo decir que Nico nunca ha jugado un partido redondo contra la Real y ojo porque nos tendrá ganas. Con un sistema 1-4-2-3-1 intentan la presión alta sin que el balón pase por el centro del campo en la construcción y vaya casi directo a las zonas de ataque a donde Sancet, un jugador que me gusta mucho. También Guruzeta , hijo de un exjugador de la Real, trata de aprovechar esas jugadas por banda y los balones filtrados por Sancet.
Hay que reconocer que este es un Athletic contundente y veloz y que, con la presión de su público, exigirá mucho a la Real, que deberá recurrir a su buen juego. En este aspecto somos superiores. Toca competir y no verse superados ni por la dureza del Athletic ni por la presión de su público ni por la velocidad de sus jugadores.
Los derbis son partidos para disfrutar, pero, como digo siempre, si se gana. Es una fiesta para el público, pero en el campo cada uno va a lo suyo. Habrá que dar el do de pecho. Hay bajas, pero confío en los jugadores que salen del banquillo, que están respondiendo.
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