Remiro trata de alcanzar el balón en un entrenamiento de esta semana en Zubieta. J.M. LÓPEZ
Real Sociedad

Real Sociedad: Remiro, lo mejor está por llegar

Este sábado se cumple un año de su estreno en partido oficial con la Real Sociedad. La calma con la que se maneja bajo palos contrasta con su salero fuera del verde

Álvaro Vicente

San Sebastián

Viernes, 25 de septiembre 2020, 06:16

Pieza clave en el resultado final en Liga y Copa en la última temporada, Álex Remiro (Cascante, 1995) ya es un realista más. No ... queda ni rastro de su pasado en el Athletic, del que no salió como le hubiera gustado por sus diferencias con la directiva y al que siempre se ha referido con cariño. En un año, el guardameta se ha ganado al vestuario de la Real por su desparpajo y simpatía, según cuentan quienes conocen los entresijos de Zubieta, y al grueso de los aficionados por la respuesta ofrecida en la portería desde que debutó este sábado 26 de septiembre hace un año en el partido ante el Alavés (3-0), correspondiente a la sexta jornada. Han bastado 33 encuentros entre Liga y Copa -en los que ha encajado 38 tantos y ha dejado su portería a cero diez veces- para confirmar que la portería está en buenas manos y que su mejor versión está aún por llegar.

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Con contrato hasta 2023 y una cláusula de 40 millones, Remiro se ha destapado como un portero ágil, con notables reflejos bajo palos y un excelente juego de pies, idóneo para el estilo de Imanol, pero a veces perjudicial para la salud de los aficionados de la Real por la parsimonia con la que se desenvuelve. Esa tranquilidad con la que maneja bajo palos la trae de serie, según relatan sus primeros entrenadores en el club Aluvión Cascante del que salió rumbo al Athletic, aunque luego, fuera del terreno de juego, la cosa cambia.

Rebelde, ingenuo y pillo, como reflejan los múltiples tatuajes que adornan sus brazos, Remiro es la alegría del vestuario. Él es quien pone la música. Su taquilla en Anoeta es la más próxima al altavoz y quien desee poner una canción tiene que pasar su filtro. Para desgracia de muchos -entre ellos quien firma estas líneas-, suena reguetón antes de los partidos en el vestuario. Si se gana, no hay duda: suenan las estrofas que el rapero Zhor dedicó a Zaldua cuando éste jugó cedido en el Leganés. Si se pierde, Remiro es el primero que no está para fiestas. Aunque por suerte, en su primer año en la Real, han sido más las veces que ha sonado Zhor.

Porque el navarro fue fundamental en la escalada de la Real hasta los puestos de Champions antes del confinamiento y también fue una pieza clave en la espectacular trayectoria en Copa. En Anduva, con presión a sus espaldas, dio una lección de temple y saber estar.

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Datos

  • 33 encuentros entre Liga y Copa. 38 goles encajados y diez porterías a cero.

  • Natural de Cascante (1995). Nació en 1995. En 2009 lo fichó el Athletic.

  • Ligado a la Real. Contrato hasta 2023. Cláusula 40 millones.

  • Características. Es un portero moderno, con un gran golpeo de balón y una buena lectura del juego. Destaca por su agilidad y por sus reflejos bajo palos.

El estallido de la pandemia interrumpió su mejor momento. Había dejado atrás los nervios lógicos por debutar en Primera y se le veía con mucha confianza y seguridad en sus acciones.

No todo ha sido de color de rosa. Ha tenido sus pequeños lunares, más visibles en sus primeros partidos -aquel gol en Los Cármenes- y tras la vuelta del confinamiento, cuando Imanol le relegó al banquillo en detrimento de Moyá por su bajo estado de forma.

Una temporada ilusionante

Ha sido empezar su segunda temporada y recuperar la titularidad. Dos partidos como titular, un gol encajado, y la sensación de que va a ser el elegido por Imanol para el presente curso.

En esos momentos complicados que siempre tiene un portero a lo largo de su carrera, Remiro se refugia en el silencio de la noche en el paseo de La Concha o pone rumbo a su pueblo Cascante para estar con los suyos.

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El portero vive solo, rodeado de pósters de Los Simpsons y Futurama, dos series de dibujos animados que le permiten desconectar, aunque es en Zubieta, con el grupo que forman Moyá, Zubiaurre y el entrenador de porteros, Luis Llopis, donde más cómodo se siente. La relación entre ellos es estupenda. Es su pequeña familia ahora que ya no comparte piso con su hermana.

Por delante, un reto tras otro, el primero, este sábado mismo en Elche. La Liga, la Copa, la Europa League, la Supercopa y la final de Copa ante los que hace no mucho eran sus compañeros. El destino ha querido que sea ante el Athletic. «Me da igual el rival, lo que quiero es jugarla y ganarla», ha dicho Remiro.

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