Remiro vuela para detener el balón en un entrenamiento en Zubieta, con Moyá a su espalda. RS
Real Sociedad

Remiro, el candado de la Real Sociedad ante su pasado

El portero más en forma de LaLiga, con dos goles encajados en seis partidos, se mide hoy en Anoeta al club que le catapultó hace tres años

Álvaro Vicente

San Sebastián

Domingo, 25 de octubre 2020

El partido de esta noche, a las 21 horas, en el Reale Arena ante el Huesca tiene mucho para escribir sobre porteros porque Álex Remiro (Cascante, 1995) se presenta como el guardameta más en forma de LaLiga (dos goles en seis partidos) al frente de una Real que suma 195 minutos sin encajar en la competición doméstica (noventa más si sumamos el partido en la Europa League) y además coincide con que el visitante hoy, el Huesca, es el club en el que se hizo portero hace tres temporadas al ser uno de los principales artífices del ascenso y encajar solo 0,92 goles por partido. Allí cambió su sino. Lo jugó todo, 41 partidos, hasta caer lesionado por un golpe en el penúltimo encuentro. Un sobresaliente balance que le devolvió a Lezama con ánimo de pelear por la titularidad pero que resultó imposible por la cabezonería del expresidente Josu Urrutia, que ordenó no darle minutos si no firmaba la renovación. Lo que ocurrió después ya lo saben. La Real se movió bien.

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Hoy, con cuatro porterías a cero (Real Madrid, Elche, Getafe y Betis) en seis partidos de Liga, la media de tantos encajados por Remiro es todavía más baja que en aquella temporada en el Huesca en la que recibió 38 en toda la Liga, con 15 porterías a cero. Remiro presenta una media de 0,3 por partido en este arranque.

DATOS

  • Porterías a cero. Remiro no ha encajado en cuatro de los seis partidos de Liga. Real Madrid, Elche, Getafe y Betis. Solo recibió uno ante el Valladolid y otro ante el Valencia. Suma 195 minutos sin encajar en Liga, desde el minuto 75 del partido ante el Valencia.

  • En el Huesca Encajó 38 goles en 41 partidos en la 2017/18 con quince porterías a cero. Estuvo 337 minutos sin recibir gol.

El navarro escenifica el buen momento de una Real que fundamenta su éxito en su fortaleza defensiva. El equipo de Imanol no recibe un gol desde que Maxi Gómez marcó en el minuto 75 para dar la victoria al Valencia en Anoeta el pasado 29 de septiembre. Después ni el Getafe ni el Betis han logrado marcarle a Remiro. En total, 195 minutos con la portería candada en Liga –noventa más si incluimos el partido ante el Rijeka– y en disposición de seguir engordando hoy esa cifra ante un Huesca que juega mejor de lo que dice su clasificación en Liga, decimosexto.

La última racha, en la 2018/19

No hay más que echar la vista atrás para comprobar la dificultad que entraña lo que están haciendo Remiro y la Real. Hay que remontarse a la Liga 2018/19 para asistir a una Real con números similares a ésta porque lo máximo que estuvo sin encajar en la última Liga, la 2019/20, fueron dos jornadas, la 25ª y la 26ª ante el Valencia y Valladolid.

El último momento en el que la Real se hizo tan fuerte como ahora fue en la Liga 2018/19, con Rulli en la portería. Entonces estuvo 308 minutos sin encajar desde que Raúl García batió al guardameta argentino en el minuto 82 del derbi en Anoeta, el 2 de febrero de 2019, hasta que Morata anotó en el minuto 30 el 3 de marzo. Entre medias, tres porterías a cero ante Valencia, Leganés y Girona y con sensaciones de solidez similares a las actuales, en la que el trabajo colectivo no solo ha dado puntos sino también esa confianza necesaria para que el equipo haya comenzado pisando fuerte.

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El reto, antes como ahora, es de órdago. La Real, por fortuna, ha encontrado en Remiro el portero ideal para iniciar el juego como quiere Imanol por su manejo del balón con el pie, tanto en corto como en largo, pero sobre todo se ha destapado con intervenciones de mérito bajo palos que han dado puntos en este arranque de Liga.

Es lo que Remiro ya hizo en la temporada 2017/18 en Huesca, un territorio en el que hoy todavía le recuerdan con cariño. «Fue el año que ha marcado mi carrera, fue increíble. Necesitaba jugar, recuperar sensaciones y se dieron todas las condiciones para poder aprovecharlo», confesaba Remiro en estas páginas. En Huesca llegó a estar 337 minutos sin encajar desde la jornada 24ª a la 27ª. Se salió. Jugó 3.627 minutos en 41 partidos. «Allí, en el Huesca, con Rubí en el banquillo, con un fútbol muy similar al que practica ahora la Real, fue pieza fundamental en el ascenso de Segunda a Primera», recuerda Alberto Sesma, el presidente del Aluvión Cascante, el club del que salió Remiro rumbo a Lezama allá por 2009 en categoría cadete. «A nosotros no nos extraña su buen momento porque sabíamos de lo que era capaz. Bajo palos es un artista y con los pies, una maravilla. Reúne todas las virtudes de un portero moderno. Y además es alto (1,92 metros)», añade Sesma.

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Hoy en Anoeta Remiro se medirá a ese pasado de tan buen recuerdo para él; un Huesca ligado siempre a notables guardametas. Desde Paco Buyo, en la temporada 1978/79, en calidad de cedido por el Deportivo de la Coruña mientras realizaba el servicio militar, hasta Toni Doblas, Sergio Herrera, Álvaro Fernández y el actual Andrés Fernández. Y, por supuesto Remiro, un seguro bajo palos.

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