Willian José durante un entrenamiento en Zubieta. Morquecho
Real Sociedad

La Real Sociedad tendrá que mover ficha ante la lesión de Carlos Fernández

Acudir al mercado, replantearse la salida de Willian José o mantener el plantel sin el brasileño son las alternativas que baraja el club

Miguel González

San Sebastián

Lunes, 2 de agosto 2021, 07:14

La lesión de Carlos Fernández supone un contratiempo importante para una Real que tenía la plantilla cerrada en cuanto a incorporaciones tras las llegadas del ... portero Mathew Ryan y el lateral zurdo Diego Rico. El trabajo se centraba en aligerar la nómina de jugadores, con Willian José y Modibo Sagnan como principales protagonistas. Ahora habrá que adaptarse a la nueva situación y adoptar soluciones que hasta ayer no se contemplaban.

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La primera pasaría por acudir al mercado a buscar un recambio. Tiene un mes por delante para hacerlo. Lo que ocurre es que hay escasez de dinero y para conseguir algo interesante hay que invertir lo suyo. Sobre si hablamos de conseguir delanteros que marquen la diferencia. El propio Carlos costó 10 millones hace medio año. Salvo que sea una cesión.

Y la Real, como el resto de los clubes, tampoco anda muy boyante. Una cosa es que tenga las cuentas ordenadas y otra que le sobre el dinero. Que haya fichado a Ryan y a Diego Rico por dos millones, uno cada uno, indica el nivel en el que se mueve. Sobre todo cuando viene de hacer un esfuerzo importante por blindar a su gran estrella, Alexander Isak. No obstante, mantiene un gran control sobre el mercado y si encuentra algo interesante a buen precio analizará la incorporación.

La opción de Willian José

La segunda sería tirar con lo que tiene en casa. Y todas las miradas se han centrado en las últimas horas en Willian José, quien deseó «mucho ánimo, Carlos» a su compañero en las redes sociales. En un contexto de crisis económica por la pandemia su salida se ha retrasado y las ofertas que llegan no son tan interesantes como las que cabía pensar hace unos meses. El jugador se ve fuera y el propio Olabe también lo cree así, como ha señalado varias veces públicamente. Pero ahora se abre una situación distinta en el que quizás haya que optar por decisiones diferentes.

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La Real se ha gastado un millón en Ryan y otro en Diego Rico y traer a un delantero costaría dinero, salvo que fuese cedido

Imanol cree que sus características no son las que mejor le van al estilo de juego del equipo pero le considera un gran delantero. Y de hecho, siempre que lo ha tenido a sus órdenes ha tratado de aprovecharlo. Ahí está el gol que marcó la pasada temporada en Nápoles y que valió el pase para dieciseisavos de la Europa League. Otra cosa es que el brasileño acepte vivir a la sombra de Isak y compartir los minutos con él, algo que siempre le ha costado aceptar.

Lo que es evidente es que la Real va a quitarse por una cantidad de dinero no demasiado elevada a un activo importante que lleva cinco años en el club y que ahora puede echarle una buena mano en un año con tres competiciones. Pero para ello, el jugador tendría que resetear mentalmente y no es seguro que esté dispuesto a hacerlo.

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Bautista y Robert Navarro

La tercera solución sería no traer nada y sacar a Willian José. En ese caso Bautista ganaría enteros como segundo delantero para dar un respiro a Isak y Karrikaburu sería la alternativa de la cantera. Tampoco hay que olvidar que Portu también puede jugar de 'nueve', sobre todo si Januzaj sigue tan enchufado como en pretemporada.

Willian José se ve fuera y el club también lo cree así pero el brasileño es un delantero contrastado y ahora hay otro escenario

El caso es encontrar alguien que lo haga tan bien como Carlos Fernández en la mediapunta para complementar a Silva. Porque el sevillano, además de competir con Isak arriba, se perfilaba como alternativa al canario en la mediapunta, ubicación en la que rindió a satisfacción el pasado mes de abril. Ahí habría que dar un voto de confianza a Robert Navarro, un chaval que tiene plaza en el primer equipo y en el que hay muchas esperanzas depositadas. No obstante, los técnicos abren un periodo de reflexión antes de adoptar una decisión definitiva. Tienen un mes para ello.

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