Real Sociedad 1 - 0 Mallorca

Agua pasada sí mueve molino

Como bien está lo que bien acaba, hoy saborearemos estos tres nuevos puntos. Y con la visita al Benfica encima, a ver quién se acuerda de lo sucedido el mediodía de este sábado en el Reale Arena, uno de esos partidos que no pasará a la historia y de los que veremos bastantes más durante esta temporada. Porque Imanol ha entendido que debe tirar de fondo de armario para dosificar a sus mejores hombres y cuando eso sucede las prestaciones del colectivo bajan, como es normal. Es un peaje que hay que pagar para que la moto no gripe a mitad de temporada. Y como sucedió ante el Getafe, le ha dado para obtener el triunfo, que es de lo que se trata. Y esta vez con la portería a cero con un Remiro soberbio, que siempre ayuda de cara a los próximos compromisos.

Zakharyan, titular. La presencia del ruso ha sido la gran sorpresa en una alineación en la que también han figurado Aritz, Pacheco y Carlos Fernández. Imanol ha dado descanso a Traoré y Kubo, que apenas se habían entrenado con el grupo tras los partidos internacionales, a Le Normand, que es el que más había jugado con España de los realistas, y a Barrenetxea, al que han prestado especial cuidado estas dos semanas en Zubieta.

La inclusión de Zakharyan en el once y la ausencia de Kubo y Barrenetxea ha provocado un cambio de dibujo para jugar sin bandas en un 1-4-4-2 en rombo como la pasada temporada. El experimento ha durado la primera parte y no ha salido tan bien como entonces, ya que aquel tridente formado por Silva, Kubo y Sorloth es difícil de repetir. A la Real le ha costado mucho sacar el balón jugado de atrás por la presión alta mallorquinista, pero después los centrales no han elegido nada bien por dónde jugar. Han abusado demasiado de los cambios de orientación y apenas se han atrevido a filtrar balones por dentro, donde Brais y Merino fijaban a Dani y Sánchez y Zakharyan ha aparecido a la espalda del pivote Samu Costa con espacio.

Con Oyarzabal y Carlos Fernández centrados como delanteros para atraer a Valjent y Copete, quedaban pocas opciones más para sorprender porque por fuera Aritz y Aihen no han sido superiores a Lato y Gio González. La clave ha estado en no poder conectar con Zakharyan, que curiosamente ha sido el artífice de las dos mejores aproximaciones de la primera parte. Una en un libre directo que ha despejado Rajkovic, en una falta que él mismo ha provocado cuando se escapaba por el pasillo interior, y otra en un disparo desde la frontal del área que ha salido lamiendo el poste. No ha intervenido demasiado pero apuntó detalles.

Larin, un dolor de cabeza. Lo mejor al descanso ha sido el marcador, porque el Mallorca ha gozado de las mejores ocasiones aprovechando la superioridad de Cyle Larin en su duelo con un Pacheco bastante desdibujado. Para el minuto dos ya le había robado la cartera para que Remiro tuviera que salvar la situación al achicar el remate. En el diez el canadiense le ha ganado la espalda en un pase en largo de Dani y el meta navarro ha vuelto a estar providencial.

La Real no terminaba de estirarse ni estaba cómoda juntando pases en zonas tan retrasadas. La entrada de Barrenetxea por Zakharyan tras el paso por los vestuarios tampoco ha mejorado la situación a pesar del cambio de sistema al 1-4-3-3 con Oyarzabal como extremo por la derecha y Carlos Fernández de 'nueve'. Remiro, de hecho, ha tenido que emplearse a fondo metiendo una mano a disparo de Dani tras un despeje mal orientado por Pacheco. El de Cascante ha reaccionado rápido tras su rechace para volver a desviar el remate de Larin. A nadie le habría extrañado que el Mallorca hubiese ido ganando por dos goles a la hora de juego.

Kubo sale y desequilibra. Pero la Real aún se guardaba la carta del japonés, uno de los mejores jugadores del campeonato que resolvió en cuanto salió. Ha pisado el campo en el 59 y cuatro minutos después ya había servido un balón de oro a la cabeza de Brais para el gol del triunfo. Una jugada iniciada en el flanco contrario por Barrenetxea que ha contado con la apertura de Zubimendi y la llegada del gallego. Kubo ha hecho lo de siempre, encarar a su rival, abrirse el balón a la pierna buena y colocarla a la espalda de la línea defensiva rival. Esa jugada que tanto repetía Vela y de la que tanto rédito sacaba.

El gol ha espoleado a los realistas que en tres minutos han podido sentenciar el choque. Brais ha rematado arriba un pase raso atrás de Aihen y Oyarzabal ha llegado a marcar pero en posición adelantada. Quedaba media hora de sufrimiento para mantener la renta ante un Mallorca que ha metido más madera arriba con Abdón Prats y Amath Ndiaye. Pero ahí ha aparecido de nuevo providencial Remiro para salvar una penetración del senegalés y el larguero ha repelido el posterior cabezazo de Muriqi. La victoria se ha quedado en casa, cuarta seguida en Liga.