Un blindaje medio de 52 millones hasta 2023
Las últimas renovaciones acordadas de Gorosabel y Le Normand responden al deseo de apuntalar una plantilla que aúna talento, juventud y ambición
Desde hace tiempo la Real Sociedad siempre ha ido por delante de los acontecimientos. Ha planificado su futuro a largo plazo para que los ... resultados fueran fruto del trabajo, y no tanto del azar. Es la única manera de estabilizar los logros: aprender del pasado y proyectar esa experiencia al futuro.
El ascenso en 2010 fue consecuencia de un grupo con fuertes raíces en la cantera que no se conformó con llegar a Primera, sino que siguió después hasta jugar la Champions en 2013 y repetir en Europa en 2014. Luego, el núcleo de aquel equipo fue protagonista del éxito con Eusebio en 2017, aunque con una plantilla cambiada, y en los últimos dos años la Real ha emprendido una renovación para conseguir asentarse de forma recurrente en los primeros puestos con una receta que tiene cuatro ingredientes: cantera, talento, juventud y exigencia.
La llegada de Imanol hace año y medio dio una vuelta de tuerca a la hoja de ruta marcada por Olabe desde 2018. Con el oriotarra todo ha sido ascender. En 2019 se peleó la plaza europea hasta la última jornada en Cornellá y este curso la final de Copa y el cuarto puesto en la Liga han convertido a la Real en uno de los conjuntos más atractivos.
Lo importante ahora es que ese éxito no sea flor de un día, como tantas veces en la historia del club, y tenga continuidad. Para ello Roberto Olabe va fortaleciendo con un trabajo arduo en los despachos las bases de una plantilla que cuenta con contratos largos y buenos blindajes, lo que teóricamente garantiza su competitividad futura. Las últimas renovaciones anunciadas por este periódico de Le Normand y Gorosabel, dos chavales de 23 años que se abren camino en Primera, van en esa dirección de consolidar un proyecto deportivo que cada día tiene mejor pinta.
Tres años de media de contrato
La plantilla de la Real está compuesta oficialmente por 22 futbolistas en este momento, tras la salida en enero de Rubén Pardo al Girondins y la cesión de Sagnan al Mirandés. Pues bien, la duración media de sus contratos es de tres años, hasta 2023, lo que garantiza una estabilidad para las próximas campañas.
Hay dos razones que explican que el txuri-urdin sea uno de los planteles con un compromiso más largo del campeonato. Por un lado, su talento y, por otro, su juventud, al tener la edad más baja de la categoría.
Barrenetxea es el que ha firmado por más tiempo, hasta 2025. No es de extrañar, pues a sus 18 años figura entre los mejores futbolistas europeos de su edad. Se acaba de cumplir un año de su bautismo goleador, ante el Real Madrid en Anoeta, y en este 2020 su participación en la Copa ha sido notable, con dos grandes actuaciones contra el Espanyol en casa y en el Bernabéu.
Después hay un grupo de seis jugadores con acuerdo hasta 2024 encabezados por Oyarzabal y Zubeldia, dos chavales de 23 años que ya lideran a sus compañeros en el césped a pesar de su temprana edad, y que completan Guevara, Isak, Portu y Willian José. Es tan difícil encontrar atacantes resolutivos y con poder de desborde en el fútbol, que es de entender que una vez que te haces con ellos los tengas bien atados. Por eso cinco de los seis delanteros blanquiazules -todos menos Januzaj- poseen los contratos más largos del vestuario.
A este grupo de 2024 se han sumado en las últimas semanas Le Normand y Gorosabel, dos de las sorpresas agradables del curso. El francés se ha erigido en el central más regular por rendimiento y continuidad, lo que ha hecho que Olabe no haya tardado en llamarle al despacho para mejorarle el contrato. Lo mismo ha sucedido con Gorosabel, aún a la sombra de Zaldua en el lateral derecho pero que ha demostrado su alto nivel competitivo en partidos de gran exigencia en el Bernabéu y el Camp Nou.
Hasta 2023 tienen acuerdo Merino, Illarramendi, Zaldua y Remiro, aunque en el caso del primero la Real pretende iniciar pronto las conversaciones para ampliar su duración. El navarro ha sido el mejor blanquiazul de lo que llevamos de temporada y se trata de actualizar sus honorarios con su rendimiento.
Dos años (2022) les quedan por delante a Aritz, Llorente, Januzaj, Aihen y Sangalli, mientras que Monreal tiene hasta 2021. Concluyen contrato este verano Zurutuza y Moyá, los dos veteranos del vestuario, aunque en el caso del mallorquín el club puede renovarle un año más.
Faltaría únicamente Odegaard, cedido por el Real Madrid hasta 2021, por lo que el noruego seguirá un año más de blanquiazul conforme al acuerdo firmado a tres bandas el pasado verano.
Los 75 millones de Oyarzabal
En lo que respecta a las cláusulas de rescisión, Oyarzabal tiene la más elevada, 75 millones, como corresponde el jugador más valorado en el mercado. El Athletic ha intentado llevárselo dos veces en los últimos años, pero su voluntad de quedarse en casa acabó siendo determinante. Por si acaso, cuenta con un buen blindaje, el más alto del club.
Nadie en el primer equipo alcanza esa cantidad, aunque en el Sanse sí hay un jugador que la iguala: Roberto López. El hábil mediapunta zurdo del filial renovó hace año y medio su contrato y la Real, calibrando su enorme proyección, no dudó en colocarle una cláusula importante.
Merino, con 45 millones, es el realista con una cláusula más baja en relación a su cotizaciónen el mercado
En 70 millones se encuentran los dos delanteros centro, Willian José e Isak. El gol se cotiza caro y quien los quiera ya sabe que tendrá que rascarse el bolsillo, como es lógico. Illarramendi también posee la misma cláusula.
Dos extremos desequilibrantes del perfil de Barrenetxea y Januzaj están en 60 millones, completando la relación de seis blanquiazules con un blindaje por encima de los 52 millones, la media de la plantilla.
La gran mayoría tiene recogidos 50 millones en sus contratos, casos de Zubeldia, Guevara, Portu, Zaldua, Llorente, Aritz, Aihen y Sangalli, así como Le Normand y Gorosabel, recién renovados. Merino, con 45, posee la cláusula más baja en relación a su valor de mercado, mientras que Remiro se queda en 40, cantidad alta para un portero, y Monreal y Moyá en 30.
Como referencia, recordar que la mayor salida en la historia de la Real se ha producido en los 32 millones, casos de Illarramendi, Griezmann, Iñigo y Odriozola, aunque por el francés recaudara después 24 millones más.
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