Jon Karrikaburu, el navarro al que se le caen los goles
Es el máximo goleador de Tercera, con 18 goles en otros tantos partidos. Su exentrenador en Elizondo destaca su «capacidad para definir de diferentes maneras»
álvaro vicente
San Sebastián
Miércoles, 10 de marzo 2021
Otro navarro irrumpe en la Real Sociedad. A Remiro, Pacheco, Aihen, Monreal y Merino se suma el joven Jon Karrikaburu (Elizondo, 2002). Él escenifica ... la explosión goleadora de la Real en Tercera División con sus 18 goles –seis de penalti– en otros tantos partidos. Es el máximo goleador de la categoría, dobla en goles al segundo en la clasificación de artilleros, y su excelente rendimiento le ha situado en el radar de varios clubes que le siguen la pista. Pero la Real lo tiene bien atado con contrato hasta 2023 y con idea de alargar el vínculo más pronto que tarde. No hay peligro. Es lo que cree también quien fuera su entrenador en el Club Deportivo Baztan, Josema Osacar, del que Karrikaburu salió rumbo a la Real Sociedad en infantiles al ser un club convenido: «Como pasa con muchos navarros que hoy están en la Real, Jon ha encajado muy bien por su carácter y forma de ser. Está progresando a toda pastilla. Va quemando etapas, cada vez más cerca del Sanse y, salvo sorpresa mayúscula porque en el fútbol nunca se puede dar por seguro, su futuro es txuri-urdin».
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'Karrika' es el delantero centro de una Real a la que se le caen los goles. Entre los más de 360 equipos que componen esta temporada la Tercera, solo la Gimnástica Segoviana presenta un mejor promedio goleador. Con 42 goles en dieciocho partidos, la Real C marca una media de 2,3 tantos por partido por los 51 de la Segoviana, con dos partidos más, que suponen 2,5 por choque.
Estos registros hacen que la Real tenga pie y medio en la fase de ascenso a Segunda B para la que ya está clasificado el Pasaia, desde el otro grupo de Tercera. Quedan dos jornadas y la Real, a la que dirige el exjugador Sergio Francisco, ocupa la segunda plaza a tres puntos del líder Gernika, que tiene un partido más, y cuenta con cuatro puntos de renta sobre el cuarto clasificado, el primero que se queda fuera de la posibilidad de playoff.
Karrikaburu es un delantero físicamente fuerte, que protege bien el balón de espaldas, que pelea cada balón y que también va bien al espacio gracias a su potente zancada. «Pero también tiene otras virtudes», apunta Osacar. «Es muy rápido a la hora de armar el disparo, saca provecho en los balones que caen a banda desde donde encara y tiene capacidad para finalizar de diferentes formas: es capaz de picar por encima del portero, de regatear...«». Sus dos últimos goles los marcó el pasado fin de semana en el empate a dos en Beasain. Antes le hizo tres al Aurrera, otros tres al Balmaseda, dos al Tolosa... »Siempre ha tenido el gol entre ceja y ceja, apuntaba maneras desde crío, pero nunca sabes cómo va a evolucionar. Está que se sale«, celebra Osacar.
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«Está hecho un toro»
El delantero aterrizó en Zubieta en infantiles y ha ido quemando etapas hasta llegar a la Tercera, con un paso efímero por el División de Honor Juvenil. Osacar destaca que 'Karrika' siempre ha ido un paso por delante gracias a su poderío físico «que trae de serie porque en su familia hay una larga tradición deportiva. Su tío Miguel Xabier Jaimerena fue futbolista, un delantero diferente que también tenía gol, y su primo Javier también fue deportista. Jon es un toro, ha pegado un estirón tremendo en los últimos meses y eso le hace difícil de parar en el campo».
El actual director deportivo del Baztan recuerda que 'Karrika' ha ido siempre de la mano de Pacheco, el central del Sanse que también salió de su club. «Jugaban juntos, iban juntos a los torneos... Era una gozada verles», rememora. Otro chaval de Baztan, que juega en categorías inferiores de la Real, en el juvenil, es el guardameta Oihan Orbegozo. «El vínculo con la Real es fuerte, el trato es exquisito y aunque somos navarros no dudamos en seguir unidos, vinculados», subraya Osacar.
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Aventurar si 'Karrika' tiene posibilidades de llegar al primer equipo es una moneda al aire. Osacar cree que tiene «algo bueno» que le puede ayudar. «Es pesado, cabezón y no desfallece. Eso es bueno en el fútbol. Su actitud es positiva. He tenido entre manos grandes futbolistas que nunca terminaron de dar el salto porque se vinieron abajo a la primera de cambio. Él es de los que va con todo y esa actitud también se refleja en el campo».
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