Los 'gamers' de la Real Sociedad saltan a escena

Una comunidad de 300 millones de usuarios está pidiendo a gritos su lugar en el foco mediático. Son demasiadas personas como para obviar que están ahí, que algo está cambiando en la industria del deporte. Y la Real Sociedad no quiere quedarse atrás en la explosión de los eSports, que han desarrollado un espectacular crecimiento en el último lustro. La Liga, por supuesto, tampoco, y en esas está su presidente, Javier Tebas, intentando pulir al máximo este nuevo diamante en bruto que es la eLaLiga, una competición virtual en la que se enfrentan en el FIFA 21 -un videojuego de fútbol- desde 2016 los mejores jugones de España, y que está organizada por la compañía Electronic Arts Sports y la Liga.

El club txuri-urdin, encuadrado en el grupo B de un campeonato que cuenta con 38 conjuntos -todos de Primera y Segunda- divididos en dos grupos, está representado por dos jóvenes 'gamers' -jugón en inglés, persona a la que le gustan los videojuegos y juega a ellos- que son los que defienden la elástica blanquiazul de manera virtual, con un mando y enfrente de una pantalla. Ellos no saltan al verde ni reciben patadas, pero también son seguidos por miles de personas cuando compiten. Son Yeray Zaballos (Siero, Asturias, 1997) y Ander Hipólito (Donostia, 2000).

El más veterano de los dos en estas lides es Zaballos. El asturiano, ingeniero informático, lleva el brazalete virtual de capitán. «Esta es mi segunda temporada en la Real. Llegué a este puesto tras ganar el draft -una selección de los mejores jugadores tras la disputa de un torneo-, y este año han vuelto a confiar en mí. No soy de ningún equipo, pero a la Real le he cogido un cariño especial», afirma desde su Siero natal, donde vive con su familia. Zaballos, que también hace sus pinitos como youtuber, apunta que «es la Liga la que ha apostado muy fuerte por los eSports, sobre todo desde 2019. Quieren darle un gran impulso y han hecho una importante inyección de dinero en calidad de premios para el campeón, subcampeón...». Prueba de ello son los 300.000 euros que hay al final de la temporada para los premios.

¿Y dónde se les puede ver jugar? En muchos sitios. Especialmente en Twitch-una plataforma similar a YouTube- y, con menor frecuencia, en Movistar o en el canal de LaLiga Sports TV. Los martes y los miércoles son los días en los que se celebran las jornadas de la eLaliga, que este año acabará en mayo. Con suerte, hasta pueden jugar con las voces de Ruben Martín o Miguel Ángel Román narrando sus jugadas en directo, sin trampa ni cartón.

Otro detalle a tener en cuenta es que los equipos no juegan con sus jugadores originales. Es decir, Yeray y Ander no controlan en la PlayStation a Guridi, Barrenetxea, Elustondo o Monreal. «En los torneos oficiales de este juego cada uno juega con su equipo de Ultimate Team -una modalidad del FIFA-, pero en la eLaLiga hay requisitos distintos», aclara Yeray. «Solo pueden ser jugadores de la Liga o iconos que hayan jugado en la Liga, como Nazario (así conocen los jóvenes al Ronaldo original). Cada jornada los equipos se configuran a través de un draft».

- ¿Te han salido callos en las manos de tanto jugar?

- (Yeray) No, a mí no. Es verdad que el mando me hace un poco de daño en un dedo, pero puedo jugar sin problemas. Aunque esas lesiones en las manos existen, por supuesto.

Tanto ha apostado la Liga por esta competición que los jugadores ahora podrían ser considerados como profesionales, porque tienen firmados contratos con los clubes y reciben una retribución económica todos los meses que hay competición: los realistas cobran 650 euros. Un dinero que inyecta la patronal a los clubes. «Da igual los resultados que tengas, esa nómina es fija, ganes o pierdas. El sector está creciendo muchísimo, en otros países no ha recibido el impulso que se le ha dado aquí», comenta Zaballos. Y los patrocinios de la competición son también importantes: PlayStation, Banco Santander, Iqoniq...

Al otro lado de la pantalla está también Ander Hipólito, donostiarra, txuri-urdin de cuna y 'gamer', claro. Compagina sus estudios de segundo de Magisterio, en la UPV, con una actividad que requiere también disciplina, dedicación y entrenamiento. «Sí, metemos horas para entrenar, pero yo ahora ando un poco más ocupado por los estudios. Una tarde normal le puego pegar dos o tres horitas, y cuando me toca jugar le meto un poco más», relata Hipólito, que confiesa que el día de su primer partido los nervios le jugaron una mala pasada. «Perdí 4-3, era mi debut. ¡Estaba cagado!», cuenta entre risas. Eso sí, en el segundo partido se soltó y ganó 4-0 al jugón del Atlético, Andoni, uno de los más importantes a nivel estatal. «No estoy acostumbrado a que me graben mientras juego. Pero al final la cuestión es soltar nervios».

Para rendir en la eLaLiga no vale solo con jugar y jugar. Yeray y Ander ven partidos de los rivales, analizan sus puntos flacos y sus fortalezas, están pendientes de las actualizaciones del juego, ven sus propios partidos para detectar posibles errores recurrentes... Casi como los profesionales. Aunque en esta misma competición ya hay equipos que cuentan con entrenadores, psicólogos, analistas... Es un mundo nuevo. Respecto a la opción de poder jugar con las estrellas de otros equipos de la Liga, el donostiarra aclara que «hombre, imagínate que el del Huesca tiene que jugar con sus jugadores contra el Barcelona. No habría color en la partida».

A Ander lo llamó la Real en diciembre, para hacer pareja con Yeray en esta temporada que arrancó en enero. «Vi un anuncio de la Liga, que hacían un draft para poder ser elegido por alguno de los equipos. Los primeros 12 clasificados entre unas 1.500 personas iban a tener muchas opciones de entrar en un club. La verdad es que estuve bien y conseguí colarme entre esos 12 primeros. Llevo muchos años jugando a esto...», confiesa con una sonrisa tímida.

- ¿Y te ves con Ibai Llanos y todo ese mundillo?

- (Ander) No, no, nada de eso. Yo solo juego y ya, es lo que me gusta.

«Está guay eso de que te paguen por jugar, hago lo que me gusta. Aunque a mis padres no les hace mucha gracia», admite Hipólito, para agregar que «piensan que me puedo descentrar de lo realmente importante, los estudios. Pero lo llevo bien, soy capaz de compaginarlo. No creo que esto de los juegos me vaya a dar de comer, y sé que lo más importante es mi formación académica». Vuelve al tema de la nómina para incidir en que «obviamente es una motivación. También está el hecho de la repercusión que generaríamos si somos capaces de ganar el torneo... si eso sucediera, me haría mucha ilusión poder competir a nivel internacional».

Pero ser el campeón de un total de 38 conjuntos es una tarea harto complicada. «Cada partido es un mundo, una guerra. Hay mucho nivel, está todo muy igualado», subraya. El objetivo de ambos para este curso es alcanzar la fase final, a la que llegan los 8 primeros de cada grupo -A y B, 19 equipos en cada uno-. «Eso sería algo muy tocho», destaca. Efectivamente, sería un gran logro.

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