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Willian José y Januzaj se retiran cabizbajos del Reale Arena tras el pitido final. morquecho
Real Sociedad

Real Sociedad: Oda a la impotencia

Una Real previsible y cabizbaja suma otra derrota más tras una nueva decisión controvertida del árbitro

Miguel González

San Sebastián

Miércoles, 24 de junio 2020

Vayan rescatando las tumbonas y las sombrillas del trastero que ha llegado el verano. La noche de San Juan nos recordó que es época de ... asueto y descanso, de playa y monte, no de agarrarse berrinches con el fútbol. Ya les aseguro que por la Real Sociedad no van a sufrir ningún estrés balompédico en estas semanas delante del televisor. De hecho, hasta les sugeriría mejores formas de aprovechar el tiempo hasta que termine la Liga cuando haya partido. Un paseíto vespertino bajo la brisa del mar, la lectura de un buen libro, salir a hacer deporte cuando cae el sol, terracear... Nuestro equipo se lo va a permitir y, ya si eso, antes de acostarse o al día siguiente -mejor esto último para conciliar el sueño- mira en el móvil el resultado y se acabó.

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Porque el coronavirus nos ha devuelto a la realidad de siempre. La de que cuando van bien las cosas se tuercen y cuando van mal no se remontan. Una temporada que iba camino de ser histórica va a terminar en la mediocridad más absoluta, con unos jugadores que no pueden con las botas porque alguno de los ingenieros de Zubieta se ha pasado de rosca con ellos. La mejor prueba que debuta como titular un chavalín del Sanse como Martin Zubimendi y, junto con Januzaj, es el mejor con diferencia. ¡Pero esto qué es! Y ojo, no es que no quieran, es que no pueden. Que casi es más frustrante aún.

En semana y media la Real ha perdido contra dos rivales que pelean por evitar el descenso -Alavés y Celta- y ha empatado in extremis ante un Osasuna que no se juega demasiado en esta recta final de Liga. Casi la mejor faena la hizo ante el líder Real Madrid, que como era un grande no se le pudo rascar ningún punto. A este paso no sé contra quién vamos a sumar, porque igual que en marzo parecíamos invencibles ahora somos lo contrario. Menuda transformación...

¿Qué ha pasado?

Encontrar una explicación a semejante descalabrado se hace complicado. Y menos cuando no hemos podido ver ningún entrenamiento. Así que solo podemos opinar en función de lo que observamos y esto es un equipo que físicamente está muy pesado, como si el volumen acumulado se hubiera tragado la chispa. No digo que esté poco preparado. Quizás sea todo lo contrario y el peaje a pagar sea que ahora mismo no hay velocidad. Y la Real Sociedad sin velocidad es un conjunto plano y previsible. Porque todo adquiere sentido a partir de una circulación rápida de balón mediante la que mueve al contrario y provoca los espacios en el último tercio del campo. Ahora los rivales acampan tranquilamente atrás y pasan la tarde de forma plácida hasta el final. Nunca habrá ganado el Celta fuera de casa haciendo tan poco.

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La situación es grave. No clasificatoriamente, porque no hay riesgo de bajar, pero sí socialmente, porque no hay mayor rédito que la ilusión y ésta se ha perdido. Igual que estos jugadores nos hicieron soñar, ahora nos han metido en una pesadilla. Y para las expectativas de la próxima temporada puede ser un mazazo muy fuerte. Ya me veo como siempre escribiendo aquello de 'queremos acabar con buenas sensaciones', que suele ser sinónimo de no hay nada que rascar. Hemos vivido tantas veces la misma historia que me da pánico solo de pensar en ello.

¿Por qué el mismo sistema?

Si el físico no acompaña, la Real Sociedad no puede seguir jugando con solo tres centrocampistas porque no domina los partidos. Antes, con el Zubeldia enchufado, el Merino imperial y el Odegaard que enamoró al campeonato, se bastaban para someter a los contrarios en la parcela donde se determina el juego. Y el día que el rival se encerraba, sobre todo en Anoeta, Guevara abría líneas de pase. Todo fluía de forma espontánea para regocijo de unos delanteros que se ponían las botas. Willian José, Isak, Portu, Oyarzabal, Januzaj... Todos brillaban, en uno u otro partido. Ahora solo el belga está a la altura. Curiosamente el más hábil en distancias cortas. Menos mal que no salió en el mercado de invierno...

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Ahora la Real hace arranques buenos en cada parte, este miércoles al menos no lo hizo mal ante el Celta, pero después no puede llevar las riendas del juego en cuanto el contrario le quita el balón al juntar efectivos en la zona ancha. La última llegada de peligro del partido fue un cabezazo desviado de Merino a centro de Zaldua en el 68. En los últimos 27 minutos -hubo cinco de prolongación- Rubén fue un turista.

Es comprensible que Imanol quiera defender lo que le ha dado tan buen resultado, pero ahora mismo las circunstancias son diferentes y quizás tenga que pensar en maniobrar con cuatro en el medio -una alternativa podría ser un rombo con Oyarzabal- y dos delanteros que exploren el espacio como Isak y Portu. Cuando no haces daño en combinativo hay que apostar por fórmulas más directas. Sobre todo viendo lo poco que están aportando los laterales en ataque. Ayer, dos subidas por los carriles en todo el encuentro, una de Zaldua y otra de Monreal. Eso jugando en casa y yendo detrás en el marcador 53 minutos. Ya me contarán cómo se va a remontar así un partido, algo en lo que tampoco somos especialistas, ya que en las diez jornadas en las que hemos encajado el primer gol el balance ha sido de una victoria, dos empates y siete derrotas.

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Prieto Iglesias, en su línea

Dejo el árbitro para el final porque su actuación no fue ninguna sorpresa. Ya les avisé el martes de que éste iba a hacer bueno a Estrada Fernández. Así que a la primera que tuvo oportunidad se fue a los once metros para castigar un piscinazo de Aspas ante un Llorente que siempre está metido en todas. El mismo árbitro que no pitó un penalti como una catedral en Granada para la Real ayer se le cogió con papel de fumar. No le hizo falta mucho más porque este equipo si se pone por detrás en el marcador ya está sentenciado. Luego el propio Llorente recibió otro agarroncito de Kevin en un córner pero entonces miró para otro lado. Así es esta Liga. Recibirá la palmadita de Rubiales y a otra cosa mariposa.

Real Sociedad

Remiro, Monreal (Muñoz, min. 58), Llorente, Elustondo, Zaldua (Gorosabel, min. 75); Merino, Zubimendi; Oyarzábal (Isak, min. 75), Odegaard (Portu, min. 58), Januzaj; Willian José.

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Celta de Vigo

Blanco, Olaza, Murillo, Aidoo, Vázquez; Rafinha; Bradaric (Araujo, min. 77), Beltrán (Brais, min. 46); Aspas (Saéz, min. 77), Mina (Smolov, min. 84) y Suárez (Nolito, min. 70).

  • Gol 0-1, min 44: Iago Aspas, de penalti

  • árbitro Prieto Iglesias (Comité Navarro). Amonestó a Monreal, Llorente, Zubimendi, Rafinha y Smolov.

  • incidencias Encuentro disputado con 21 grados y más de un 90% de humedad en el aire en el Reale Arena

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