Guridi, durante un entrenamiento en Zubieta. LUSA

Recuperar el control del centro del campo

Desde mi banda izquierda ·

Ganar esta noche a un buen Celta pasa por encontrar de nuevo el equilibrio en el medio que se perdió contra el Sevilla

Jueves, 22 de abril 2021, 08:36

En este final de Liga, con tanto en juego, ya no hay equipos pequeños y esta noche, por lo tanto, hay que estar alerta con ... un Celta que empezó dubitativo pero que mejoró con el cambio de entrenador en todos los aspectos del juego. Lo ha hecho de la mano de un Iago Aspas que siempre da la cara, arrastra a sus compañeros y mete goles. Bien acompañado por Nolito, otro jugador siempre cerca del gol, Denis Suárez, gran jugador muy técnico con gran visión del juego, y Brais Méndez, trabajador incansable. Todo ello en torno a un esquema de 1-4-4-2 con repliegue intensivo, saliendo bien a la contra gracias a la velocidad de sus delanteros. Y ojo con no cometer faltas al borde del área porque Aspas es un auténtico especialista.

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En todo caso, la clave de esta noche consistirá en ganar el centro del campo, que ante el Sevilla se perdió, al disponer Imanol Alguacil solo de dos centrocampistas puros, Guevara y Zubimendi. Pese a que Oyarzabal y Barrenetxea estaban en las bandas en el mediocampo, no tuvimos el balón y los sevillistas nos hicieron superioridad numérica y no nos sirvió jugar con dos delanteros. En definitiva, faltó equilibrio al no haber jugadores suficientes para controlar el juego. En este sentido, más allá de si falta gasolina o no, lo que parece claro es que no se pueden obviar las importantes bajas de Merino y Silva. No contar con ellos o Illarramendi te merma mucho. Aunque la plantilla sea amplia y los que salen lo hagan bien, siempre en toda plantilla hay jugadores más importantes que otros, y eso se tiene que notar. La entrada de Jon Guridi puede ser un remedio para ese medio del campo.

La opción que ha utilizado la Real de jugar con tres centrales y reforzar el medio con dos laterales más largos ha sido otra alternativa que ha empleado un Imanol obligado últimamente a hacer malabarismos para equilibrar ese centro del campo clave. El otro día sirvió para nivelar un poco el partido, pero habrá que ver qué hace esta noche.

Una Superliga egoísta frente al sentimiento

El partido de esta noche llega marcado por la polémica creada por el anuncio de la Superliga, encabezado por el presidente del Real Madrid, que parece ir decayendo a medida que muchos de sus clubes, encabezados por los ingleses, han reculado al escuchar las críticas de sus aficionados. Florentino Pérez y Laporta no buscan salvar el fútbol, solo miran por sus intereses para enriquecerse y favorecer a unos privilegiados designados a dedo, sin preocuparse de los demás equipos. Nuestra Liga doméstica, como la Premier, es una competición espectacular en la que clubes con menos potencial pueden ganar a Madrid, Barça o Atlético para aspirar, mediante méritos deportivos, a jugar en Europa al más alto nivel.

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Partidos como el Real-Celta, dos equipos arraigados en su tierra, nos gustan más que la Superliga

 

Yo prefiero un Real Sociedad-Sevilla, un Barça-Athletic o un derbi sevillano a un, por ejemplo, Liverpool-Real Madrid como el de la semana pasada, que fue un auténtico aburrimiento. Pero a los grandes no les gusta que equipos de cantera les puedan hacer sombra. Ojalá que se termine confirmando el fracaso de este proyecto y que continúen competiciones atractivas como la actual Champions o la Europa League. Y es que el fútbol es sentimiento y debe primar el aspecto deportivo y el solidario. Es lo que queremos ver, por ejemplo, esta noche en Anoeta, entre la Real y el Celta, dos clubes muy arraigados en su territorio y que cuidan la cantera.

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