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Ni suerte, ni afición
Cuarta derrota consecutiva del filial en Anoeta ante casi 2.000 burgaleses en un partido que por ocasiones y juego no mereció perder
Rabia, pena, incredulidad y, por momentos, desesperación. Todos esos sentimientos tuvieron los jugadores del Sanse al ver cómo volvían a caer derrotados en un Anoeta ... que pareció El Plantío con la presencia de casi dos mil burgaleses que se dejaron la garganta para animar a su equipo. Era un partido clave ante un rival directo y volvió a pasar lo de casi siempre. El Sanse fue mejor, tuvo las mejores ocasiones -también en cantidad-, pero falló en las dos áreas y los puntos volaron a Burgos. Al Sanse, por no acompañarle, no le acompaña ni la suerte. El remate de cabeza de Karrikaburu en el minuto 95, al igual que hace unas semanas le sucedió a Martón, terminó siendo escupido por la madera. Una pena porque no se lo merecen.
Xabi Alonso sorprendió hasta al propio Burgos cuando Robert Navarro compareció como titular. El catalán fue el mejor del primer acto, pero como estaba pactado, se quedó en el vestuario tras 45 minutos. La primera ocasión la tuvo él. Un balón al espacio pudo haber terminado en gol si Navarro, una vez superado al portero Caro tras una mala salida, hubiese probado fortuna desde lejos. Estaba escorado, sí, pero, raro en él, no disparó a puerta. Entre él y Roberto López movieron al equipo. El maño encontró a Alkain que disparó alto mientras que otro pase picado del '10' no terminó en los pies de Navarro. Veinte minutos y el Sanse ya merecía ganar. Del Burgos no había noticias. Solo se supo que estaban jugando en Donostia cuando casi los dos mil aficionados burgaleses alentaron con más fuerza a su equipo.
REAL SOCIEDAD B
0
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1
BURGOS
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Real Sociedad B: Ayesa; Alkain (Djouahra, m. 60), Blasco (Karrikaburu, m. 67), Urko (Martón, m. 86), Pokorny, Martín; Olasagasti, Sangalli, Roberto López (Garrido, m. 86), Navarro (Aldasoro, m. 46) y Lobete.
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Burgos: Caro, Álvaro, Córdoba, Grego, Matos; Navarro (Alarcón, m. 91), Mumo (Undabarrena, m. 84), Elgezabal, Ernesto (Riki, m. 65); Valcarce (Andy, m. 84) y Juanma (Medina, m. 65).
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Goles: Ernesto (m. 36).
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Árbitro: Quintero González (comité andaluz). Amonestó a Pokorny y Karrikaburu en el Sanse y a Grego en el Burgos.
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Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 19 de la Liga SmartBank con 3.586 espectadores en el Reale Arena. De Burgos llegaron unos dos mil aficionados.
Asentado el encuentro, volvió a ocurrir. Un fallo defensivo del filial le condenó a tener que remar a contracorriente. Los visitantes no habían hecho ni «uy». Valcarce recogió el balón en la izquierda y dejó tumbado a un Blasco que estuvo blando. O el jugador o el balón, se decía antaño. Ni una, ni otra. El delantero pisó área y encontró en el segundo palo solo a Ernesto, que solo tuvo que meter el interior para empujar a gol ante la mirada de Pokorny, mal colocado. No bajó los brazos el Sanse, comandado por Navarro, que chutó con colocación desde lejos para obligar a intervenir a Caro. Sin premio.
Se sumaron otros protagonistas tras el paso por vestuarios como Lobete, que estuvo indeciso en dos ocasiones cuando pudo hacer gol. La primera cuando se plantó solo delante de Caro tras un regalo de Roberto López, pero Matos le robó la cartera llegando desde atrás. Tampoco estuvo fino en un dos contra dos cuando López esperaba en el punto de penalti el pase. Nunca llegó. El Burgos replegó aún más e hizo daño como casi siempre en Anoeta, corriendo. Valcarce no aprovechó un error de Pokorny aunque Ayesa realizó una buena parada.
Entró Djouahra para morder por la derecha, pero en el otro lado Ander Martín tuvo dos disparos que no encontraron portería. Exactamente igual que todos sus precisos y medidos centros. Increíble que nadie sea capaz de enviarlos a la red. Tampoco estuvo hábil el donostiarra para empatar después de que Djouahra realizara un centro perfecto al segundo palo. Entre el bosque de piernas no apareció la zurda de Martín.
El partido se fue muriendo gracias a las pérdidas de tiempo -y por momentos engaños- del conjunto burgalés, permitidas como habitualmente por un colegiado que no respetó ayer al Sanse. Es muy fácil arbitrar al filial. Sin errores manifiestos, las pulsaciones se fueron disminuyendo tras las triquiñuelas visitantes. Pero hubo tiempo para una más. La más clara. El remate de cabeza de Karrikaburu a la salida de un córner en el minuto 95 fue escupido por la madera cuando los pocos realistas presentes en la grada ya cantaban el gol. Habrá que seguir esperando.
«Creo a muerte en el equipo»
Xabi Alonso, por su parte, está convencido de que el filial puede revertir la situación. «Esto es fútbol, es un estado de ánimo y es una cuestión de dinámica. Se puede cambiar. Creo a muerte en el equipo pese a las derrotas porque queremos seguir mejorando. Si bajamos los brazos ya habremos perdido y eso no nos lo podemos permitir. El camino lo tenemos que disfrutar porque todavía hay vida, quedan 23 partidos», lamentó.
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