Crónica: Horra zer den gure Reala!

La fortaleza defensiva, patrimonio de los colchoneros en la última década, esta vez fue realista para sellar su portería por decimoquinta vez en el presente curso. Pero es que además le añadió la capacidad en la definición de sus atacantes Januzaj y Sorloth para firmar la clasificación tras el descanso. La actuación del noruego es una gran noticia, porque el día que faltaba Isak por lesión mostró todas sus credenciales de delantero en una de las fechas señaladas del calendario. El Atlético acabó aceptando la superioridad guipuzcoana y pudo llevarse más goles de un Anoeta que la gozó como nunca.

Salida en tromba. La Real entró en el partido mucho mejor, principalmente porque controló el centro del campo y los envíos en largo de Oblak los ganaba fácilmente por alto la línea defensiva ante la única oposición de Joao Félix. Y eso que Simeone colocó un trivote con De Paul, Herrera y Koke para obstaculizar el juego interior txuri-urdin en campo contrario con Merino, Silva y las incursiones hacia adentro de Januzaj y Oyarzabal.

Un centro del capitán desde la derecha no pudo aprovecharlo Aritz de cabeza solo en el segundo poste. Después fue una salida de balón en la que Le Normand y Aihen hicieron superioridad por la izquierda la que originó una buena situación, con centro del lateral y remate de Januzaj desde el flanco contrario rozando el poste. El cuarto de hora inicial se cerró con otra buena oportunidad en un balón que sujetó Sorloth junto al banderín de córner izquierdo, se la dejó de tacón a Januzaj y el servicio del belga al segundo palo lo cabeceó Oyarzabal por encima del larguero.

Simeone mueve ficha. Después la contienda se equilibró porque el técnico rojiblanco centró la posición de Carrasco en su dibujo de 1-4-3-3 y eso le dio la oportunidad de sujetar balón en campo contrario para que el resto de las líneas progresasen. De hecho el belga tuvo una situación muy clara para marcar tras un error de Aritz al salir de zona. De Paul le envió el balón en largo y le dejó solo ante Zaldua, al que regateó y remató al poste con Remiro vendido.

Ahí tuvo unos momentos la Real en los que le costó recuperar en campo contrario y tapar la salida de balón rival. Ello le hizo jugar unos metros más atrasada que al inicio. Los marcajes de De Paul a Merino y Koke a Silva desactivaban a los blanquiazules, que trataban de coger aliento de nuevo en situación de repliegue.

Januzaj, a lo Kovacevic. Pero bastó cruzar una vez a campo rival para golpear al contrario como no lo había hecho en el cuarto de hora inicial con esas tres oportunidades. Fue un ataque largo en el que Merino se quitó de encima a De Paul y Herrera con un extraordinario movimiento con balón y dejó liberado a Silva. Y ya se sabe que al canario no se le puede dar un metro, porque no tardó nada en ponerle la pelota en ventaja en línea de fondo a Zaldua. El donostiarra enganchó un centro tocado y ahí emergió por encima de Felipe y Vrsaljko un Januzaj poderoso para marcar de cabeza recordando a Kovacevic. Con la testa también hizo otro al Valladolid de córner antes de la pandemia, pero no es su fuerte.

Sorloth sentencia rápido. El arranque del segundo acto fue como el primero, trepidante por parte local. Porque apenas había pasado nada cuando Oyarzabal apretó arriba a Felipe forzando su error, del que sacó petróleo Sorloth. El noruego lo hizo todo bien: el primer control para irse del rival, su poderosa zancada en carrera y la definición al palo largo para que no llegase Oblak. Una cosa es que le haya costado adaptarse y otra que sea un mal jugador, porque en las grandes noches ha demostrado brillar con luz propia. Atlético, en dos ocasiones, y el PSV, con aquel golazo en diciembre, han sido víctimas de tronío que han caído a sus pies.

A partir de ahí la Real tuvo unos minutos en los que se gustó y debió ampliar su renta. El propio Sorloth encañonó con un zurdazo a Oblak, que repelió su golpeo, Merino también remató rozando el poste de exterior y hasta Le Normand pudo marcar en un córner pero no acertó a dar dirección a su cabezazo.

Para entonces Simeone ya había quemado sus naves al dar entrada a Lemar, Cunha y Suárez para cambiar a un sistema más ofensivo de 1-4-4-2, pero la Real sabe defender en posicional y no abrió ninguna puerta a su rival. La única, tras un error de Aritz en el salto ante Suárez, la cerró pronto Remiro con una rápida salida a los pies de Cunha que impidió al Atlético meterse en la eliminatoria.

Los minutos finales fueron para disfrute de la afición y de los propios futbolistas que pudieron saborear el triunfo gracias a su renta. Ahora queda esperar el rival que depare el bombo pero la Real vuelve a estar en la pomada de la Copa dos años después de ganarla.