La Real debe ajustar en defensa para despegar en la presente temporada
Ha recibido nueve goles en los últimos cuatro partidos y el propio Imanol admite que «si queremos estar arriba no podemos encajar tanto»
Se hace camino al andar y la Real ya toma posiciones en la Liga. Después de haberse medido en seis jornadas a dos de ... los tres primeros, Girona y Real Madrid, está a un punto de posiciones europeas y en la Champions ha logrado un empate ante el Inter que incluso supo a poco por el juego que desplegó. Aunque mejorable, no es un mal botín cuando aún tiene que encajar a varias de las piezas nuevas que ha incorporado este verano y sigue pendiente de la recuperación de André Silva, su gran apuesta para la delantera.
La victoria ante el Getafe ha dejado sensaciones encontradas. De alivio por los tres puntos sumados y la confirmación de que ahora se le caen los goles, cuando hace un mes le costaba ver puerta, y de preocupación por la fragilidad defensiva que le ha hecho encajar nueve tantos en los últimos cuatro partidos. No es normal que dos equipos que aspiran a la permanencia como Granada y Getafe le hayan marcado seis en Anoeta en dos jornadas.
En este contexto se entiende el enfado de Imanol en la sala de prensa: «Si queremos estar arriba no podemos encajar tanto. Me fastidia una barbaridad no defender bien. El año pasado este equipo ganaba muchas veces por 1-0 y se hablaba de lo bien que defendía».
Dovbyk, Mingueza, Joselu, Lautaro, Aleñá y Latasa han batido a Remiro delante de sus narices
Las palabras del técnico ponen el balón en bandeja para analizar qué le ocurre a la Real en su comportamiento defensivo cuando, en principio, sigue conservando parecidos mimbres. Las siguientes serían algunas de las razones para explicar por qué está encajando tantos goles.
Cambio de sistema. Esta temporada Imanol ha apostado por volver al 1-4-3-3 que utilizó en sus primeras temporadas en detrimento del 1-4-4-2 en rombo del curso pasado. Entonces lo adoptó por la ausencia de extremos, con Barrenetxea y Oyarzabal lesionados, y la presencia de cuatro centrocampistas talentosos a los que era un delito sentar en el banquillo: Zubimendi, Merino, Brais y Silva. Ahora, con buen criterio, ante la ausencia de un nueve diferenciador, ha potenciado el juego por fuera con Kubo y Barrenetxea, que están llevando la responsabilidad en ataque.
Sin embargo, en defensa aún hay que hacer ajustes. Cuando la Real presiona en campo contrario no tiene problemas para saltar en la presión. Incluso se encuentra a gusto como demostró ante el Girona, en la primera parte del Bernabéu o contra el Inter, por citar algunos ejemplos. Pero en situaciones de bloque bajo sufre, tanto para tapar los centros como para defenderlos. Dovbyk, Mingueza, Joselu, Lautaro, Aleñá y Latasa han batido a Remiro delante de sus narices.
Le Normand no está tan fino como otros años y Merino se perdió dos partidos y otro se quedó en el banquillo
La Real defiende en ocasiones más atrás que el año pasado y eso también tiene que ver con un déficit en la presión en las líneas posteriores. Porque si no se hace bien, te hundes. El caso más feaciente fue el tramo final ante el Inter cuando desaparecieron el centro del campo y la delantera. Con cuatro medios hay más facilidad de realizar ayudas que con tres y eso permite frenar mejor al adversario en zonas intermedias y recoger los segundos balones. Ahora tiene que ajustar movimientos sin balón, sobre todo en repliegue, para recuperar la solidez que ha tenido en las dos temporadas anteriores.
Bajón de Le Normand. El bretón ha sido uno de los pilares de los éxitos logrados en estos años. Tanto de la conquista de la Copa como de las cuatro clasificaciones europeas consecutivas. Defensa rudo y fuerte en los duelos individuales, su mejoría con balón y valentía para perseguir en zonas alejadas a la portería le convirtieron en indiscutible para Imanol. El club vio pronto sus potencialidades y por eso abrió la puerta en verano de 2019 a Raúl Navas y Héctor Moreno para que tuviera el camino despejado hacia la titularidad. Entonces tenía 22 años y hoy es internacional absoluto. La apuesta ha salido bien.
Sin embargo, en este mes y medio de competición está mostrando su peor cara. También es verdad que había puesto el listón muy alto. Ese jugador inexpugnable ha dejado de serlo y la Real lo está notando. Ante el Granada se marcó un gol en propia puerta en un córner y tuvo problemas para sujetar a Lucas Boyé, que le superó claramente en el segundo tanto nazarí. En el Bernabéu perdió de vista a Joselu para regalarle la espalda, algo parecido a lo que sucedió en el tanto de Aleñá sin que nadie le arrastrara. Porque Mayoral al que se lleva al primer poste es a Zubeldia.
La parte positiva del asunto es que nunca pierde la cara al partido y que con 26 años entra en la mejor edad de un futbolista. Que vuelva a recuperar su mejor versión es cuestión de tiempo, aunque hasta entonces la Real acuse atrás su irregularidad.
Traoré, Odriozola y Tierney han llegado para reforzar la zaga pero aún deben entender la idea de juego
Laterales nuevos. En verano salieron los dos titulares del año pasado, Gorosabel y Rico, así como Álex Sola. En su lugar han llegado Traoré, Tierney y Odriozola. Los tres movimientos han sido propiciados desde el club para mejorar estas posiciones, pero aún tienen que adaptarse a un nuevo estilo y una manera diferente de jugar.
A los laterales de la Real se les ha mirado con lupa en las últimas temporadas, quizás sin tener presente que actuar en esa posición con los condicionantes que exige el modelo de juego txuri-urdin es muy exigente. Porque muchas veces tienen que buscar a sus pares en campo contrario y luego replegar para proteger bien el área. Eso sin balón. En ataque se les pide incorporarse en ataque y poner buenos centros al área, y a veces todo resulta imposible.
Traoré está ofreciendo muy buenas prestaciones. Es un lateral muy poderoso físicamente y explosivo en sus acciones, pero aún le cuesta interpretar situaciones del juego relativas a su línea. La principal es saber cuándo debe estirarla para tapar el centro de un adversario o cuándo debe cerrar para defenderlo. La Real ha encajado varios goles por centros desde su banda.
También Tierney, que apenas ha jugado ante Real Madrid e Inter, debe sincronizar más sus movimientos defensivos con el grupo para saber cuándo tiene que saltar, replegar o cerrar respecto al eje. Individualmente son dos jugadores de calidad que tienen que crecer en lo colectivo.
Al margen de estas consideraciones, no hay que olvidar que Merino estuvo lesionado ante Girona y Celta y que se quedó en el banquillo contra el Getafe. El navarro es el referente principal en la zona ancha. Pequeños detalles que sumados están detrás de esa colección de goles que lleva la Real encajados.
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