Participar (no) es lo más importante
El seguimiento a... Rafinha e Isak ·
El brasileño es el jugador que más interviene, lo contrario que el sueco, esquinado en el extremo pero resolutivo en el momento decisivoEl Barón de Coubertin lanzó como lema del espíritu olímpico aquello de que «lo importante es participar» y se lo tomó este lunes al pie ... de la letra Rafinha, omnipresente sobre el terreno de juego. Como si cada toque de balón concediera puntos y al final del juego hubiera recuento. Medalla de oro para el hijo de Mazinho en esa clasificación por número de intervenciones. Pero a Isak, que es de otra raza, depredador, no le importa tanto el proceso sino la finalización: el resultado.
Publicidad
Uno y otro fueron los dos lados de la moneda txuri-urdin. Activo y alegre el primero, incandescente hasta que Imanol le cambió ya cuando la fatiga podía más que la clase. El segundo estuvo más apático, esquinado y esquivo, condenado al destierro en la banda izquierda aunque con un protagonismo que fue increscendo. Llegado el momento, olió la sangre y no lo dudó. Quitó de las manos el balón a Merino para lanzar el penalti y, lo más relevante, lo reventó para dar la victoria a su equipo. ¡Basta de participar! ¡Aquí vale ganar!
Porque hasta ese momento, la Real había tocado y tocado, jugado y jugado, llegado y llegado llevando hasta el extremo el lema olímpico. Con generosidad y entrega, encarnadas por Rafinha. Un elevadísimo número de ataques se inició desde las botas del carioca. Se ofreció una y otra vez a sus compañeros para despojarles del marrón. En posiciones de iniciación, en el círculo central, en zona de tres cuartos, escorado a banda, por dentro... hasta en línea de fondo.
Las claves
-
Rafinha: Se ofreción constantemente para iniciar el juego y para dar el últimio pase
-
Isak: Poco participativo en muchas fases del partido, fue increscendo y acabó ejecutando el penalti
En la primera parte se comportó claramente como un jugador de derechas. Tanto él como sus compañeros -Zubimendi y Silva le ayudaron en la circulación- cargaron el juego sobre la banda de Portu y Gorosabel para desesperación de Isak en el otro costado. Tras la reanudación, se mostró más de centro, con alianzas puntuales con la izquierda atacante. Y ahí fue entrando en calor el delantero sueco que hacía las veces de extremo.
Publicidad
Se vino arriba en el 65 con una cabalgada revitalizante para la grada, partiendo desde la banda izquierda, adentrándose en el semicírculo del área y rematando tras una pared con Silva. Harto del juego combinativo y la participación apabullante, quería resolver, a las duras o a las maduras, así que se erigió en líder del anarquismo radical de los últimos minutos para generar primero la ocasión del gol anulado a Sorloth y tomar la responsabilidad de convertir el penalti.
Para entonces Rafinha ya estaba recuperando en el banquillo. No sin antes cruzar todo el campo para ayudar en tarea defensiva en una de las contadas contras del Espanyol en el minuto 67. No se le acabó la generosidad, pero sí la gasolina, necesaria para seguir con su función participativa. Por eso no tuvo la rapidez de reflejos necesaria para meter un segundo antes aquel balón en profundidad al propio Isak por banda izquierda. Por eso no llegó con la suficiente chispa al balón en largo enviado por Nais en la derecha, y por eso no remató con contundencia la jugada iniciada por él mismo en el 70. Por eso no sale en las portadas de hoy. Son para Isak. ¿Quién dijo que participar es lo más importante?
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión