Morata a Oyarzabal: «¡Ya te dije que el pie te olía a gol»

El delantero madrileño siguió el orden de los dorsales, por lo que el primer realista que salió al escenario fue Robin Le Normand. «Este tío se despierta y agarra al primero que ve por casa. ¡Lo agarra! Es la pesadilla de todos los delanteros de Europa. Menos mal que juega con nosotros», dijo un Morata desatado antes de cederle el micrófono al bretón, que sorprendió a propios y extraños con un «¡Que viva España!».

Mikel Merino, el héroe con su gol ante Alemania, fue el siguiente en ser presentado: «¡Cuidado, cuidado, cuidado, mucho cuidado!», se arrancó el '9' de la selección. «Ven para acá, que lo quiero decir delante tuyo. Ven aquí», exclamó ante la actitud un tanto timorata del jugador de la Real. «Cuando parecía imposible, a los anfitriones, con un gol de cabeza, con el espíritu de Puyol... Tengo guardado ese gol en los favoritos de mi Iphone y todo España también porque esa foto quedará para la historia», afirmó Morata mientras se abrazaba al navarro, cuyo nombre coreaba la afición.

Álex Remiro también pasó por el escenario, donde recibió unas palabras muy cariñosas del capitán de la selección. «Quiero que cojas la Copa y que la levantes bien alto para todos los españoles», le pidió Morata. Remiro le hizo caso, cogió el trofeo y simuló lanzarlo a los seguidores. «Este tío es otro que es un ejemplo para todos nosotros porque es el único que no ha tenido la oportunidad de jugar en el campo, pero es uno de los que más ha jugado fuera ¡y eso para nosotros vale la hostia!», gritó mientras la gente coreaba su nombre. Ya en tono de broma, Morata reveló que Remiro «ha estado entrenando al golf en Alemania y va a llegar a Donostia que no van a saber si es Jon Rahm o Alex 'Rahmiro'», lanzó mientras sus compañeros de equipo se partían de risa. «De verdad, te agradecemos mucho todo lo que has hecho y todo tu esfuerzo».

Llegó el turno entonces de un tímido Martin Zubimendi que ejemplificó perfectamente ese carácter guipuzcoano. «Al final, no sé si se lo dijo su familia o quién, pero canceló el mohicano», dijo de broma Morata. «Debe ser que sabía que iba a ser importante en la final, donde tuvo que salir ¡y enseñarles a los ingleses cómo se juega! No era fácil y diste espectáculo», le dijo. «Cuando más te necesitábamos, estabas ahí», le lanzó mientras Zubimendi se ponía rojo. «¡No te pongas nervioso Zubi!», le dijo Morata al donostiarra, al que se le escuchó decir que «tantas cosas bonitas no me han dicho nunca». «Es campeón de Europa, es otro que estaba tocado y ha hecho todo lo posible por estar aquí», le agradeció el improvisado 'speaker'.

Y quedaba Mikel Oyarzabal, el héroe de la final. «Otro que ha escrito una página importante en la historia de la selección española de fútbol», le presentó Morata. «Cuando parecía más complicado, ahí estaba con el 48», dijo en referencia a la talla de su pie. «Lo ha pasado mal y todo en la vida tiene su recompensa». Entonces el delantero del Atlético le preguntó: «¿Qué te dije cuando me encontré contigo en el pasillo el día de la final?». «Que ese pie tenía mucho gol», le respondió Oyarzabal. «Que te olía el pie a gol», le apostilló Morata. «Y has cambiado la historia del fútbol español. Gracias por hacernos campeones».