El mismo perro con distinto collar

Desde el primer día la gestión federativa de su torneo estrella no ha podido ser más calamitosa. Sabiendo la tragedia que se había desatado el martes 29 de octubre sobre Valencia, dio luz verde a que se disputaran los partidos del día siguiente como si nada hubiera ocurrido, algunos como el Águilas-Castellón, a apenas dos horas por carretera de donde la riada se llevó por delante pueblos enteros.

Ese mismo miércoles por la noche, a menos de 24 horas del enfrentamiento ante el Jove, acordó el aplazamiento del partido, así como los otros cuatro que afectaban a conjuntos de la Comunidad, en concreto al Valencia, Levante, Hércules y Manises. Alicante no se vio afectada por la DANA. Es más, hacía buen tiempo y la gente estaba en la playa, pero era evidente que con semejante catástrofe encima el fútbol quedaba en un segundo plano. Lo curioso del caso es que permitió que se celebrara el resto de las eliminatorias de ese jueves como si el luto y la consternación quedasen restringidas a un área autonómica. Incluso programó el Chiclana-Osasuna en plena alerta meteorológica que, después, se suspendió por la lluvia.

Partiendo de la base de que no se tendría que haber jugado ninguno, lo cierto es que el mismo día se disputaron doce eliminatorias y no reparó en que la Real no tendría fechas para recuperar la suya antes de la segunda ronda. Al menos, si no se mostraba algo de cintura desde el ente federativo ante una circunstancia tan excepcional. Pero se ha comprobado que no se le pueden pedir peras al olmo y que la marcha de Rubiales no ha arreglado absolutamente nada.

Sin contar con ninguno de los dos clubes, la Federación impuso la fecha de hoy. Admitió que la Real tenía once jugadores de la primera plantilla y tres del filial que participan de la dinámica del primer equipo en esta ventana de selecciones, pero alegó que dispondría de 14 jugadores disponibles jugando a futurólogo. La mala fe se advierte en que dijo desconocer la existencia de lesionados, cuando era público que había cuatro jugadores en la enfemería y en el listado que envió al club para recordarle los disponibles, Traoré, Zakharyan, Turrientes y Marín aparecían con la cruz roja de las bajas. Solo los dos últimos han entrado en la lista para Alicante, y después de un mes sin jugar.

Sin la más mínima voluntad

Les comenté la semana pasada que la solución habría sido sencilla, pero era una cuestión de tener luces y voluntad. Bastaba con haber metido una bola con el ganador de la eliminatoria Jove-Real en el sorteo del miércoles que viene, dar al conjunto alicantino la consideración de un Primera en caso de ganar y haber colocado el partido el 4 de diciembre, con el resto de los dos de la segunda eliminatoria. Problema resuelto. La segunda ronda se podría haber jugado el 18 de diciembre, semana libre para los equipos europeos. Pero ha sido como darse cabezazos contra un muro.

En su resolución la Federación defendió que la Real tenía seis futbolistas que jugaban el lunes con sus selecciones –en referencia a Remiro, Zubimendi, Oyarzabal, Sucic, Aguerd y Sadiq– y que existía un plazo que respetaba «el necesario descanso entre partidos con un margen suficiente para disputar la eliminatoria». Se supone que en el caso de que nadie hubiese regresado lesionado, como ha pasado con Zubimendi. También decía que iba a disponer de 20 jugadores de la primera plantilla, pero el mismo martes cayó Óskarsson con una lesión en el sóleo.

El caso es que semejante despropósito se ha saldado con una Real que viaja en cuadro con 12 fichas del primer equipo más Pablo Marín y ocho efectivos del Sanse. Tendría que ser suficiente para eliminar a un Tercera, pero las eliminatorias a un partido deparan muchas sorpresas. Más sobre un césped resembrado que ayer tuvo que acoger el Hércules-Marbella. Esto desde nuestra perspectiva.

Para el Jove el partido más especial de su historia ha quedado descafeinado sin la presencia de las estrellas de la Real y la asistencia al Rico Pérez no será la prevista. El año pasado, sin ir más lejos, los aficionados del Andratx vieron a Le Normand, Aihen, Zakharyan, André Silva, Zubimendi, Merino y Kubo, entre otros.

Con la Federación llueve sobre mojado. Imanol recordó ayer lo sucedido hace tres años, cuando colocó la final de Copa tras la ventana de selecciones de marzo teniendo toda la temporada para ello, perjudicando a una Real con más internacionales. Luego adelantó el partido del domingo al sábado para dar una vuelta de tuerca más. Ya no está Rubiales, pero es el mismo perro con distinto collar. Esperemos no tener que lamentar semejante disparate.