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Solía decir Lillo que las estadísticas son como un tanga, que enseñan mucho pero ocultan lo importante. La Real ha cerrado la primera vuelta con la peor puntuación de la era Imanol, 28 puntos, muy alejados de los 39 de hace dos temporadas, la de ... la Champions, aunque no tan distantes de los 30 de media de sus cuatro campañas restantes. Por tanto, atendiendo a este criterio numérico se podría concluir que está siendo la más floja de sus seis temporadas en la Real.
Sin embargo, y sin salir de las cifras, si comparamos el presente curso con el pasado en función del calendario que ha tenido y dónde se ha medido a los rivales, si en casa o fuera, suma cuatro puntos más. Y ello se debe en buena parte a que en Anoeta ha logrado diez puntos ante Atlético, Barcelona, Betis y Villarreal cuando entonces solo rascó uno, frente a los béticos. O que fuera ha ganado en Girona y el Pizjuán cuando el año pasado solo sumó un punto en Montilivi. Este saldo de 14 puntos positivo se ve rebajado hasta los cuatro finales por otros resultados negativos, pero el dato ahí queda y no debe caer en saco roto.
Asimismo, habría que tener en cuenta que la quinta posición queda a dos puntos mientras que hace un año estaba a seis. Y a diferencia de la temporada pasada, esta vez puede tener recompensa en forma de billete para la Champions si la trayectoria de los equipos de la Liga en Europa es positiva y España acaba entre las dos federaciones con un coeficiente más alto en UEFA, como ocurrió con Alemania e Italia en 2024. En ese sentido, el sueño de regresar a la máxima competición europea está más cerca que el año pasado.
Por encima de lo numérico, que como puede verse se ofrece a mil interpretaciones, en lo cualitativo creo que la Real ha firmado la temporada más meritoria con Imanol por las circunstancias que ha vivido, empezando por la pérdida de Le Normand y Merino. Más allá de esas dos bajas, el verano estuvo condicionado por la ausencia de muchos jugadores en pretemporada. Remiro, Zubimendi y Oyarzabal se incorporaron dos semanas antes de arrancar la Liga; Pacheco, Turrientes y Sergio Gómez seis días antes; Sucic aterrizó en agosto y Aguerd y Óskarsson llegaron el último día de mercado con tres jornadas disputadas; Zakharyan aún no se ha estrenado y Zubeldia y Brais estuvieron un mes parados por sendas lesiones. Si le añadimos que Barrenetxea tuvo algunos problemas musculares a principio de Liga y que Traoré se rompió el cruzado en la cuarta jornada, el cuadro se pinta solo.
Pero cinco meses después ahí está la Real, como siempre, peleando por Europa, viva en la Copa del Rey y con la clasificación para los dieciseisavos de la Europa League encarrilada. Su gen competitivo sigue intacto basado en un arduo trabajo sin balón que le ha permitido dejar la portería a cero en 16 de los 28 partidos oficiales disputados e igualar récords de imbatibilidad del equipo campeón de los ochenta, como los seis partidos seguidos sin encajar en casa (Barcelona, Ajax, Betis, Dinamo, Las Palmas y Villarreal).
Con todo, lo mejor de la primera vuelta es que da la sensación de que el equipo solo puede ir a más. A los nuevos, salvo Aguerd que se está mostrando regular desde el principio, les queda mucho margen de progresión, casos de Sucic, Óskarsson, Javi López y Sergio Gómez, por lo que no será difícil que mejoren sus cifras hasta junio. Zakharyan, por su parte, apunta a ser el mejor fichaje de invierno.
Esta temporada, además, la Real ha encaminado su planificación para alcanzar su mejor pico de forma en torno a febrero. En los años anteriores hacía una salida fulgurante que le permitía acumular un buen botín de puntos pero después se desfondaba en noviembre, normalmente porque caían lesionados varios de sus hombres más importantes, y sufría un bache de resultados de varios meses. Por eso no llegaba viva a abril en Europa.
La intención ahora es la contraria. Imanol ha rotado más que nunca y eso lo ha agradecido la enfermería, que ha tenido muy pocos lesionados. El equipo da la sensación de estar menos fatigado y en línea ascendente. Yo, al menos, veo la botella medio llena.
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