La Real Sociedad apuesta por Moyá

Moyá tenía contrato hasta el 30 de junio de este año, aunque prolongó su relación contractual sin controversia alguna hasta el término de la competición liguera el 19 de julio por las exigencias del calendario. ¡Y menos mal! Ha sido titular de manera ininterrumpida desde el 2 de julio hasta el 19 del mismo mes, periodo en el que se han disputado los últimos seis partidos del campeonato, con el saldo de una única derrota, dos victorias y tres empates.

No obstante, según fuentes del club blanquiazul, no han sido sus buenas actuaciones en la fase final de la Liga, sino más bien sus prestaciones para poder rendir a un alto nivel durante el próximo curso las que han llevado a la Real a apostar por su continuidad un año más. Las primeras conversaciones ya se han producido y el objetivo de la entidad presidida por Jokin Aperribay es llegar a un acuerdo con el guardameta para que continúe en Donostia.

Moyá, por su parte, ya ha manifestado en reiteradas ocasiones su predisposición para seguir en Zubieta, donde se ha integrado de maravilla y ha alcanzado un rol carismático en el vestuario. Así pues, siendo la voluntad de las dos partes clara al respecto de seguir formando parte del mismo proyecto, son las condiciones lo que ahora corresponde pulir a unos y otros. Cuando el guardameta recaló en San Sebastián en marzo de 2018 firmó por dos temporadas, con una opción unilateral por parte de la Real de prorrogarlo un año más en los términos de entonces. Ocurre que desde Anoeta no se ha ejecutado esa cláusula y ahora habría que negociar unas nuevas condiciones.

Moyá llegó a la Real con una ficha alta tras una operación de urgencia motivada por una lesión de Rulli y la actuación desafortunada de Toño Ramírez al sustituirle. El club txuri-urdin se trajo al balear ni más ni menos que del Atlético de Madrid y con un sello de garantía que tenía su precio. Ahora, aún cuando los técnicos valoran de forma satisfactoria la trayectoria del portero, la Real considera que conviene negociar una revisión de los términos del contrato recién expirado.

Moyá va para 37 años y no ha protagonizado el papel de portero titular en las dos últimas campañas. Jugó en Liga nueve partidos en la 17/18, once en la 18/19 con Garitano y trece en la 19/20. La gran apuesta de futuro que el año pasado hizo el club por Álex Remiro, unida a la edad del guardameta mallorquín, no presagian que su rol secundario vaya a cambiar en el futuro.

Sin embargo, la Real quiere que el portero que acompañe a Remiro atesore la calidad suficiente como para apretar al navarro y discutirle el puesto en una temporada con frentes abiertos en Liga, Copa, Supercopa y Europa League. Tras el pertinente análisis, el staff técnico ha concluido que Miguel Ángel Moyá es apto para desarrollar esa misión la próxima temporada, tal y como lo ha hecho en la recta final del presente curso. El siguiente paso ha sido iniciar las conversaciones para retener al portero.

La clave europea también ha pesado en la decisión del club. La carga de competición que espera a la Real y la necesidad de aportar experiencia en determinados momentos clave han aconsejado la apuesta por Moyá, a quien también le atrae volver a jugar un torneo continental como ya hizo en el Valencia y el Atlético de Madrid.

Con todo, el más que probable acuerdo entre la Real Sociedad y Miguel Ángel Moyá abre la puerta de salida del club blanquiazul a Gero Rulli, portero que sigue perteneciendo a la Real y que, de hecho, arrancará la pretemporada en Zubieta la semana que viene, salvo operación de traspaso exprés en los próximos días.

El argentino regresa como el tercer mejor portero de la Ligue1 francesa tras sus buenas actuaciones con el Montpellier, lo que le coloca un buen cartel en el mercado abierto esta semana. Tiene contrato con la Real hasta 2022 y, aunque no se descarta que se quede en Zubieta, su salida cedido tras cinco temporadas con la Real y su malestar, manifestado públicamente, con el director de fútbol Roberto Olabe invitan a situar su futuro en otro club. El propio Rulli ha señalado que vería difícil su vuelta a la Real. Los despachos de Anoeta ya conocen algunas ofertas por el portero argentino, si bien no será fácil dar con una solución que contente a todas las partes en el contexto de un mercado retraído por la crisis del coronavirus.

Otro de los motivos que sugieren la salida de Rulli es el empuje de los porteros de cantera. Andoni Zubiaurre (Ordizia, 1996) ya lleva tres temporadas creciendo junto al primer equipo mientras que Gaizka Ayesa (Ansoáin, 2001) ha causado una grata sensación al staff de Imanol Alguacil en los tres últimos meses de temporada en los que ha reclamado su aportación. El tercer portero seguirá siendo de casa.