Mikel Merino, cerca de renovar hasta 2025

Las negociaciones arrancaron a comienzos de año, antes del parón por el coronavirus. Merino se había convertido en uno de los referentes del conjunto de Imanol y el club pensó en equiparar las condiciones de su contrato al rendimiento en el campo, a pesar de que su vencimiento no estaba próximo. Una práctica habitual que en los últimos años ha llevado a cabo en las mejoras de sueldo de Willian José, Oyarzabal y Zubeldia, por citar a algunos pesos pesados de la plantilla.

Merino todavía tenía tres años más por delante y estaba bien amarrado, pero el salto cualitativo experimentado en estas dos temporadas como blanquiazul había sido importante y desde Anoeta se ha querido corresponder a ese incremento en sus prestaciones deportivas.

Las conversaciones se vieron frenadas por el Covid-19, ya que se abrió un periodo de incertidumbre en el que no se sabía si la competición se reanudaría, con lo que ello podía significar en la merma de los ingresos televisivos. Conforme se aclaró el panorama y la vuelta de la Liga fue una realidad, la Real actualizó sus previsiones y retomó las operaciones pendientes, entre ellas, la suya.

El propio futbolista confirmó en Radio Euskadi esta situación y su voluntad de seguir vistiendo de txuri-urdin. «Las dos partes estamos interesadas en poder renovar el contrato. Antes de la pandemia había acercamientos y ahora se han retomado. Para mí es una gozada ver que tomas la decisión de venir a la Real Sociedad y que al cabo de año y medio te das cuenta de que era la decisión correcta. Todo ha ido sobre ruedas, tal y como esperaba».

Como es lógico, la mejora de su contrato llevará aparejado un aumento en la cláusula de rescisión, que ahora mismo es de 45 millones. Cuando la Real lo fichó del Newcastle estableció este blindaje en las tres temporadas de su contrato, hasta 2021, que aumentaría a los 50 millones en las dos últimas, de 2021 a 2023.

Ahora esta cifra subirá hasta los 60 millones y se aproximará a alguna de las más altas de la plantilla. En este momento, la más elevada del primer equipo es la de Oyarzabal, con 75 millones, seguida por las de los dos delanteros centro, Willian José e Isak, con 70 millones. Barrenetxea y Januzaj están en los 60 millones.

Merino era el blanquiazul con una cláusula más baja en relación a su valor de mercado. Según Transfermarkt, el portal de internet especializado en la tasación de futbolistas, su cotización es de 24 millones, el tercero por detrás de Oyarzabal (48) y Odegaard (45), aunque el noruego está cedido por el Real Madrid. No obstante, en un mercado contraído tras la crisis del coronavirus, no se esperaba que fueran a producirse grandes transacciones de jugadores este verano, por lo que tampoco hubiera sido fácil que alguien llegase a pagar 45 millones.

A nadie se escapa que Merino es un futbolista con una enorme proyección y llamado a ser internacional absoluto a corto plazo. De hecho, figuraba en la lista de Luis Enrique para los amistosos de marzo contra Alemania y Países Bajos que quedaron suspendidos por la pandemia. La evolución que ha experimentado en estos dos años ha sido notable y, a sus 24 años recién cumplidos, tiene toda una carrera por delante que desarrollar en la que clubes con mayores recursos económicos podrán aspirar a él. No obstante, sabe que aún está en periodo de crecimiento y que su presente pasa por la Real, el mejor sitio para seguir progresando.

Además, el blanquiazul es un club que nunca ha frenado la proyección de sus futbolistas. Illarramendi se marchó al Real Madrid en 2013. Griezmann y Bravo al Atlético de Madrid y Barcelona, respectivamente, en 2014, después de que desde Anoeta se facilitase la operación para cumplir con los deseos de los jugadores. Yuri pudo salir por la mitad de su cláusula al PSG en 2017 y, un año más tarde, la Real tampoco pidió la totalidad del blindaje de Odriozola al Real Madrid.

Eso hace que el txuri-urdin sea visto por los futbolistas como un equipo en el que poder hacer carrera y evolucionar sin atarte de por vida a un contrato como en otros lados. El salto cualitativo que ha experimentado la Real en los últimos años, en los que se ha convertido en un habitual en la pelea por Europa y ha alcanzado la final de Copa, hace que ahora mismo pocos equipos sean más atractivos. En la Liga, si acaso, Real Madrid y Barcelona, que se reparten los títulos, y en el resto de Europa el puñado que aspira a la Champions. No hay muchos más y tampoco es fácil hacerse un hueco en esas plantillas.

El nuevo contrato de Merino será el de mayor duración de la actual plantilla, hasta 2025, el mismo año hasta el que tiene firmado Barrenetxea. En 2024 concluyen Oyarzabal, Zubeldia, Isak, Willian José, Portu, Guevara y Le Normand, y tienen hasta 2023, entre otros, Illarramendi, Remiro y Zaldua.