Mateu Lahoz, siempre en el foco de la polémica

Mateu Lahoz nunca pasa desapercibido. El colegiado valenciano, que volvía a arbitrar a la Real Sociedad un mes después del polémico gol anulado a Isak en el RCDE Staidum en la que la pelota impactó levemente en el talón del trencilla antes de que acabara en el fondo de la red, ha vuelto a dejar su impronta este miércoles en Butarque en un encuentro en el que apenas ha tenido trabajo, pero el cual se le ha acumulado en un pequeño lapso de tiempo.

Mateu Lahoz, que veía transcurrir el encuentro sin mayores dificultades para él, se ha visto sobresaltado en apenas 30 segundos. En el minuto 71, el colegiado del comité valenciano no ha señalado una clara mano de Javi Rubio dentro del área en la que el lateral del Leganés cortaba un centro desde la izquierda de Isak para lamento de la parroquia txuri-urdin, que volvía a rememorar acciones pasadas como la de Cornellá.

Sin embargo, medio minuto después, Oyarzabal caía derribado dentro del área pepinera tras un claro pisotón del propio Rubio que, con suspense y tras varios segundos de demora, el trencilla sí señalaba como pena máxima. El propio futbolista eibartarra sería en encargado de materializar el gol desde los once metros para dar la victoria por 2-3 a la Real Sociedad y, por consiguiente, el billete para los octavos de final de la Copa del Rey.

Previamente, el trencilla no vio un pisotón en el talón de Aquiles de Bustinza sobre Merino en el saque de una falta que, de haber VAR (el videoarbitraje en la Copa no entra en escena hasta los octavos de final), cuanto menos, hubiese sido revisada por el colegiado en Las Rozas.

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