Real Sociedad
«Lo que más me llamó la atención de Arconada era su personalidad»José Luis González, portero de la Real tras la retirada de Arconada, recuerda la figura de la leyenda donostiarra 50 años después de su debut
Cincuenta años después la Real Sociedad ha recuperado su espíritu a través de la presente indumentaria de los porteros del club. Visten como Arconada. Verde, ... naranja y azul celeste. Y las medias blancas. Su espíritu se mantiene vivo medio siglo después. Se puede vestir como el mito, pero otra cosa es parar como él.
Bien lo sabe José Luis González, su sucesor en el primer equipo desde la temporada 1989/90, una vez que la leyenda donostiarra colgó los guantes. «De pequeño soñaba con ser como él, era mi ídolo y la suerte fue que pude compartir vestuario», destaca.
«Es un referente y estar con él supuso un aprendizaje en todos los sentidos», reconoce también González, que defendió el arco txuri-urdin las tres temporadas siguientes a la salida de Arconada, en las que se lograron dos clasificaciones a Europa. «Lo que más me llamó la atención era su personalidad. Tenía un carácter fuerte, de líder, y luego en portería era muy ágil, tenía muchos reflejos y mandaba mucho, con autoridad. Era muy bueno».
En aquella época no existía la figura del preparador de porteros y era el segundo entrenador quien se encargaba de diseñar los ejercicios específicos para los guardametas. González aprovechaba entonces para aprender del mejor. «Siempre estaba atento a sus consejos, a cómo actuaba en la portería. En mis primeros años me centré en intentar aprender de él. Intentaba copiarlo de alguna manera, quizás yo no era una buena copia, pero intentaba mejorar y aprender a su lado».
Admite que «Arconada me marcó como portero» y no tiene dudas de que su figura ha ido más allá del jugador de fútbol. «Ha sido un referente para todos, uno de los mejores porteros del mundo y eso es muy difícil de conseguir». El elgoibartarra, que en la actualidad es el entrenador de porteros del Xerez FC, sigue hablando con profunda admiración de su compañero cincuenta años después de su primera parada.
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