Karrikaburu y Turrientes, dos de las promesas realistas, en un entrenamiento con la sub-21. EFE

Viene galerna del oeste

Varios realistas centran la atención en el periodo preelectoral del Athletic justo cuando se cumple un año del éxito txuri-urdin en la Copa que dejó tan tocado al eterno rival

Miguel González

San Sebastián

Miércoles, 30 de marzo 2022, 07:02

Las elecciones del Athletic son como las de Estados Unidos, que piensas que no te atañen pero te acaban afectando. Aún no se han convocado ... y ya hablan sin tapujos de Oyarzabal, Merino, Karrikaburu, Turrientes... Queda claro que vienen tiempos revueltos porque cuando el vecino no atraviesa un buen momento –así lo ven ellos– siempre dirige la mirada al Este en la creencia de que expandirse es reforzarse.

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Uno de los precandidatos ha recuperado el discurso de Aurtenetxe de hace 35 años que abrió un camino de no retorno entre las dos aficiones apelando a que los mejores vascos deben vestir de rojiblanco. Aquella política, además de generar un profundo desafecto hacia el eterno rival, provocó que la Real acabara jugando con extranjeros, ya que Zubieta no daba para nutrir también al Athletic y como tenía más dinero cada vez se llevaba antes a los jugadores. A Loren lo pescó con 23 años y a Billabona con 21. Ello unido al fichaje de Bakero, Begiristain y Luis Mari López Rekarte por el Barcelona, junto a las retiradas de Arconada y Zamora, dejó un profundo vacío que solo se pudo cubrir mirando al exterior. En 1989 llegaba Aldridge.

Ahora escuchas que si gana fulanito va a conseguir a Oyarzabal y que si lo hace menganito su fichaje franquicia será Merino. No te entra el pánico de entonces porque la Real es más fuerte pero sientes la mosca detrás de la oreja. Y hay que estar alerta, aunque cuanto más se centren en lo de fuera menos atenderán lo propio.

La Real dispone de un once de chavales de entre 20 y 22 años con calidad para triunfar en Primera

Los once aldeanos. Siempre me he preguntado por qué Bizkaia, con el doble de población que Gipuzkoa y Navarra y el triple que Álava, aporta tan pocos jugadores de peso al Athletic. Ahora mismo el ataque es exclusivo de jugadores traídos desde Navarra –Muniain, Sancet, Berenguer, los Williams o Raúl García–, Unai Simón, De Marcos, Vivian y Vesga son alaveses y Dani García, Yuri y Balenziaga, guipuzcoanos. Y Martínez, el más mediático de su territorio, se forjó en la Real. Pero es que fuera de Bilbao tampoco hay rastro de vizcaínos...

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A finales de los cincuenta su presidente Enrique Guzmán acuñó la expresión 'los once aldeanos' después de ganarle una Copa al Real Madrid porque todo el equipo era vizcaíno. En los ochenta había una importante representación local con los Urkiaga, Lizeranzu, Goikoetxea, Gallego, Urtubi, Dani, Sarabia y compañía, y ahora apenas queda rastro de su territorio. Y no creo que se les haya olvidado jugar al fútbol, ¿no?

La Real, preparada. Bajo nuestra perspectiva, que es la que importa, la clave es seguir haciendo bien las cosas. Tanto en el trabajo formativo como al dar salida al talento joven a la elite. Ello exige conocer muy bien los mapas generacionales y tener claras las líneas de sucesión en las distintas posiciones. Una metodología implantada hace más de una década que permite a los futbolistas adquirir las herramientas para interpretar el juego completa el cuadro del éxito txuri-urdin.

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El domingo se cumple el primer aniversario de la Copa conquistada en La Cartuja que, además de poner fin a una larga sequía de títulos, confirmó la primacía de la Real en el fútbol vasco, más la constatación de una realidad que un objetivo en sí mismo. El récord de la imbatibilidad, los títulos de Liga, otros dos subcampeonatos más en los ochenta tras pelear por el título, la primera Supercopa de la historia, las semifinales de la Copa de Europa, la Liga que se tuvo en la mano con Denoueix ante el Madrid de los galácticos o la Champions de Montanier fueron señales suficientes de que los tiempos habían cambiado.

En el plano individual, que Zubieta haya forjado a dos campeones del Mundo como Xabi Alonso y Griezmann, y que el primero sea el jugador vasco con mejor palmarés de la historia ha dado a la cantera realista el reconocimiento definitivo ahora personalizado en Mikel Oyarzabal, líder de la selección en la Liga de las Naciones y en los Juegos Olímpicos de Tokio con sendos goles en las dos finales.

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Hacer un hueco al talento. Aperribay dijo hace un año que el título de Copa no era la guinda de nada sino el comienzo de una etapa de éxitos en la que el gran reto es aglutinar en el primer equipo todo el talento que viene de abajo. La presencia del Sanse en Segunda y que sus jugadores monopolicen la selección sub-21 demuestra que hay una hornada de futbolistas llamados a volar muy alto. Uno repasa una alineación del filial y comprueba que todos tienen opciones de hacer carrera en Primera: Sola, Urko, Pacheco, Jonathan, Turrientes, Olasagasti, Roberto López, Navarro, Karrikaburu, Magunazelaia... Sin contar a Zubimendi y Djouahra, que como Sola, nacieron en 1999.

No todos llegarán pero que haya tantos futuribles para el primer equipo da tranquilidad y estabilidad. Además de que la propia plantilla de Imanol tiene una de las medias de edad más bajas de Primera y mucho margen de crecimiento. Eso sí, para mantener la columna vertebral hay que seguir en Europa y pelear por objetivos ambiciosos. Porque cuanto más grande seamos menos jugadores nos quitarán.

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