Un medio todoterreno con llegada y un extremo eléctrico

El donostiarra Olasagasti, además, debutó, convirtiéndose en el decimosexto jugador del Sanse que se estrena en el primer equipo de la mano del técnico oriotarra. Con aire a Merino pero de la cantera de Zubieta, Olasagasti señaló en redes sociales:. «Txikitako ametsa beteta!». Es un centrocampista todoterreno, agresivo en el robo, llegó a la Real en cadete txiki, y con su entrega y generosidad, tanto fuera (un tipo de lo más normal) como dentro del campo, fue escalando categorías hasta llegar al Sanse y ser parte del ascenso a Segunda 60 años después la temporada pasada. Una lesión en el menisco le lastró y no pudo jugar el partido decisivo del play-off, pero Alonso lo sumó en septiembre como un fichaje de relumbrón y desde ahí –a excepción del partido ante el Málaga que fue convocado contra el Sturm Graz en Europa–, no ha descansado. Suma 990 minutos en 11 partidos, tres goles (el del Molinón decisivo) y el miércoles debutó con el primer equipo, en un choque donde fue uno de los más destacados. Le caracteriza su llegada al área, no es tan posicional como Zubimendi. Su físico le permite estar en muchos lados, ser protagonista tanto con y sin balón, como lo fue el miércoles con un gran pase a Isak para que éste se la diera a Djouahra, el otro que se exprimió al máximo, aunque saliendo del banquillo.

El caso del franco-argelino es diferente. Djouahra ya había debutado en 2020 y el jueves logró un gran gol cruzado ante el Panadería Pulido para avisar de que si los extremos como Portu, Januzaj o Barrenetxea siguen negados de cara a puerta, el míster puede contar con él. El club y la afición confían en que este rápido y desequilibrante extremo que se inició en la cantera del Saint-Étienne se luzca en su segunda oportunidad. Segunda porque ya debutó con el primer equipo ante el Getafe en 2020 pero no destacó (tampoco en el Sanse), y por ello salió cedido al Mirandés la temporada pasada, anotando 4 goles en 28 partidos. El ascenso del filial realista a la categoría de plata y su experiencia en ella le trajeron de vuelta al Sanse, habiendo disputado hasta la fecha 12 partidos y 784 minutos. Ya había ido con Imanol cinco veces esta campaña, pero no fue hasta esta semana cuando volvió a vestirse de corto.