Ganan los malos

Los futbolistas también son personas. Lo hemos oído decenas de veces y no hay mejor manera de comprobarlo que en la desconexión que sufrió el equipo con los incidentes. La afición ovacionó de manera merecida a Remiro por parar el encuentro. Eso sí, esto es fútbol profesional y la Real cayó en la trampa.

Jon Martín ha derribado la puerta del primer equipo. Dos titularidades y las dos en la Europa League. El central juega como si llevara toda la vida en estas latitudes y manda a sus compañeros como un veterano. A pesar de los dos goles, en la zaga también hay buenas noticias.

Nueve córners sacó la Real en la segunda parte y salvo en el remate con el que Jon Martín estuvo a punto de marcar, los txuri-urdin pocas cosquillas hicieron a los belgas. En un partido como el de anoche este tipo de jugadas pueden resultar clave.

El mal sabor de boca que nos dejó todo los sucedido debe servir de acicate para el encuentro ante el Atlético, que llega con la moral tocada tras al varapalo que sufrió en Champions. No hay mejor rival para dar un golpe encima de la mesa.