Arsen Zakharyan, la gran novedad en el entrenamiento de ayer, se entrena en Zubieta con sus compañeros. Arizmendi
Real Sociedad-Celta (20.00 horas)

Una final con el orgullo en juego

La Real necesita lavar la imagen del Metropolitano y conseguir una victoria que le mantenga en la pelea por Europa en las dos últimas jornadas

Miguel González

San Sebastián

Martes, 13 de mayo 2025, 02:00

Sin tiempo para superar el bofetón del Metropolitano, la Real vuelve a la arena para recibir a un Celta en forma que viene de ... ganar con diez al Sevilla. Oyarzabal califica el partido de hoy como «la última bala» para seguir en la pelea por Europa hasta el final, aunque en este momento hay otras cosas que preocupan más a la afición como es que el equipo recupere las señas de identidad y, sobre todo, el orgullo perdido.

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Los primeros veinte minutos en Madrid han abierto una herida que conviene cerrar cuanto antes para que no acabe infectándose. Perder en casa del Atlético entra dentro de lo probable. De hecho, la Real nunca ha ganado en el nuevo recinto colchonero desde la desaparición del Calderón en 2017. Dos empates y seis derrotas contemplan las visitas de los blanquiazules a Canillejas, pero encajar tres goles en cuatro minutos es imperdonable para un conjunto con las aspiraciones del txuri-urdin que esta misma campaña ha sido capaz de ganar a Barcelona, Villarreal y Betis, por muy extraño que ahora nos parezca.

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Las formas son tan importantes como el fondo, más para un club con la historia de la Real, y el desafío de hoy es lavar la mala imagen ofrecida el sábado. A partir de ahí, lo que venga será bien recibido. Pero lo que la grada de Anoeta demanda es un equipo que salga enrabietado, a morder al rival, y que le haga pagar los platos rotos. Al fútbol se juega con la cabeza pero también con el corazón, y eso es precisamente lo que se echó en falta en la última jornada mientras Sorloth coleccionaba un gol tras otro y parecía que la Real iba a recibir una goleada histórica que al final, por fortuna, no llegó.

Recurrir al plan B

Después de una temporada con 54 partidos en las piernas, el último mes ha revelado que el equipo apenas tiene gasolina en la reserva. Por eso necesita hacer de la necesidad virtud y agarrarse a otro tipo de fútbol para ser competitivo. Y es algo que se echa de menos. La fórmula de atraer al rival con posesiones largas para buscar al hombre libre en el centro del campo y progresar a partir de ahí no da resultado cuando el físico no sigue a la cabeza. La Real solo ha podido rascar dos puntos en las cinco últimas jornadas, pero más preocupante que eso ha sido la imagen dejada ante Mallorca, Villarreal, Alavés, Athletic y Atlético, en la que solo se pueden rescatar la media hora anterior al descanso en La Cerámica y el cuarto de hora posterior al descanso en el derbi. Escasos argumentos para aspirar a sumar de tres en tres en el momento clave de la temporada.

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Cuando restan tres partidos para concluir el campeonato, ahora es el momento de apelar al otro fútbol. Ése que ha funcionado toda la vida de intensidad, carácter, disputas y segundas jugadas. El que transmite a la grada y te permite competir cuando el primer plan no funciona. No habrá ganado partidos así la Real a lo largo de su historia...

También es una buena manera de recuperar la autoestima. Porque ahora que todo parece negro y se pone en cuestión, no vendría mal recordar que en el ecuador de la Liga la Real era séptima por delante de Betis y Celta, por ejemplo, con solo trece goles encajados en 19 jornadas. Y los jugadores son los mismos, aunque han hecho mucho daño las lesiones en la rodilla de dos hombres que entonces eran fundamentales en el esquema de Imanol como Aguerd y Sucic, ahora desaparecidos.

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Cambios en la alineación

El técnico hará bastantes cambios respecto al once que presentó contra el Atlético; al menos, eso es lo que se intuye. Con Remiro bajo palos, en la defensa apuntan a jugar de inicio Traoré, Zubeldia, Pacheco y Aihen. Quizás no lo hagan los cuatro de golpe, pero tres de ellos parece que sí. Igual que opositan para el centro del campo Turrientes, que demostró carácter en el Metropolitano cuando salió con todo perdido, y Brais, al que reservó Imanol para enfrentarse hoy a su exequipo. Arriba hay pocas alternativas y viendo cómo fueron sustituidos al descanso tanto Kubo como Oyarzabal, ambos parece que formarán de inicio. En la izquierda lo normal es que juegue Sergio Gómez para dejar a Barrenetxea como alternativa en el banquillo en un momento en el que no dispone de muchas más bazas en ataque para cambiar el guion del encuentro dadas las ausencias por lesión de Becker y Óskarsson.

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