Protegidos ante amenazas externas
La Real no ha recibido ninguna oferta por algún peso pesado del vestuario, ni ningún jugador ha mostrado su deseo de salir del club
Han transcurrido 26 días desde que Roberto Olabe pronosticara un verano largo en lo referente al mercado txuri-urdin. No tanto quizás por las ... incorporaciones que vaya a acometer el club, un día después de pronunciar esas palabras Hamari Traoré estaba pasando reconocimiento médico en la Policlínica para firmar horas más tarde como nuevo jugador de la Real, sino por las amenazas externas que pueden ir surgiendo de otros clubes interesándose por jugadores de la plantilla.
El conjunto blanquiazul posee futbolistas apetecibles en todas sus líneas y no debe sorprender a nadie que alguno de ellos despierte interés en los equipos más importantes del continente. Menos aún con la temporada que ha realizado clasificándose para la Champions League. Pero la atracción es una cosa y la propuesta real tras ponerse en contacto con el jugador y el club guipuzcoano es otra bien distinta. Es importante diferenciar bien estas dos cuestiones para no volverse locos en un mercado de fichajes de verano que siempre corre el riesgo de descontrolarse.
LOS DATOS
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Zubimendi Tiene contrato hasta 2027 y su cláusula es de 60 millones.
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Kubo Tiene contrato hasta 2027 y su cláusula es de 60 millones.
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Le Normand Tiene Contrato hasta 2016 y su cláusula es de 60 millones.
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Oyarzabal Tiene contrato hasta 2028 y su cláusula de 75 millones.
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Sadiq Tiene contrato hasta 2028 y su cláusula es de 100 millones.
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Brais Méndez Tiene contrato hasta 2018 y su cláusula es de 60 millones.
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Barrenetxea Tiene contrato hasta 2027 y su cláusula es de 70 millones.
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Cho Tiene contrato hasta 2027 y su cláusula es de 90 millones.
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Merino Tiene contrato hasta 2025 y su cláusula es de 60 millones.
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Zubeldia Tiene contrato hasta 2029 y su cláusula es de 50 millones.
La realidad es que, a una semana de iniciar la pretemporada, el club txuri-urdin no ha recibido ninguna oferta formal de otra entidad para llevarse a alguna de sus piezas más codiciadas. Tampoco ningún jugador de la plantilla o agente se ha puesto en contacto ni ha transmitido a la dirección deportiva su deseo de aceptar propuesta alguna del exterior.
No va a ser fácil, otro verano más, que otro equipo pueda convencer a un realista para que abandone Zubieta
No va a ser fácil, otro verano más, que cualquier club pueda convencer a un realista para que abandone Zubieta. Más todavía después de que el próximo curso haya que añadir el aliciente deportivo de la Champions diez años después de conseguirlo por última vez. A esto hay que sumar también la gran fortaleza económica de la que presume el club, lo que le confiere una posición de dominancia a la hora de repeler posibles ofertas. La entidad txuri-urdin no tiene la necesidad de vender para cuadrar números. Un factor hoy en día determinante y diferenciador cuando mira a su alrededor hacia los demás equipos de la Liga.
Así se explica en parte que el Barcelona no haya podido llevarse el gato al agua con Zubimendi. El mismo Laporta se encargó de desestimar recientemente la incorporación del donostiarra al asumir que «no nos planteamos la operación por los niveles económicos en los que se encuentran». La delicada situación financiera que atraviesa el club azulgrana hacía inviable afrontar los 60 millones de cláusula del jugador.
Interés público
El propio Xavi elogió las capacidades futbolísticas del canterano blanquiazul y reconoció abiertamente que sus características se adaptaban al estilo de juego de su equipo. De esta forma se hacía público el interés por hacerse con sus servicios, pero Zubimendi en ningún momento realizó un guiño en clave Barça. El internacional siempre reiteró su deseo de continuar en la Real e incluso en una entrevista concedida a este periódico mostró su ilusión por heredar el dorsal '4' de Illarramendi a partir de la próxima temporada.
La Real tiene bien atadas a sus piezas más codiciadas de la plantilla. El mencionado Zubimendi renovó en octubre hasta 2027 manteniendo su cláusula de rescisión. El último realista en ampliar su contrato, en mayo, fue Zubeldia, que extendió su contrato hasta 2029, el más largo de la plantilla. Su cláusula tampoco se tocó y sigue en los 50 millones.
Oyarzabal también renovó el pasado curso. Firmó en febrero hasta 2028 y su cláusula de salida tampoco sufrió modificaciones y se mantuvo en los 75 millones. Dentro de dos semanas hará un año de la renovación de otro de futbolistas que se han convertido en fundamentales en la escuadra txuri-urdin: Le Normand. El francés amplió su vinculación hasta 2026 y acordó subir su cláusula de salida de los 50 a los 60 millones de euros.
Merino es el único hombre fuerte de la plantilla que aún queda pendiente de renovar, aunque su contrato expira en 2025
Mikel Merino es el único que queda por pasar por las oficinas para estampar su firma de renovación. La relación contractual del navarro finaliza en 2025 y su cláusula alcanza los 60 millones de euros. Ambas partes han iniciado ya las conversaciones para alargar su continuidad y tendría que ser el próximo futbolista en prolongar su contrato.
En lo que respecta a las incorporaciones del pasado verano, Kubo firmó hasta 2027 con una cláusula de 60 millones, Cho también selló su renovación hasta 2027, aunque su cláusula es superior y asciende hasta los 90 millones de euros. Sadiq es el futbolista con la cláusula más alta de la plantilla. Esta asciende a los 100 millones de euros. Su contrato expira en 2028, como el de Brais Méndez, cuya cláusula se eleva a los 60 millones.
El músculo de la Premier
Cuando Olabe auguró un verano largo lo hizo pensando principalmente en «la gente que tiene mucho capital financiero». «Es bueno que la Premier instaure un control financiero, pero no sé si lo van a hacer», lamentó con resignación. La mayor amenaza proviene de Inglaterra como bien se demostró el verano pasado con la marcha de Isak.
Ni el sueco, ni por supuesto la Real, tenían en mente semejante desenlace de mercado el año pasado cuando el Newcastle puso encima de la mesa 70 millones de euros para ficharle. El verano es largo, sí, pero la Real tiene los deberes hechos en caso de que otro club llame a la puerta. Hasta el 1 de septiembre.
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