Por un nuevo regreso de Madrid con menos silencio
La Real confía en lograr hoy un buen resultado ante el Madrid CFF para cortar la negativa racha como visitante en Liga
La Real regresa a Madrid cuatro días después de caer derrotada en Valdebebas ante el Real Madrid. Podría no haber vuelto, no solo porque hoy ... vuelve a visitar la capital madrileña para enfrentarse al Madrid CFF, también porque aquel regreso de madrugada en autobús puso de manifiesto el amargor de la derrota y por elevación también el estado actual del equipo. El silencio característico de la derrota no engaña. Tan sincero como crudo.
El cuadro txuri-urdin no quiere ser preso del lamento profundo. Necesita reaccionar fuera de casa. No gana en Liga lejos de Zubieta desde el derbi en San Mamés jugado el 19 de noviembre. El equipo no se ha vuelto a reconocer como visitante desde la derrota sufrida en el Johan Cruyff contra el Barcelona. El escaso rendimiento de las realistas cada vez que han jugado fuera ha enterrado las opciones de Europa. El tren europeo se ha esfumado y Natalia Arroyo ya ha redefinido abiertamente el objetivo hasta final de temporada: el cuarto puesto. Esto supondría alcanzar la segunda mejor clasificación en la historia tras el subcampeonato de la pasada campaña.
El reto de hoy no es menor. El Madrid CFF, que ya ganó al cuadro guipuzcoano en Zubieta en la primera vuelta, le precede en la tabla a cuatro puntos de distancia. La Real confía en recortar esta diferencia a partir de las 12.00 horas. Para complicar aún más el desafío, Arroyo no podrá contar hoy con Bernabé -lesionada- ni Vanegas -sancionada-. La catalana pierde a dos piezas codiciadas en la línea defensiva. Las sustitutas tendrán que atar en corto a Kundananji. La delantera de Zambia es una de las grandes amenazas del cuadro madrileño. Si recibe el balón en campo abierto puede ser letal. No hay más que remontarse al encuentro de la primera vuelta de Zubieta para comprobarlo.
El fútbol ofrece revanchas continuamente. Quizás no tan inmediatas como la que se presenta hoy. El cuadro txuri-urdin tiene la oportunidad de redimirse aunque no sea ante el mismo adversario. Los kilómetros en autobús van a ser muy parecidos. Otra cosa será el resultado y la sensación con la que vuelvan las realistas en el viaje de regreso a Gipuzkoa.
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